Eonia alma [OhmNanon]

CAPÍTULO OCHO: H E R I D O

Participación de Sureeyaret Yakaret

Ohm había tenido días bastante tristes, pero ninguno como ese domingo por la mañana, apenas tenía unas horas que Korapat lo había corrido del departamento, estaba sentado en una banca del parque y en realidad no deseaba regresar a su habitación rentada, estaba solo, a donde fuera estaba solo, Ohm quería llorar justamente como su lobo lloraba dentro de él, pero las lágrimas no salían, quería correr pero no había ni un solo lugar a donde huir, se detuvo en esa banca mirando hacia el río, preguntándose ¿qué había hecho mal?, se sentía utilizado como una herramienta sexual, se preguntaba si era normal que un alfa fuese usado, normalmente eran los alfas quienes usaban a los omegas para sus necesidades, los forzaban a ser sus depósitos de deseos, los desgarraban y los alejaban de la misma forma en que los poseían, pero Ohm no era un alfa como ellos, jamás había usado a ningún omega en contra de su voluntad, jamás tomó a alguien por la fuerza y nunca fue su intención hacerlo con Korapat, su lobo estaba seguro que nanon la había pasado bien y que ambos habían sentido magia mientras estaban en el acto, ¿entonces Korapat no sintió lo mismo que él?, ¿qué es lo que esperaba de la relación?, tampoco es que Korapat le haya mentido, en ningún momento le dijo lo que deseaba, solo lo tomó de él y listo. 

Ohm levantó una piedra del suelo y lo aventó tan fuerte al rio provocando ondas en el agua, estaba tan perdido en sus pensamientos que el ruido de una discusión le hizo cortar sus malos pensamientos, tres alfas rodearon a una omega de cabello muy rizado,  a muy pocos pasos de donde Ohm se encontraba, tenían una acalorada discusión acerca de un trabajo que había quedado mal, Ohm no quiso meterse en el asunto, y desvío la mirada, hasta que uno de los alfas forcejeo con ella, jalandole el brazo derecho y otro alfa jalando el brazo izquierdo, la omega chilló en queja y protesta, miraba hacia todos lados, pero nadie en la calle intervenía, entonces los ojos cafés observaron a Ohm que seguía en la banca,suplicaba que le ayudará, Ohm no tardó en levantarse del asiento y caminar hacia ellos,

—La están lastimando, sueltenla— dijo con voz de mando, los alfas regresaron a verlo, sonriendo perversamente, uno de ellos, el que parecía ser el lider por ser más alto soltó a la omega desconocida, y caminó hacia Ohm,

—¿porqué deberíamos hacerlo, solo porque lo dices tú?-—el alfa caminaba alrededor suyo como analizando, oliendo, después le gruño y transformó sus ojos a color rojizo, mostrándole los colmillos que parecían bastante afilados

—te voy a enseñar a no interferir en mis asuntos-—dijo con voz de mando, el lobo era mucho más experimentando que Ohm, sin embargo Ohm no le temía, no había sentido si quiera que su lobo se inmutaba; para ese momento el dolor de su pecho había sido llenado con las ganas y el fervor de herir a alguien, y si esta era la forma de hacerlo, la tomaría. 

Ohm se desplazó en un segundo con gran agilidad hacia el alfa experimentado, tomándolo del cuello con una mano, lo apretó un tanto fuerte ya que no había medido la fuerza, lo alzó varios metros por arriba del suelo, en esos segundos de confusión, Ohm permitió que su Lobo saliera a la superficie, sus ojos cambiaron completamente rojos brillantes  como  el rubí, Ohm abrió la boca tan grande que un fuerte aullido de lobo se escuchó por toda la plaza, había gente en el parque, pero todos voltearon a verlo, los colmillos eran visibles, y eran tan gruesos y grandes que el propio alfa experimentado se aterró al verlos, pataleo pero el medio cuerpo de Ohm ya estaba convertido en lobo y las patadas que le daba eran innecesarias, Ohm no despegó en ningún momento los ojos de los de su contrincante mientras iba enterrando las garras en el cuello como navajas, la sangre brotó formando un chorro, los demás alfas que estaban a los costados de la omega la soltaron para enfrentar a Ohm, el joven alfa estaba alerta y escuchó los pasos, cuando ellos se acercaron, avento el cuerpo del alfa que parecía el lider tan fuerte que este voló varios metros hasta que chocó contra el tronco de un árbol, el árbol se removió con la fuerza, pero el lobo se quedó sentado quejándose y deteniendo la hemorragia con las manos adoloridas.