12 | salgamos de aquí

2.5K 298 14
                                    

Nell se sentó en su escritorio garabateando distraídamente en su cuaderno.

Se suponía que debía estar haciendo la tarea, pero se había distraído después de que Peter ignorara al menos cinco de sus mensajes, por lo que estaba compensando su preocupación haciendo garabatos. No se dio cuenta de lo que estaba dibujando hasta que la punta del lápiz estaba desafilada, momento en el que se detuvo y evaluó el trabajo.

El Hombre Araña estaba saltando a través de la página con un lagarto gigante tratando de agarrarlo. Poniendo los ojos en blanco ante el dibujo, Nell rodó por la habitación para tomar sus lápices de colores, pensando que al menos debería agregar algo de color.

Mientras buscaba un sacapuntas, escuchó un golpe en su ventana y se volvió para ver a Peter usando su frente para golpear el vidrio. Riendo, se acercó a la ventana y la abrió, girándose para dejar entrar a Peter.

—Diría que deberías considerar usar la puerta principal, pero sé que esa no es una opción —dijo Nell—. Si mi papá te encuentra aquí, estamos muertos.

—Relájate, ni siquiera está en casa —respondió Peter, siseando levemente mientras se movía—. No hay luces en la planta baja.

—Debe haberse ido... Peter, ¿estás bien? —preguntó Nell, captando la mueca de Peter mientras se reflejaba en su rostro—. ¿Qué sucedió?

—Deberías ver al otro —respondió Peter, dejándose caer en el sillón en la esquina de la habitación de Nell—. El otro, en este caso, es un enorme lagarto mutante.

Sacar a Peter del traje resultó difícil, porque la sangre de los cortes en su pecho se había secado. Nell hizo todo lo que pudo para no lastimarlo, pero después de un rato terminó quitándole el traje por completo, pensando que un breve estallido de dolor era mejor que prolongarlo. Con el traje bajado hasta las caderas, Peter se recostó en el sillón.

Con las heridas al descubierto, Nell no pudo combatir el nudo que se le había formado en la garganta. Eran graves, tres cortes largos en el pecho de Peter, cubiertos de sangre seca y aún sangrando. Sus manos habían comenzado a temblar, pero lo ignoró y llenó un recipiente con agua del grifo y agarró un paño.

—Esto va a doler —dijo Nell mientras comenzaba a limpiar las heridas.

Peter, para su crédito, permaneció en silencio durante todo el proceso, y mientras las manos temblorosas de Nell limpiaban sus heridas con facilidad, él la observaba en silencio, completamente enamorado de esta chica que aparentemente se había convertido en todo su mundo.

Su pelo seguía cayendo sobre su rostro, atado en una cola de caballo suelta, y cada vez que un mechón ofensivo se salía de su lugar, los dedos de Peter estaban allí para colocarlo hábilmente detrás de su oreja. Cada vez que lo hacía, Nell sonreía levemente y Peter ponía su mano sobre su rostro.

Mientras Nell continuaba limpiando las heridas, Peter reconoció la emoción que estaba causando que sus cejas se arrugaran y su labio temblara ligeramente. Estaba preocupada, y su corazón se llenó de tristeza al pensar que él era la causa de ello.

Levantando su barbilla hacia él, los ojos de Peter se encontraron con los de Nell y le ofreció una sonrisa que ella correspondió. Inclinándose lentamente, con cuidado de su pecho, Peter trató de besarla, moviéndose lentamente como si tuviera miedo de asustarla.

Con sus labios rozando los de Peter, Nell susurró—: Tranquilo, chico insecto.

Peter dejó escapar un suspiro—. ¿Cómo me llamaste?

La risa de Nell fue temblorosa cuando la mano de Peter se posó en la parte posterior de su cuello.

—Voy a estar bien.

FALLING | Peter Parker [SHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora