Capítulo 6

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El sol todavía escondido y Jeongyeon a esas horas de la madrugada apenas comenzaba a levantarse contrario a Nayeon que prefería hacerlo una vez que el sol ya se encontraba más que brillante y fuera de su escondite. Se estiró y bostezó mirando el reloj que descansaba en la mesita de noche a un lado de su cama temporal. Las cuatro de la mañana y sabía que debía apresurarse si no quería llegar tarde, quería terminar todo el trabajo para cuando su padre estuviera de regreso y así el notara que ella no había desobedecido sus órdenes. A diferencia de otras mañanas en las que sin motivación alguna tenía que prepararse cada nuevo día, esta mañana se sentía diferente a las anteriores y con unas desconocidas ganas de empezar el día. Se vistió y cuando terminaba de apretar los cordones de su bota derecha, un sonido en la cocina llamó su atención, era muy temprano para que su compañera de películas estuviera despierta. Con los dedos de su mano cepilló su cabello jalándolo hacia en frente y terminando de acomodar el lugar donde durmió finalmente salió para ver que ocurría en la cocina.

De espaldas a ella y como supuso, Nayeon se encontraba vaciando la cafetera en dos tazas mientras que con los ojos aun decidiéndose estar abiertos o cerrados se volteó, miró hacia ella y con una sonrisa la saludó.

­–Buenos días–

–Buenos días– le respondió con duda en su voz preguntándose qué hacía por la cocina a esas horas.

– ¿Gustas café? – Le ofrecieron y ella aun mirando los movimientos de su mayor asintió.

–Si...gracias– como de costumbre acariciaba su brazo cuando comenzaba a ponerse tímida.

–Por el calor no te preocupes, he escuchado que si tomas bebidas calientes al mismo tiempo que tienes calor, la temperatura de tu cuerpo se adaptará al clima y dejaras de sentirlo–

–Ah...no sabía, es increíble– asombro reflejaba en su rostro y la duda todavía lo acompañaba.

–De hecho si es increíble, mi amiga Momo me lo dijo y ella no es la fuente más confiable– comenzó a reír y Jeongyeon se preguntaba si las personas sonámbulas podían preparar café y entablar una conversación.

–El azúcar está aquí– La más baja le acercaba el azúcar junto a una pequeña cuchara después de haberla usado.

–Gracias.

En silencio bebían de sus tazas, era un poco incómodo pero Jeongyeon no quería interrumpir los pensamientos de la otra muchacha que veía a la nada mientras sorbía de su taza.

– ¿Cuándo empezamos?

– ¿Disculpa? – desprevenida le respondió.

–Las clases, tú me enseñas y yo te enseño– le preguntaba mientras dejaba su taza en el fregadero y acomodaba el azúcar y lo que usó en su lugar.

Pensaba en algún momento en el que estuviera desocupada y que su padre no estuviera detrás de ella casi todo el tiempo. La mirada de Nayeon esperando por una respuesta no la dejaba concentrarse y no se le ocurría nada.

–Eh...yo... no lo sé.

Nayeon miró como dejaba su taza en la barra y suponiendo que ya había terminado la agarró y la dejó en el fregadero junto con la suya – ¿te parece la próxima semana?

Pensando que así tendría más tiempo para planear algo y poder hacerlo sin que su padre se enterara terminó por aceptar y con una sonrisa por parte de la mayor quedaron hasta la próxima semana.

–Bien, supongo que ya tienes que irte– ahora que las dos habían terminado de beber el café preparado por la mayor, solo se miraban entre ellas sin saber que más decir.

BOOKS AND HORSES || 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora