Joshua Hong odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan antipático, así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Lee Seokmin, para que sea el novio...
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—Mamá, ¿tú sabías que la hermana mayor de Seokmin tiene cáncer?
Su mamá se atragantó con el café que estaba tomando a la hora del desayuno, sorprendida ante la pregunta de Joshua, para luego mirarlo de forma incrédula.
Pero a Joshua no lo engañaba: había aprendido a leer las emociones de su progenitora con facilidad luego de que su padre muriera y quedaran solos.
Así que podía ver la mentira en la expresión de su madre, el repentino desconcierto y miedo que la delataba.
—¿Su hermana? —su mamá terminó de tomar el café de golpe, evitando mirarlo—. No, claro que no.
Joshua entrecerró los ojos.
—La otra vez le preguntaste cómo estaba —se inclinó un poco sobre la mesa—. Mamá, no soy idiota —bajó un poco la voz—. ¿Conocías de antes a Seokmin?
Su mamá abrió la boca, ofendida.
—¿Qué quieres decir con eso, Joshua?
—Quiero decir que esa maldita página de inter–
—¡Yujuuuuuuuuuuuuuuuu!
Seokmin entró a la cocina, sonriente hasta que notó el ambiente tenso entre la familia. Se removió, incómodo, mirando para todos lados.
—Uhm, yo quería...
—Nos vamos —Joshua agarró su mochila, dirigiéndole una mirada de advertencia a su mamá—. Conversaremos después.
Tomó la mano de Seokmin y lo arrastró hacia fuera, quien apenas tuvo tiempo de hacerle un gesto de despedida a la mujer. Se dejó llevar por Joshua, aunque podía notar el agarre apretado sobre su mano, mas no dijo nada hasta que estuvieron en la calle y empezaron a caminar.
—No —relajó su agarre un poco para luego pasar su brazo sobre la cintura de Seokmin—. No es nada, bebé.
No iba a preguntarle sobre aquella horrible duda que lo carcomía por dentro, que no lo dejaba dormir por las noches. No podía simplemente detenerse a interrogar a Seokmin, no cuando estaba preocupado por el estado de su hermana, cada vez peor.
A veces, hasta creía que tampoco quería saber la respuesta. ¿Y si no le gustaba?
—Estás muy cariñoso —comentó Seokmim de pronto, besándole la mejilla.
—¿Quieres que no lo sea? —preguntó Joshua estoico.
—Está bien así —Seokmin lo abrazó, sonriendo—. Te quiero mucho, Joshua.
—Mhn.
Seokmin trató de no darle importancia mientras seguían caminando en silencio.
Su móvil sonó en señal de que había llegado un mensaje, y Joshua lo revisó, notando que era de Jeonghan.
—Mierda —murmuró con pesadez.
—¿Qué pasa? —preguntó Seokmin.
Joshua mordió su labio inferior, molesto.
—Jeonghan me acaba de avisar que al parecer Jun y Wonwoo terminaron —gruñó con una mueca de desagrado—. No tiene detalles, pero incluye a cierto chico hiperactivo que los dos conocemos.
—¿Qué? —Seokmin se detuvo—. Jun y Wonwoo no pueden terminar, ellos no... ¡Iban a cumplir los dos años de pareja!
—Minnie, cálmate —pidió Joshua—. No nos podemos meter entre ellos, no es asunto nuestro.
—¡Es Junnie! —Seokmin pateó el suelo con rabia—. ¡A Junnie le gusta Wonwoo desde que tenía quince años!
—Minnie —murmuró Joshua suavemente—, a veces las cosas son así. A veces el amor se acaba y no se pude hacer algo para evitarlo.
Seokmin lo miró en silencio unos segundos.
—Yo nunca dejaría de quererte, Joshua —dijo sonriendo tristemente.
Nunca dejaría de quererte, aunque eso fuera mi perdición.
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