Eonia alma [OhmNanon]

CAPÍTULO VEINTIUNO (final): G I R A S O L E S

La curandera corrió a gran velocidad una vez que escuchó la noticia, la aldea china quedó atrás, los jefes ancianos no sabían cómo detenerla, el momento de aparecer era el adecuado, podía oler el aroma tan fuerte de los rastreadores, esperaba que pudiera llegar a tiempo, cruzó la frontera con los betas y pudo identificar el lugar donde se llevaba la confrontación, entró a la cueva donde se escuchaban los rugidos de los Lobos, la batalla había dado inicio.

Cuando penetró en la cueva, pudo vislumbrar a Ohm tirado en el piso, uno de los alfas rastreadores sonreía perversamente manteniendo su pie sobre la espalda de este, otro más mordía la pierna, y el omega lloraba mientras le tapaban la boca, justamente cuando la curandera entró los alfas que rodeaban la cueva regresaron a verla, Ohm aprovechó ese segundo de desconcierto para patear al alfa que había mordido su pierna, lo hizo tan fuerte que uno de los dientes caninos fue trozado, la curandera intervinó con voz de mando;

-¡SILENCIO TODOS!-
Los alfas se quedaron inmóviles, inclusive Ohm se sintió removido, mientras identificaba a la curandera tomó aire y aventó la pierna del otro alfa para poder levantarse, la curandera miró a cada uno de los rastreadores, ella ya no parecía más una anciana, su rostro era el de una persona entrada en sus 40, las arrugas ya no eran visibles, Ohm pudo identificarla por su voz, era una voz que no olvidaría, pero sobre todo la apariencias jovial que ahora gozaba era la muestra de lo extraordinaria que era.

"Se regenera" Pensó Ohm.

-Son unos inútiles-murmuró caminando a un costado, -este lugar huele a apareamiento, ¿ya identificaron si el omega está marcado?- , el alfa que amordazó a Korapat presionó fuerte de la cintura y obligó a éste para que dejara libre su cuello, la marca estaba muy visible, la unión había sido exitosa, la mujer entrecerró los ojos con fuerza y negó con la cabeza, cuando tomó el suficiente tiempo y escuchó la voz del alfa sometedor abrió los ojos,

-ha sido marcado-, los presentes miraron a Ohm no exactamente de manera positiva, sus miradas eran tan intensas que Ohm tragó saliva.

-¿entonces....él es el responsable?-señaló, Ohm se mantenía expectante, mirando de los alfas hasta perderse en la mirada de la mujer a quien siempre llamó curandera,