CAPÍTULO SEIS: A O S C U R A S

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NOTA DE ALERTA:  CONTIENE +17

Los restos de la manzana rodaron por el piso antes de que se escuchará la voz —follame—le dijo con suavidad y podía jurar que era muy cerca de su oído, Ohm sentía el aliento tibio de Korapat en su cuello, abrió los ojos con lentitud mientras le mi...

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Los restos de la manzana rodaron por el piso antes de que se escuchará la voz —follame—le dijo con suavidad y podía jurar que era muy cerca de su oído, Ohm sentía el aliento tibio de Korapat en su cuello, abrió los ojos con lentitud mientras le miraba entre esa oscuridad, la luz no iba a regresar, posiblemente hasta el día siguiente si había suerte,

—No lo dirías si no hubieras entrado en tu celo— le respondió quedito pegando la frente a la ajena,

—leí que el celo es doloroso— musitó Korapat,

—¿ y no sientes dolor entonces?-— interroga Ohm, con el paso de los segundos Korapat negó besándole reiteradamente en los labios,

-—Tal vez sea por los supresores — dijo, Ohm deslizó sus manos por la espalda no llegando a tocar más abajo, estaba tratando de contenerse, poniendo rígida la mano, pero también la oscuridad estaba volviendo a Korapat con más seguridad,

—¿qué.. es lo que sientes?-—interrogó con nerviosismo, el silencio se apoderó del lugar, Korapat detuvo los besos y se separó unos centímetros del más alto, le miró a los ojos y apretó los labios, llevó la mano hacia la mejilla de Ohm para acariciarla,

—Siento calor cuando me besas, siento que intentas quitarme el alma cuando me aprietas, estoy ansioso, no quiero decir más… pero sino necesitas esto, iré a la cama, duerme en el sofá— dijo señalando hacia la sala antes de alejarse, Ohm sintió una fuerte punzada dentro, su lobo estaba enfadado, golpeándose contra su pecho, no demoró mucho para seguirlo, le tomó por el antebrazo y lo jaló hacia sí, sus rostros quedaron cerca y el beso se inició de forma intensa, sus ojos se cerraron al compás del movimiento de sus labios, la mano libre de Korapat se envolvió en el cuello adverso intensificando el contacto; Ohm devoró los labios de su acompañante, en poco tiempo se separan por la falta de aire, pero Ohm aprovechó para retirarse su playera, torpemente ayuda al más bajo para quedar en igualdad de condiciones, Korapat al ver los musculos del abdomen bien marcados, inconscientemente ambas manos las lleva para acariciar con la yema de los dedos cada uno de los cuadros marcados, eran tan duros y la piel tan suave que se le escapó un suspiro, sus mejillas se tiñeron de color carmesí, Ohm observó esos movimientos y sonrió amplio, llevó su mano a la de Korapat guiandolo para que siga tocandolo, Korapat pierde por un momento el control de su lobo y salta sobre el cuerpo de Ohm, el más alto no duda en cargarlo mientras Korapat enreda sus piernas alrededor de la cintura ajena.

En ese solo momento el lobo de Ohm reventó de felicidad, se había sentido débil durante casi sus 17 años, pero en un segundo tenía más energía que un niño pequeño, estaba activo en todos sus sentidos, solo las batallas lo tenían tan interesado pero ahora era Korapat y su lobo Nanon que se llevaban todo el crédito;  entre la penumbra, carga al menor hasta lo que le pareció la habitación, entre besos húmedos y caricias lo coloca en el colchón, desliza sus besos por el cuello unos instantes y Korapat suspira nuevamente, pero no se mueve, Ohm estaba consciente y se repetía una y otra vez que no haría nada que pudiera provocarle dolor a Korapat o a su lobo,  cada vez que se movía, por su cuello colgaba el pequeño frasco de plata, podía sentir el frío del vidrio colando esa pequeña parte de su piel, avisando que ahí estaba el freno para cualquier contratiempo, así que se repetía en incontables veces que no podía dejar escapar a su lobo, no podía perder la inconsciencia, ni permitirle salir,  entonces prosiguió bajando sus besos por el pecho de su acompañante, el olor de la piel de Korapat le volvía loco, el color de sus ojos variaba entre el rojo claro y el rojo muy oscuro por momentos, su atención se quedó fijamente en las tetillas de Korapat mientras las succionaba con los labios, la respiración del menor se hacía más rápida, sus manos recorrian el cabello oscuro de Ohm, cerraba sus ojos con los labios entreabiertos mientras le jalaba el pelo por momentos, su cuerpo estaba hirviendo y Ohm deseaba ayudarlo también, pero no deseaba que Korapat lo malinterpretara, jamás había estado con un Omega como él, que era, no podía explicarlo en ese preciso momento, pero diferente.

Eonia alma [OhmNanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora