Joshua Hong odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan antipático, así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Lee Seokmin, para que sea el novio...
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El doctor le estaba diciendo a Seokmin que lograron estabilizar a Seola a tiempo, pero que no se hiciera muchas ilusiones porque podía fallecer en cualquier momento.
Joshua estuvo a dos segundos de darle un golpe al doctor en el rostro por hacer llorar a Seokmin, pero tuvo que contenerse porque estaban en un hospital.
Pero se limitó a darle un abrazo, acariciando su espalda mientras le decía que se tranquilizara, que todo iba a estar bien, que Seola iba a mejorar y pronto podría llevarla a casa para hacerla reír y bromear.
Horas después, el doctor les permitió ver a Seola unos minutos.
Seokmin no dudó en tomar la mano de su hermana mayor, demacrada y con su mascarilla sobre su rostro, y decirle que estaba precioso ese día. La chica se limitó a reírse con suavidad, acariciándole el cabello a Seokmin mientras cerraba sus ojos un momento.
—Minnie, ¿podrías traerme algo de comer? —le preguntó Seola pellizcándole la mejilla.
—Pero noona... —murmuró Seokmin—, no quiero dejarte sola.
—No estaré sola, Minnie, Joshua estará aquí —Seola sonrió—. Por favor, Minnie, la comida del hospital es demasiado mala y muy poca, mi pobre estómago está gruñendo.
El muchacho mordió su labio inferior, indeciso, para luego asentir mientras miraba a Joshua con súplica para que se quedara. Joshua, por supuesto, no dudó en aceptar, sentándose al lado de Seola para vigilarla bien.
Apenas Seokmin salió, la muchacha se volteó hacia Joshua.
—Quiero que lo cuides —dijo Seola firmemente.
Joshua parpadeó, pensando en decirle que no hablara esas cosas, pero al ver a Seola decidida, se limitó a asentir.
—Seokmin le teme a casi todo —prosiguió Seola como si nada—, así que no te atrevas a hacerle alguna broma para asustarlo, porque de seguro se pondrá a llorar y tú no quieres ver a Minnie llorando, te rompe el corazón —la chica sonrió—. Minnie ama las cosas dulces, así que si alguna vez se enoja contigo, tienes que comprarle un pastel y te va a perdonar. Se pone muy colorado cuando le dices que se ve hermoso, porque Minnie no cree que sea lindo, así que si se lo dices cada mañana, puede que empiece a aceptar que es precioso.
Joshua tragó saliva, sintiendo sus labios temblando.
—Cuando Seokminie está triste, tienes que abrazarlo y mimarlo mucho, es como un niño pequeño al que hay que darle mucho amor —la voz de Seola se quebró—. Es muy curioso, por lo que las sorpresas no suelen resultar con él ya que va a insistirte para que le digas todo. Hace berrinches si ve algo que le gusta mucho pero no puede tenerlo, aunque le duran sólo unos minutos si empiezas a pellizcarle las mejillas y hacerle cosquillas. Y, por sobre todo, suele preocuparse mucho de los demás y se deja a sí mismo de lado, no quiere que nadie se fije en él, así que por favor, Joshua, por favor, nunca lo dejes solo y cuídalo siempre, porque Seokminie es mi bebé y no quiero que nadie le haga daño.
El peliazul sintió sus ojos húmedos al ver a Seola observándolo, sin embargo, se limitó a asentir mientras la chica sonreía con calma.
—Lo prometo, Seola noona.
Quería decir algo más, pero en ese momento Seokmin volvió y no tuvo oportunidad para hacerlo.
Sin embargo, cuando salieron, le dio un beso en la mejilla a Seokmin para decirle que estaba con él, y alcanzó a ver la mirada satisfecha de Seola sobre ellos.
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