🥂 EL BARTENDER 🚬 BROCKXBO 🔥

Pt. 1 "Camino al club"

Nota: Además de la sinopsis, también subí un pequeño adelanto que por lo visto no se les notificó a todos owo
Obviamente es necesario leer ese adelanto para poder leer esta parte :3
Lo subí de una vez porque ya tengo varios capítulos escritos xdxd

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Narrador:
Era muy temprano. A punto de dar las 8:00 de la mañana. Del grupo de amigos mencionados anteriormente, solo el mayor se encontraba despierto a esta hora. Tenía que dejar el desayuno listo para sus hijos, ya que debía irse todo el día a su arriesgado "trabajo".
¿Por qué de día? Porque en la noche iría al tan mencionado club nocturno junto a sus 3 amigos.

Una vez que había terminado de cocinar, se dirigió al cuarto de sus hijos. Los veía dormir. En el fondo se lamentaba tener que descuidarlos por tantas horas, por lo que se aseguraba de cumplir todos los caprichos que ellos pudieran presentar, así como asegurarse que no les hiciera falta nada. Absolutamente nada.
Ambos niños iban a uno de los colegios con más prestigio en toda la ciudad y lucían la mejor ropa y calzado que cualquier otro alumno de ese instituto. Incluso vestían mejor que su padre.

Luego de una hora, el timbre de su casa sonó. Era la niñera de sus hijos.
Aunque ellos eran independientes, Bo había contratado a una joven mujer para que cuidara a ambos niños y así poder estar tranquilo en que ellos estarían más seguros bajo el cuidado de alguien.
-Buenos días, señor... -decía ella. Quien lo miraba con encanto.
-Buen día. -decía Bo secamente, dejando que la mujer entrara.
Sus hijos se levantaban siempre a las 6:30 de la mañana, ya que debían estar listos para ir al colegio a las 8:00, pero los sábados, como ese día, o domingos, se podían levantar a la hora que ellos quisieran. Aunque era normal verlos despiertos desde las 9:00 de la mañana. Por eso había citado a la niñera a esa hora.
-¡Buenos días! -gritaban Nita y Leon luego de levantarse.
La niñera muy amable les respondía el saludo, así como Bo.

Era hora de irse. Grom le había dado aviso a Bo de que ya estaban listos, tanto él como los otros 2, para reunirse en el lugar de siempre e ir a cometer el atraco del día. Bo se despidió de sus hijos y la niñera y caminó muy tranquilamente al estacionamiento subterráneo de un centro comercial.
Ahí lo esperaban sus amigos, en la gran camioneta 4x4 de Bull. Él no podía usar su tan querida motocicleta cuando tenía que transportar a sus amigos al próximo lugar al que irían a atracar.
Bo tomó el lugar de copiloto, mientras que Grom y El Primo iban atrás.

-Y bien, jefe... ¿Ahora pa' dónde jalamos? -preguntaba El Primo.
-Anoche estuve viendo en Facebook que hay un negocio que está resultando ser un éxito... -contestó Bo.
-¿De qué es? -preguntó Grom.
-Es una tienda de ropa. Se encuentra en la ciudad que está al noroeste. Yo los iré guiando. -dijo Bo.
-¿Y crees que sí podamos sacar buen varo (dinero) de ahí? -preguntó El Primo.
-Sí. Es la primera tienda que vende ropa de marca en esa ciudad. Además, apenas ayer inauguraron. -respondió Bo.
El mayor fue dirigiendo a Bull, quien iba conduciendo. Les gustaba cuando sus asaltos tenían que ser de día, los llenaba de emoción y adrenalina.

Con ayuda de pasamontañas y armas, Bo, El Primo y Bull bajaron de la camioneta para cometer su delito una vez que llegaron a aquél mencionado negocio.
A Grom le tocaba conducir una vez que ellos hayan cumplido con su cometido.
Grom les había dado un walkie-talkie a cada uno con la intención de avisarles si la policía estaba cerca para que así ellos estuvieran al tanto y huir del lugar. Él no participaba en los asaltos debido a su torpeza, ya que se ponía nervioso. Pero era muy bueno vigilando a su alrededor y detectando alguna acción sospechosa que pudiera ponerlos en peligro a todos.

Como era de esperarse, se salieron con la suya. Era cierto, ese negocio era un éxito.
Sabían que con ese botín podían vivir sin preocupaciones por mínimo una semana, o tres, si sabían administrar ese dinero.
-¡Písale, imbécil! -le gritaba Bull a Grom, quien se había quedado entretenido al ver la cantidad de billetes que llevaban.
-¡¿Cuánto es?! -preguntaba Grom en lo que aceleraba.
-¡Eso qué importa en este momento! -le gritó Bull.
Grom se dirigió por un camino distinto al que habían tomado para ir a esa ciudad, pero de cualquier manera llegaron a su ciudad de procedencia.