A beautiful disaster.

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•Capítulo dedicado a: mariel_ascencio ¡muchísimas gracias bae!❤

*Narra Laureen*

A penas pongo un pie dentro del auto de Chris y el vestido se me atora al cerrar la puerta. Oh genial.

-Tranquila pequeña. -me dice mientras quita los seguros para que la pueda abrir de nuevo y meterme bien.

-Listo. -digo alargando un poco la 'o' y me pongo el cinturón.

-Te ves hermosa. -dice al momento que enciende el auto. ¿Acaso pretende matarme con comentarios como ese? ¿En serio? Recuerda Laureen, dura como una roca, dura como una roca... Du-dura. ¡Maldita sea! Porque tiene que poner su mano en mi pierna y... Oh no, semáforo en rojo, me está mirando, me está mirando...

-¿Nerviosa? -pregunta. ¿¡QUÉ!? ¡Claro que no! Concéntrate Laureen, es solo Chris y ya no eres una adolescente con hormonas incontrolables. Eres una mujer... Eres fuerte. Lo eres. Quiero decir: lo soy, ¡lo soy!

-¿En qué tanto piensas? -pregunta y una leve risa se le escapa.

-En lo extraño que es esto. Tú y yo saliendo después de tanto tiempo... -admito.

-Eso sí. Aunque básicamente sería nuestra segunda cita. -dice y quita su mano para mover la palanca y cambiar de velocidad.

-¿Segunda? -pregunto.

-¡Claro! La primera fué en el lago ¿recuerdas? -oh sí ya recuerdo.

-Pero esa no cuenta. -digo y él me ve por un momento con ojos furiciosos. Aunque lo que pasa después es que ambos soltamos carcajadas por nuestra aparente "discusión". Y ése es otro problema que tengo con Chris, que no me puedo burlar de él. Que todo con él es diferente. Que él puede ser tan yo y tan mi opuesto como le plazca. Que con él sigo siendo la adolescente enamorada del chivo de mala fama... Que con él puedo ser yo misma y no la parte oscura.

-¿En serio te pongo tan nerviosa aún? -pregunta mirándome rápidamente.

Pero evado su pregunta con otra. -¿Te das cuenta que seguimos siendo los adolescentes locos y extraños que éramos hace unos años?

Él comienza a reír y se acomoda un poco el cabello de enfrente. -Sí, me doy cuenta. -dice al fin y un pequeño brillo en sus ojos aparece.

Permanecemos en silencio el resto del camino hasta que llegamos a un lugar muy alto de siete pisos para ser exactos.

-Oye, si tu idea es que coma y después lo vomite por la altura, estás mal si crees que subiré allí. -digo una vez que salgo del auto esta vez teniendo cuidado de no atorarme de nuevo.

-¡Hey no! Aparte aquí no se come. -dice y me guiña un ojo al tiempo que su mano encuentra la mía.

-¿Entonces? -pregunto dudosa.

-Se baila y se toma café o una soda si gustas. Nada de alcohol. No quiero dañar tus riñones también. -dice mientras caminamos.

-¿O sea que es algo así como un bar elegante? -pregunto a lo que él ríe.

-Sí, básicamente. -dice y ambos entramos. Nuestra cara delata nuestra edad. Mi rostro casi no está maquillado salvo por lo poco que hice antes de venir y el de Chris ha cambiado un poco lo tengo que admitir.

Nuestro Presente (Chris Collins)®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora