Capítulo 4

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El día de la cena con la pequeña familia Yoo había llegado. La familia Im por fin se había puesto de acuerdo y los tres terminaban de vestirse. Una vez listos antes de salir de casa la madre de Nayeon le dio la tarea de cargar con el pay de queso que había preparado esa mañana y Nayeon con este descansando en sus piernas se encontraba sentada en los asientos traseros del auto esperando para salir finalmente y dirigirse a la casa de la muchacha.

Miraba por las ventanillas del auto el paisaje que se movía en dirección contraria a la que ella lo hacía observando partes del rancho que no había conocido todavía al estar más alejado de los otros lugares. La casa de los Yoo estaba a una considerable distancia si te decidías por llegar caminando por lo que alrededor de quince minutos después Nayeon asomaba la cabeza por su ventana para ver la bonita casa de los Yoo con una decoración parecida a la de su propia casa. Cuando bajaban del auto él señor Yoo los esperaba en la puerta de la entrada y Nayeon con curiosidad miraba como el hombre hacía un movimiento con su mano para llamar a alguien desde adentro. Jeongyeon fue la que salió después por su puerta y el padre de esta habló.

–Ayuda a la muchacha– el hombre le ordenaba y Jeongyeon a pasos rápidos de acercaba hacia ella.

–Buenas tardes– Se inclinaba en una reverencia –Permíteme ayudarte– Jeongyeon la miraba a los ojos con un gesto que ella no lograba descifrar.

–No te preocupes, puedo llevarlo yo misma– Nayeon le sonreía con amabilidad. Jeongyeon seguía frente a ella esperando a que pusiera el postre en sus manos.

–Por favor permíteme ayudarte– percibió su insistencia y con una sonrisa y dándose por vencida puso el postre en manos de la muchacha.

–Pasen, pasen– El señor Yoo en la entrada esperaba a que la visita entrara uno por uno y cuando Jeongyeon faltaba por entrar la detuvo.

–Compórtate– Su hija asentía apretando los labios y el hombre entró dejándola atrás.

La cena se llevaba a cabo entre silencios siendo interrumpidos por los tenedores chocando en los platos y de vez en cuando cada vez que alguno de los padres de las muchachas decían algo.

– ¿Y ya saben cuánto tiempo se quedarán aquí? – El padre de Jeongyeon preguntaba mientras le daba un trago al vaso con jugo de naranja que su hija había preparado.

–Con Nayeon nos pusimos de acuerdo y el día que ella decida regresar lo haremos pero hasta que eso pase nos quedaremos aquí un par de meses– El señor Im le respondía mientras asentía y sonreía a Nayeon.

– ¿Ella toma las decisiones? – El señor Yoo soltaba una risa mientras masticaba incomodando a la familia invitada y avergonzando a su propia hija después de haber dicho esas palabras. Después de unos segundos la señora Im habló.

–En realidad lo hacemos los tres– Se limpiaba los labios delicadamente con una servilleta –Cualquier decisión que involucre a la familia es consultada por cada uno– Le sonreía a su hija –Creo que así es como funciona ¿no? – Volvía a agarrar el tenedor.

–Mhm, supongo– El señor Yoo asentía restándole importancia al comentario que la mujer había dicho.

Durante todo ese tiempo Nayeon miraba a Jeongyeon que se dedicaba a comer en silencio sin siquiera mirarla y solo levantando la mirada cuando alguien la involucraba en la conversación.

–Jeongyeon, ¿Cómo ha estado el trabajo últimamente? – El señor Im trataba de conversar con la muchacha que después de dar un gran trago a su vaso habló.

–Bien, estamos poniendo nuestro mejor esfuerzo aquí en el rancho– Le sonreía al señor y regresaba su vista al plato.

– ¿Y que nos dices de Monte? – La madre de Nayeon se unía con su esposo para hacer hablar un poco más a la pelicorto. Ahora si llamando su atención e incluso soltando el tenedor haciendo un poco de ruido Jeongyeon volteaba a verlos.

BOOKS AND HORSES || 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora