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Jeon despertó después de a ver dormido alrededor de cuatro horas, su habitación de hotel estaba callada, escura y un poco fría, por lo que supuso que Hoseok y tae no habían regresado del paseo, así que se dio una ducha con agua caliente y se vistió para el clima frio que había afuera. Tomo su celular y escribió a sus amigos para saber a dónde estaban, el omega le mando la dirección del restaurante donde estaban cenando por si quería ir así que, no lo dudo y le dijo que llegaría.

Salió del hotel y fue recibido por un fuerte aire frio que hizo que sus mejillas pagaran las consecuencias. Camino tranquilo por la ciudad hasta que llego al restaurante donde su pequeño estaba peleando con un pedazo de carne mientras Tae se reía como desquiciado.

Los minutos pasaron, comieron y le contaron lo que habían hecho, lo que habían visto y lo que le habían comprado al mocoso consentido. Hoseok le conto de la fecha que habían elegido para su matrimonio y rio fuerte al ver que Jeon se había atragantado con un hielo de su bebida, pero a pesar de todo, se sentía feliz de ver como a su amigo le brillaban los ojos en felicidad pura al ver que al fin darían ese gran paso.

-¡Papi!, ¿Podemos ir a ver los osos?- suplico el niño con dulzura en los brazos de su padre.

-¿Osos?- miro a sus amigos.

-Hay un festival del oso por aquí cerca, tuvimos que atravesarlo cuando veníamos para acá- dijo Hoseok.

-¿No crees que ya es noche?- le dijo al niño,

-Por favor papi- chillo haciendo un puchero.

Como los de, el...

-Pero...-

-Déjalo, nosotros lo llevaremos- dijo Tae, quitándole de los brazos al niño -Si quieres da una vuelta tu-

-¿Están seguros?- les miro -Este niño los va a dejar en bancarrota y ya lo anduvieron todo el día-

-No hay problema Kook, déjalo con nosotros- el omega comenzó a caminar con el niño en brazos que gritaba victoria por su cometido.

Jeon los miro retirase, rio por lo astuto que podía llegar a ser su hijo, pero lo aprendió del mejor. Decidido a disfrutar de esos pocos momentos de soledad que tenía, comenzó a caminar sin rumbo, pero siempre fijándose por donde iba, hace años que no estaba aquí por lo que le sería fácil perderse. Miraba las tiendas, los puestos de comida de los cuales no dudo en comprar para comer en su camino. Tomo fotografías de los lugares que para el tenían una magia singular, a otros les tomaba un pequeño video, tomaba notas para posibles videos musicales o canciones.

Entro a una librería y compro un libro, paso por una tienda de artículos kpop y vio mercancía de otros artistas y se alegró, cuando pudo ver sus álbumes ahí. Siguió de largo hasta que se detuvo, para comprar un chocolate caliente, se estaba congelando, pero, él quería seguir caminando. La luna el día de hoy era simplemente hermosa, el clima perfecto a pesar de lo frio y el ambiente le complementaba. Eran a penas las siete de la noche y la ciudad apenas cobraba vida, él sabía que la magia de Seúl era de noche, las luces, la música, las ventas, las personas, los centros turísticos y familiares eran más brillantes de noche.

Saco su celular y tomo unas fotos a cosas que le gustaban, pero le hizo no darse cuenta con la persona que choco y le hizo caer al suelo frio. Rápidamente se dio la vuelta para ver, de quien se trababa y así disculparse por su acción desprevenida, pero, sus ojos hicieron contacto y sonrió de sobremanera. El beta en el suelo sonrió enormemente y tomo la mano que se le daba para que se levantase.

-¡No me lo puedo creer, Jeon Jungkook en corea!- hablo alegre.

-¡Me alegra verte también Jin!- Ambos se dieron un abrazo fraternal, golpeándose la espalda con cariño.

Kookmin-Tokyo- ♡ OMEGAVERSE ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora