Capítulo 11

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Nayeon recién despierta miraba el techo de su habitación pensando en todo y nada al mismo tiempo.

Sin saber por qué, los recuerdos con Jinyoung llegaron a su mente con un malestar haciéndola fruncir el ceño. Realmente había sido una pérdida de tiempo su noviazgo con el chico que descubrió que, además de ser intenso como alguien que solo quería con ella la mayoría del tiempo solo para fastidiar a sus amigas, estaba con ella por su popularidad entre los estudiantes destacados y como no, su dinero. Solía ignorar los comentarios que sus compañeros hacían e incluso las advertencias por parte de chicas que se compadecían de su relación. Recordaba las veces que el la invitaba a cenar o a dar un paseo para que al final le dijera que había olvidado su billetera o que simplemente el invitaba a la próxima. El dinero no era un problema para alguien como Nayeon, lo que detonó el fin de su relación fue haber escuchado de la propia boca del chico como ella cumplía sus caprichos con solo pedirlos mientras reía y hacia una referencia sexual con sus compañeros quienes solo rieron junto con él.

Después de haberlo escuchado prefirió no hacer una escena sabiendo que de cierta manera ni siquiera era para tanto, alguien como Jinyoung no la haría perder los estribos tan fácilmente. Como propio capricho y para terminar las cosas, invitó al chico al restaurante más lujoso que conocía y sabiendo que dejaba su billetera a propósito lo hizo pedir lo que quisiera imitando ella su acción terminando por excusarse con ir al baño robando el celular del chico para tirarlo al agua evitando que este llamara a su padre para salvarlo como usualmente hacia y finalmente abandonarlo con la cuenta más jugosa que había podido tener aquel restaurante ese día.

Sonrió. Siempre que recordaba la forma en la que terminó las cosas se alegraba de no haber explotado como el chico o sus amigos habrían esperado. Alguien como Im Nayeon no era fácil de impresionar.

Se levantó dando por terminada la sesión de Pensamientos a la hora de despertar y decidió tomar el desayuno más tarde para leer un poco.

Tomó un baño y se vistió de forma cómoda al saber que probablemente y desafortunadamente no debía esperar a nadie. Con una silla puesta en frente del ventanal y la mesa de noche frente a ella, Nayeon abrió su distintivo libro de poemas en una página al azar y se dispuso a leer. Pasaba de poema en poema, de vez en cuando sonriendo o frunciendo el ceño al no haber entendido lo que la poeta expresaba. Después de todo así era la poesía.

Golpes sonaron en su puerta interrumpiendo su lectura.

–¿Nayeon? – su madre habló desde el otro lado de la puerta.

–¡Estoy despierta! – avisó desde el otro lado de la habitación.

–¿No bajas a desayunar?

–¡Lo haré más tarde! –Gritó y cuando ya no escuchó nada al otro lado de la puerta continuó leyendo.

Después de haber decidido que había tenido suficiente agarró su celular entrando a su abandonada biblioteca de música mientras se paraba frente al ventanal e inconscientemente esperaba ver a alguien a la lejanía.

Mientras mandaba un mensaje respondiendo a Sana cuando esta le pidió que le mostrara fotos del lugar, otros golpes sonaron en la puerta haciéndola fruncir el ceño.

–¡Papá, ya le dije a mamá que comeré después! – decía con la mirada todavía puesta en la pantalla.

La puerta se abrió mientras que una pelicorto asomaba su cabeza mirando a la menor de los Im quien seguía concentrada mandando mensajes mientras sonreía a la pantalla.

–¿Nayeon? – dijo sintiéndose culpable por interrumpir a la mayor quien al escuchar aquella voz amplió sus ojos y salió del chat en el que estaba dejando en visto a su amiga para poner toda su atención en ella.

BOOKS AND HORSES || 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora