Joshua Hong odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan antipático, así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Lee Seokmin, para que sea el novio...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Junnie.
—¿Qué?
—¿Estás bien?
—Por supuesto que estoy bien —el libro que Jun estaba metiendo en el librero de la biblioteca golpeó la pared debido a la fuerza que había usado el chico—. ¿Por qué no estaría bien?
—Porque Won–
—¿Por qué terminé con ese gato callejero que al parecer se estaba acostando con ese imbécil de mierda? —Jun lo miró con una sonrisa tensa—. Wonwoo no me merece, soy demasiado para él, así que yo terminé con él.
Seokmin se quedó en silencio un momento, observando el rostro ojeroso de su amigo, para luego mirar hacia atrás, viendo llegar a Joshua.
Joshua le hizo un gesto extraño que no pudo entender bien.
El chico de cabello rubio se detuvo y sus labios temblaron. Seokmin dio un paso, dispuesto a sostenerlo cuando se derrumbara.
Sin embargo, Jun se limitó a frotar sus ojos furiosamente.
—Wonwoo no merece mis lágrimas —se limitó a decir.
Seokmin y Joshua se miraron de forma cómplice.
—Está bien que llores, Junnie —señaló Seokmin.
—Lloraría si supiera que el término le dolió tanto a Woneoo como a mí —dijo Jun—. Pero lo veo muy bien hablando con su novio.
Los dos chicos se giraron hacia la dirección en la que Jun apuntaba, viendo a Wonwoo sentado detrás de una mesa, con Mingyu a su lado, hablando en voz baja, ajenos al resto.
—Joshua, agárrame la camisa —el peliazul rodó los ojos ante la petición de Seokmin, pero obedeció—. ¡SUÉLTAME QUE YO LOS MATO!
Su grito resonó en toda la silenciosa biblioteca, llamando la atención.
Wonwoo levantó la vista, palideciendo, en tanto Mingyu se ruborizaba.
—¡¿ME OYEN, MALDITOS TRAIDORES?! —siguió gritando Seokmin mientras Joshua fingía sostenerlo para detener sus pasos—. ¡SON UNOS SUCIOS, SON LOS PEORES AMIGOS DEL MUNDO, PUEDEN IRSE AL DIABLO AHORA MISMO! —Joshua lo soltó en el momento en que dos guardias llegaron, agarrando a Seokmin de los brazos para sacarlo—. ¡CUANDO LOS VUELVA A VER LES CORTARÉ EL PENE A LOS DOS, ¿LO TIENEN CLARO?!
Los tres amigos fueron expulsados de la biblioteca gracias a eso, por supuesto.
Joshua suspiró mientras caminaban por los pasillos, con un silencioso Jun a su lado mientras Seokmin seguía despotricando.
—¿Piensas hablar con Wonwoo más adelante? —preguntó Joshua frunciendo el ceño.
—No lo sé —Jun se encogió de hombros—. Si Minnie te mintiera, ¿querrías volver a hablar con él?
Seokmin se quedó en silencio de pronto.
—Depende de qué tipo de mentira estemos hablando —respondió Joshua con su estomago revuelto.
—Oh, claro —Jun mordió su labio inferior—. Pero, ¿si para ti fuera algo imperdonable?
¿Cómo que me ocultara cosas de su familia? ¿Cómo que no me diga de dónde salió realmente? ¿Qué no me diga quién es?
—Yo te perdonaría todo, Joshua —dijo de pronto Seokmin con la voz temblando.
Joshua lo miró, deteniendo su caminata.
—Por supuesto que yo igual lo haría, Minnie —respondió Joshua con voz grave—, pero que te perdone no significa que las cosas sigan iguales.
Seokmin enmudeció.
Hubo un pequeño silencio.
—¿Por qué hablan como si fueran a terminar? —regañó Jun tratando de que el aire tenso desapareciera—. Vamos, estoy desanimado y quiero comer como el gatito bonito que soy.
Joshua rodó los ojos otra vez, volviendo a caminar.
—Vamos, gatito volador, los invito a comer una pizza —dijo Joshua.
En lo único que podía pensar Seokmin era en pedir perdón.
Pero las palabras no salieron nunca de su boca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.