Capítulo 22

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En caso de tener errores ortográficos, en la redacción o confundirme con la trama por favor avísame para corregir y hacer mas cómoda la lectura.

*

–Necesitas practicar un poco mas Jeong, apenas y puedo entender que ese es tu nombre– con una sonrisa apenada Nayeon leía lo que Jeongyeon le había mostrado en su sketchbook. Llevaban aproximadamente tres horas leyendo pequeños textos que escribía Nayeon para facilitar la lectura de quien la estudiaba y escribiendo palabras al azar para mejorar la poco legible escritura de Jeongyeon.

–Seguiré practicando entonces– decía asintiendo con el ceño fruncido y formando un puchero de forma inconsciente. Nayeon sonreía mirándola.

Habían pasado ya unos días desde que la tensión que mantenía con la menor había cambiado con aquel primer beso. Por desgracia de Nayeon no se había vuelto a repetir ya que no quería que la pelicorto pensara que estaba aprovechándose de ella pero es que verla de esa manera y teniéndola tan cerca debía aguantar las ganas de llenarla de besos. Solo debía ver algún indicio de Jeongyeon estaba dispuesta y no dudaría en hacerlo.

–Tú también lo haces muy bien con Monte, además, el gusta de ti y eso hace todo más fácil para ti– Jeongyeon comentó mientras estiraba su cuello hacia los lados tratando de quitar lo entumido de este. Nayeon la observaba.

–Mi tarea es igual de difícil que la tuya ¿Qué dices? – le reclamó Nayeon con falsa indignación mientras ponía sus manos en su cintura. Ambas se encontraban sentadas en el suelo a la orilla de la cama de la mayor.

–Oye nunca dije que no lo era– le respondió riendo mirando la posición de la mayor.

–Pero lo pensaste.

–Mientes, no puedes saber lo que pienso.

–Podría si me lo dijeras– Nayeon dejó de lado su cuaderno con apuntes y se acercó para sentarse más cerca de la pelicorto. Ahora se encontraban sentadas una a lado de la otra y Jeongyeon miraba expectante aquella acción.

–Entonces no puedes saber lo que pienso si yo misma te lo digo– de forma inconsciente y al sentirse intimidada por la cercanía de la mayor Jeongyeon había comenzado a mover su torso hacia atrás en un intento de alejarse. Comenzaba a ponerse nerviosa.

–Y dime ¿Qué estás pensando ahorita?

–Yo... yo pienso que estas muy cerca– Nayeon al escuchar eso decidió tomar una de las manos de Jeongyeon entre las suyas para que sintiera confianza.

–Eres muy observadora– mostrando sus característicos dientes a través de una sonrisa Nayeon comenzó a inclinarse hasta depositar un beso en su mejilla. Cuando regresó a su lugar aún mantenía la mano de Jeongyeon entre la suya.

Jeongyeon rió por la acción de la mayor mientras Nayeon la veía esperando su reacción.

–Jeong

–¿Mm?

–¿Puedo besarte?

Al escuchar aquello Jeongyeon no pudo evitar sentir cosquillas en su interior a causa de los nervios. Esa sensación comenzaba a volverse normal cuando Nayeon se encontraba a su alrededor como en ese momento. Cuando se dio cuenta que la mayor no iba a moverse hasta tener una respuesta fue ella misma quien terminó con la distancia hasta tocar sus labios con los de Nayeon quien al sentir el toque decidió que dejaría que la menor guiara el beso. Era un poco más lento que los anteriores, le provocaba escalofríos la forma en la que sus labios se movían en sincronización y el agarre de sus manos se volvió más apretado al pasar los segundos.

Cuando se separaron Nayeon dejó un último beso en sus labios como había hecho las veces anteriores y recostó su cabeza en el hombro de la menor.

– ¿Cuándo me mostrarás los lugares secretos del rancho? – la unión de sus manos había pasado a ser un simple roce constante.

BOOKS AND HORSES || 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora