Capítulo 10

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Al siguiente día Jeongyeon se presentó después del mediodía en la puerta de la familia Im en busca de Nayeon, tocó la puerta esperando por su compañera y cuando por fin apareció la recibió con un gesto de sorpresa

–Viniste– Jeongyeon estaba sorprendida de visible felicidad que Nayeon desbordaba.

–Me apresuré a terminar– le sonrió a la mayor de forma amistosa entrecerrando sus ojos.

Después de que Nayeon avisara a sus padres emprendieron su camino hacia el lugar que habían elegido para practicar.

–Espero no haber olvidado lo que aprendí apenas hace un día– bromeó Nayeon mientras caminaban.

–Lo dudo, eres muy lista– Jeongyeon volteó sonriéndole de manera dulce.

– ¿Tú crees? – esperó la respuesta de la menor.

–Por supuesto–

Y Nayeon lo sabía, pero escucharlo salir de la boca de Jeongyeon y no de alguien conocido como su familia o antiguos compañeros la hicieron sonreír más de lo que quería terminando por voltear su rostro para ocultar su gran sonrisa.

–Gracias– chocó su hombro con el de la menor haciéndola reír.

–Tú también lo eres– con atención fijó su mirada en Jeongyeon esperando por otra respuesta.

Jeongyeon bufó.

–De verdad–

–Ni si quiera puedo escribir  mi nombre– terminó de decir frunciendo el ceño.

Su respuesta causó molestia en Nayeon preguntándose y casi confirmando que el padre de la menor habría influido en su visible inseguridad. Sin pensar acercó su mano acariciando el hombro de la menor para llamar su atención haciendo que se sonrojara.

–Todo a su tiempo Jeong, no creas que yo aprendí todo lo que sé de un día para otro– le sonrió cuando Jeongyeon volteó a verla.

–Llegamos, Monte seguramente está molesto por hacerlo esperar– comentó la pelicorto mirando como Nayeon se acercaba al caballo.

–¿Verdad que no estas molesto?– Se acercó al caballo para acariciarlo causando una risa en la menor –¿empezamos? – volteó a verla.

–Claro ¿todavía necesitas ayuda para subir? –

–Si– mintió. 

Caminó hacia Nayeon sintiéndose nerviosa de repente recordando que para ayudarla de nuevo tenía que poner sus manos en su cintura. Cuando pudo subir se alejó un poco para que la mayor se tomara su tiempo y pudiera adaptarse a la silla.

–¿Estas lista? – Preguntó recibiendo una afirmación para después comenzar a guiar de forma lenta al caballo.

Por algunos días dejaría que solo diera pequeños paseos guiados por ella con el propósito de que Nayeon pueda acostumbrarse al movimiento. Además de que todavía notaba que la mayor parecía olvidar sujetar bien las riendas ya que dejaba caer sus manos descansándolas en la cresta del animal.

–Realmente me gusta esto– Jeongyeon sonrió al escuchar sus palabras.

–Me alegra que te guste– volteó a verla –yo adoro pasar tiempo con Monte.

La tarde pasó igual de rápida como en el primer día. En algunas ocasiones Jeongyeon dejó por si sola a Nayeon cuidándola a una pequeña distancia en caso de que Monte decidiera hacer algunos de sus repentinos y bruscos movimientos.

Estar tanto tiempo expuesta a los rayos del sol tuvo como efecto que Nayeon quisiera regresar por lo que preguntó si podían irse antes comentando que podían descansar unos momentos en la banca de la entrada recibiendo después una respuesta positiva por parte de la pelicorto.

BOOKS AND HORSES || 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora