19 | nell conoce a max

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Nell entró en Oscorp una mañana durante el verano con su mochila al hombro. Se había quedado despierta hasta tarde con Peter, viendo películas y besándose, así que estaba exhausta y el café que había bebido aún no había hecho efecto.

Corriendo hacia el ascensor, vio que se cerraba y gritó—: ¡Deténganlo! ¿Lo puede detener, por favor?

El hombre en el ascensor agarró la puerta y dijo—: Lo tengo.

—Gracias —respondió Nell, lanzándose dentro—. Eres todo un caballero. Muchos habrían dejado que se cierre.

—Sí, bueno, muchos no piensan en los demás —respondió el hombre.

Nell lo miró cuando una voz automatizada preguntó—: ¿A qué piso, por favor?

—Yo le digo —interrumpió el hombre—. ¿Qué piso?

—Al 63 —respondió Nell.

—63, por favor —pidió el hombre.

—Gracias.

—¿Apurada? —preguntó el hombre.

—Algo así. Muchas gracias —sonrió Nell—. Oye, tú eres, eh, Max, ¿verdad?

Parecía que acababa de ganar la lotería cuando ella dijo eso.

—Sí —asintió él—. Max. Max Dillon.

—Soy Nell —respondió ella—. No creo que nos hayamos conocido, pero es un placer conocerte.

—Encantado de conocerte —dijo Max.

—¿Es tu cumpleaños? —preguntó Nell, notando el volante en su mano.

—Sí... mis amigos hicieron este folleto —tartamudeó Max, sin saber qué hacer consigo mismo—. Voy a tener una fiesta de cumpleaños en un gran club con muchas celebridades.

—Vaya —dijo Nell, tratando de sonar como si le creyera cuando era obvio que se lo estaba inventando sobre la marcha.

—Me encantaría invitarte pero la lista ya está cerrada —dijo Max.

—Entiendo —asintió Nell—. Bueno, gracias de todos modos. Eso es emocionante —ella le sonrió—. Oye, eres el tipo que envió esos diseños para la red de energía electromagnética, ¿no?

Max parecía visiblemente sorprendido de que alguien lo reconociera—. Sí, eh, fui yo. ¿Cómo...?

—Soy observadora —dijo Nell—. Mi novio piensa que soy entrometida, pero me gusta conocer a la gente, ¿sabes? Hacer que la gente se sienta deseada.

—Sí —dijo Max lentamente, mientras miraba la pantalla que reproducía imágenes del Hombre Araña—. Debe ser genial, ¿eh? Que todo el mundo te vea. Sabes, el Hombre Araña me salvó la vida una vez. De toda la gente en toda la ciudad, me salvó... a mí. Dijo que me necesitaba.

Nell sonrió, pensando en Peter—. Sí, debe ser increíble.

—¿Alguna vez lo conociste? —preguntó Max.

—Sí —asintió Nell—. Una o dos veces.

Estaba en mi cama esta mañana.

—Él es genial, ¿eh? —preguntó Max.

—Sí —respondió Nell—. Un verdadero encanto.

El ascensor se detuvo y Nell se dio cuenta de que era su parada. Cuando la voz automatizada dijo—: Piso 63 —, Nell le sonrió a Max.

—Fue un placer conocerte, Max —dijo cortésmente—. Feliz cumpleaños, por cierto.

Cuando salía del ascensor, escuchó a Max jadear y decir—: Recordó mi nombre.

FALLING | Peter Parker [SHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora