BOOKS AND HORSES || 2yeon

Capítulo 9

Buscaba uno de sus sketchbook que no estuviera tan usado, había llevado unos cuantos en la maleta ya que le gustaba escribir cualquier cosa que se le ocurriera o que pensara que le serviría en algún futuro como alguna frase motivadora o incluso deprimente. Quería dárselo como regalo a Jeongyeon y cuando lo encontró con solo unas pocas hojas usadas las arrancó haciéndolas una bola de papel y las dejó en el suelo decidiendo que después se preocuparía de limpiar su habitación.

–Vendrá Yeonie verdad– Su madre se asomó por la puerta.

–Moriré de un infarto si siguen apareciendo como fantasmas– con una mano sujetaba el sketchbook mientras la otra tocaba su pecho por el susto.

–Ay Bunny, deberías temerle a los vivos no a los muertos– dijo su madre mientras se recargaba en el marco de la puerta.

–Tu madre tiene razón– Apareció el señor Im detrás de su esposa haciéndola gritar sorprendida.

–Claro– Nayeon se levantaba del suelo con una cajita con los materiales que usarían; lápices, bolígrafos y goma de borrar, sin faltar los marcadores de colores con olores frutales que tanto le gustaban.

–¿Va a venir Yeonie? – Preguntaba ahora su padre.

–¿Por qué me preguntan eso? – interrogaba levantando una ceja mientras descansaba una mano en su cintura.

–Porque cuando viene o cuando está cerca te pones intensa– Sus padres comenzaron a reír viendo como fruncía el ceño.

–No me pongo intensa y saben que me gustan las buenas impresiones– dijo entrecerrando los ojos.

–Lo sabemos– Contestaron sus padres al mismo tiempo y justo después sonó el timbre de la entrada.

–Yo abro– La menor de la familia pasó en medio de los dos separándolos y deteniéndose después dándose la vuelta para verlos–Ya pueden salir de mi habitación– apuntó hacia ellos y luego hacia la salida antes de salir por la puerta.

–Discúlpeme maestra Im– Habló su padre haciendo reír a su esposa mientras los dos finalmente salían.

Una vez abajo se acercó a la entrada y abrió la puerta encontrándose con la pelicorto.

–Buenas tardes– Saludó Jeongyeon con una reverencia y una cálida sonrisa.

–Buenas tardes, entra por favor que hace bastante calor– Cerró la puerta y caminó detrás de la menor sintiéndose de buen humor por verla de nuevo.

–¿Quieres algo de tomar? ¿Ya comiste? – Preguntó abrumando y haciendo reír a la pelicorto.

–Ya comí, gracias– miró como la mayor se volteaba y ponía sus manos en su cintura.

–Bien, entonces vamos lo haremos en mi habitación– se volteó para empezar a caminar a las escaleras.

–¿Cómo? –

–Si, si lo hacemos en la sala mis padres van a estar de un lado a otro interrumpiendo– respondió con obviedad.

–Eh... Si – Jeongyeon se rascaba una oreja mientras la sangre subía a su rostro.

–¿No te molesta que entre hasta tu habitación? –

–¿Por qué me molestaría? – Nayeon preguntó.

–A mi padre no le gusta que entren a su habitación–

Nayeon comenzaba a sentir molestia cada vez que mencionaban algo de aquel hombre pero cualquier comentario que estuviera a punto de hacer mejor se lo guardaba porque al final era el padre de Jeongyeon de quien se trataba.