Kookmin-Tokyo- ♡ OMEGAVERSE ♡

41

Dos años y medio después...

Tokyo, 3:40pm. 

¿Qué tanto puede cambiar una persona, en un tiempo delimitado?

.........

-¿Dónde están mis guantes Kim?- el pobre chico corría de un lado a otro.

-Los deje en el bolso de Jeon, esta en mi carro- miro a Jeon a lo lejos -Y te ellos traigo- dijo tranquilo.

-Gracias- el omega camino hacia el otro alfa, que estaba bajo las manos de las tres estilistas que querían acomodar adecuadamente los mechones plateados de su cabellera algo larga, para que entonara con su atuendo ceñido a su cuerpo. -Salen en quince- hablo y Jeon solo asintió.

-¡Kim y Jeon a escenario en catorce!- grito el hombre que dirigía el programa de las competencias semanales.

-¡SI!- dijeron al unisonó.

Ambos se levantaron, acomodando cada quien sus atuendos, las chicas dando los últimos toques a cabello y maquillaje, el de sonido acomodando el micrófono y auriculares en su lugar. Los alfas se tomaron de las manos y repitieron su frase de la suerte, por decirlo así. Jeon miro de reojo la foto que estaba en la carcasa de su celular sobre la mesa y sintió la mano de su amigo en su hombro. Una mirada basto para hacerle saber que todo estaría bien.

-Por el- dijo Tae y ambos salieron al escenario para cumplir con su presentación, entre aplausos, gritos de fans y elogios del staff y prensa. Así eran los días del dúo mas famoso de Japón.

Movidos.

Una vez más, la presentación había salido perfecta y habían vuelto a ganar el premio de la semana, eran ya seis semanas consecutivas las que su nuevo sencillo ganaba y eso era más que bueno. Terminando de alistar sus cosas para irse, se escucho como un niño venia corriendo, alegre y lleno de vida. Era Hyuki.

-¡Papi!- chillo el cachorro mientras era alzado en los brazos del alfa.

-¡Hola Hyuki!, ¿Qué tal la escuela?, ¿me extrañaste?- hablo emocionado, habían sido dos largas semanas de no ver a su cachorro.

-¡Te extrañe muchísimo papi!- saco rápidamente de su bolso un pequeño peluche de conejo -Mira lo que la tía Soyeon me compro- enseño su muñeco.

-Es precioso amor, pero hay que ir a casa- le tomo en brazos y camino hacia la salida mientras oía las aventuras de su hijo, como le había ido en la escuela, en la excursión y en el zoológico con su hermana. Era agradable oírle mas animado. -Me adelantare al auto- le hablo su compañero, que no terminaba de buscar los guantes rojos de su novio, Kim solo asintió.

Su cachorro hablaba de lo mucho que se había divertido en la escuela y sus salidas con sus amigos y tía, su carita se iluminaba cuando contaba todo lo que había hecho y eso, le lleno de amor el corazón al alfa. Aunque le faltaba algo. Se sentía pleno, era reconfortante ver como el niño ahora era mas sociable, mas sonriente y alegre. Jeon recordaba cómo se había enfrascado el niño después del accidente de su familia, las idas al psicólogo y las terapias no habían faltado. Hyuki se había vuelto triste, no hablaba, no comía mucho, solo se la pasaba llorando y tenia pesadillas en donde, sus recuerdos del suceso, eran distorsionados. Le había costado acoplarse a la escuela después de eso, por lo que entre su hermana y el habían decidido educarle en casa durante un tiempo y funciono.

Debido a el trabajo del alfa y los estudios de su hermana, se turnaban el cuidado del niño, pasaba un mes con uno y al siguiente era al revés, pero poco a poco, el cuidado recayó en Jeon. Su hermana había comenzado con las practicas en su universidad y necesitaba de tiempo, por lo que, termino cambiando el apellido del niño para hacerlo oficialmente su hijo, claro, con la aprobación del cachorro.