Eonia alma [OhmNanon]

CAPITULO CUATRO.- O H M

Nota: Esta una de las balsas que aparecerá en el capitulo, en bankok la utilizan para dar tours por los canales.

La semana había pasado maravillosamente para Ohm, la escuela en China había sido totalmente diferente a la que acudía ahora en Tailandia; actualmente todo el mundo le hacía conversación tratando de averiguar un poco de su vida y eso para nada le desagradaba, al contrario se sentía importante y sentía que las demás personas querían conocerlo, aún tenía la duda si algún día podría contar su verdadera historia, o si sería afortunado de conocer a alguien que le abriera el corazón y le inste para conocer al verdadero Ohm, aunque sea en silencio, por ahora únicamente hablaba superficialmente de si mismo, todos los días podía ver al chico que había visto el día de la noche de la carrera de autos, ahora sabia que de llamaba Korapat; a la luz del día le parecía atractivo, poseia finas facciones, y sus ojos le parecian dos brillantes estrellas, en fin, prosigamos con esa semana; Ohm observaba discreto tratando de averiguar cómo él chico hacía para salirse con la suya. La belleza no era algo por lo que los alfas dejaran todo, la belleza era algo superficial. Y eran las feromonas las que potencializaban el desorden cerebral en un alfa. En el trascurso de esos días Korapat no hizo nada fuera de lo normal. Y esa era una de las razonea por las que a Ohm le parecia fascinante y hasta interesante. ¿Cómo lograba que los demás alfas se perturbaran?

Viernes por la tarde, Ohm cerraba su casillero y se disponía a irse a casa, Drake no tuvo planes para ese fin de semana, pensaba en ello cuando el joven Korapat se acercó a él golpeando la puertecilla del casillero, llamando así su atención; aunque no regresa a verlo enseguida sabe que se trata de él, suelta una pequeña risa regresandolo a ver con cautela; no sabe bien si es de nervios o encantado de aquella personalidad tan especial, alzó una ceja antes de preguntarle 

—¿Y ahora porque tan de mal humor?-—Korapat lo veía furioso a los ojos, parecía que en cualquier momento sacarían chispazos, rápidamente respondió recargandose con el brazo en el casillero de Ohm,

—¿Cómo debería llamarte Bin Lin? -— Ohm que no entendía la situación a la que se refería , se quedó en silencio, quizás asimilando la interrogante, —-¿realmente quién eres?-— volvió a indagar Korapat que cada vez parecía más furioso, el joven alfa retuvo un suspiro,  desviando enseguida su mirada hacia el pasillo, de dónde venían un grupo de jóvenes de otros grados,  sostuvo con fuerza el lazo de su mochila y regresó la mirada a Korapat una vez que estos pasaron de largo,

— es exactamente la misma pregunta que quiero hacerte, ¿quién eres?-—para ese momento no se refería exactamente a sus nombres,  Korapat mordió su labio inferior, bajando esta vez la mirada hacia el azulejo de la escuela que para ese momento le pareció de lo más brillante del mundo, el silencio fue sepulcral y aunque no sabían que hacer, Ohm rompió el silencio de repente, —-vayamos a un lugar más tranquilo donde podamos charlar, ¿Te parece bien?— y volvió a sonreír, de repente su aspecto gigantesco y sus ojos feroces se convirtieron en unos pequeños ojos de media luna que le hacían parecer un cachorro irresistible, Korapat bajó su brazo y aunque su semblante parecía neutral estaba haciendo un esfuerzo desmedido para controlarse, solo era una conversación, solo eso.