Eonia alma [OhmNanon]

CAPÍTULO DIECINUEVE: B Ú S Q U E D A.

Nota: mañana se publica el final de la historia. Atentos, mañana dos capítulos. Gracias por sus estrellitas. 😘

El sonido del timbre de la puerta del departamento de Ohm se escuchó en cada rincón, Ohm estaba empacando algunas prendas para la locación donde grabaria en el transcurso del día, no esperaba ninguna visita y menos tan temprano, miró el reloj de pared mientras se acercaba a la puerta, miró por el orificio y se sorprendió al ver a su compañera de profesión fuera, abrió la puerta de par en par, ella le observó con sus ojos verdes

—Disculpa que venga tan temprano, pero creeme que si no fuera una emergencia no me atrevería siquiera a molestarte—Ohm observó la conducta desconcertante de la chica, parpdeo en silencio mientras seguía escuchando sus palabras,

—¿quieres pasar?-—interrogó quitándose ligeramente de la entrada, ella negó mirando hacia dentro, posiblemente buscando algún tipo de compañia extraña dentro del departamento,

—No hay nadie— menciona para dejarle en claro a la chica,

—Korapat está…—musitó bajo, Ohm apenas escuchó ese nombre sus ojos se hicieron tan grandes como platos de la sorpresa, —indispuesto—terminó diciendo la chica,

—¿comó..lo conoces?— indagó,

—es…mi primo—puntualizó, Ohm pareció quedar en letargo analizando en segundos la información que la chica estaba dandole, lo que significaba que la chica frente a él también era de su mundo, Ohm la miró con extrañeza, —ha perdido la cabeza, entró en celo y está suplicando que vayas, le dije que tenias cosas que hacer, pero sabes…está comportándose como un niño berrinchudo, hablando sobre que un beta quiere quitarle tu atención—Ohm rodó los ojos ante esa última información,

—¿y…qué se supone que yo deba hacer al respecto?-—Gigie alzó los hombros, buscando la mirada del alfa,

—tu mejor que nadie debe saber lo que debería hacer a continuación, solo soy un informante-—dijo con cautela, Ohm suspiró dándose vuelta, tomó una pequeña cangurera donde llevaba dentro su celular, las llaves del automóvil, y otras cosas que necesitaba para su día diario.

—¿dónde está?, vamos—murmuró saliendo por la puerta.