Takemichi se encontraba llorando mientras taiju lo miraba totalmente serio, inui se veía totalmente sorprendido, no sabía que hacer, takemichi lloraba mientras intentaba acercarse a taiju pero el peliazul lo apartaba con un pequeño empujón y una mirada cada vez más sería, se paro del sofá y tomó a takemichi de la mano para que dejara de intentarlo, conocía muy bien a su jefe, su takemichi acababa con su paciencia taiju iba a ser capaz de lástimarlo sin darse cuenta.
-sueltame, taiju-San solo está bromeando - dice con una pequeña sonrisa mientras empieza a llorar con fuerza - e-el no pudo olvidarme - la vos de takemichi cada vez empezaba a sonar más entre cortada y rota - el prometió que estaríamos siempre juntos.
Susurra antes de caer al piso entre sollozos lastimeros y pequeños temblores.
-I-Inupi el no puede olvidarme - le dice mientras cubria sus oídos con sus pequeñas manitos - n-no puede.
-inui, me estoy artando de este mocoso así que o lo sacas de aquí tu lo saco yo y no voy a ser precisamente amable - habla taiju mirando con desagrado y fastidio al pequeño niño.
-ven takemichi, vamos a comer algo - le dice mientras intentaba cargarlo pero el pequeño solo se apartaba sollozando con fuerza - no lo hagas más difícil, por favor take-chan.
Takemichi lloro con fuerza, estaba asustado, taiju lo olvido, la persona que más quería en el mundo ya no se acordaba de él y eso dolía su pequeño pecho se retorcía de dolor y su cabeza empezaba a doler, sus manos no dejaban de temblar y su respiración estaba hecha un desastre ¿porque la vida siempre era tan mala con el? Siempre había sido un buen niño y se comía toda sus verduras, pero siempre todo se arruinaba, su madre lo abandono, su padre lo veía como si fuera completa basura y taiju nisiquiera se veía interesado en él.
¿Por qué se sentía tan reemplazable y solo? Se preguntó mientras se levantaba del suelo y veía a taiju con anhelo, pero nada sólo sentia esa mirada de desprecio, esa que le daban todos cuando no lo querían cerca, no quería seguir allí, el dolor en su pecho cada vez aumentaba más, así que no lo pensó dos veces antes de salir corriendo lejos de aquella habitación, lejos de esa dolorosa mirada, no le importo pasar de largo a koko, solo quería alejarse de todos, quería que dejara de doler, llegó a la salida del hospital y salió.
Se detuvo cuando chocó con alguien intentó seguir caminando pero esa persona lo detuvo, dándole un abrazo, nisiquiera le importo saber a quien estaba abrazando, solo correspondio el abrazo y soltó todo ese dolor que empezaba a formarse en todo su cuerpo.
-Oh, pequeninho, quem te machucou tanto? - {oh pequeño ¿quien te lastimó tanto?} - preguntó mientras lo obligaba a alzar la cabeza.
-s-south-kun - susurra al verlo abrazadolo con fuerza - e-el me olvido - le dice empezando a llorar con fuerza siendo abrazado una ves más por el rubio de tatuaje.
-estarás bien - sabía lo que estaba pasando inui no lo llamó para decirle porque fueran amigos - si te quiere tanto como me dijo definitivamente te va a recordar una vez más, no te preocupes Meu querido.
-¿y si no lo hace?, no quiero estar solo de nuevo, no quiero que me mire así otra vez - le dice entre hipidos.
-ven, te voy a llevar a dar una vuelta - le dice tomándolo de la mano y empezando a alejarse del hospital, sabía lo que se sentía no tener a esa persona que siempre te demostraba lo mucho que te quería, después de todo el había internado en ese hospital a su madre cuando casi muere, hace tan solo dos días, ahora estaba en coma, las probabilidades de que despertará eran muy pocas y nisiquiera pudo matar al desgraciado que dio la orden, al menos sabía que dino había sufrido tal vez no por su mano, pero taiju era una persona totalmente sangrienta y vengativa, fue por eso que le dijo donde se encontraba takemichi hace unos dias. cuando este lo amenazó con matarlo.
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Un Nuevo Hogar
FanfictionTakemichi es dejado por su padre como seguro de que volvería con el dinero que les debía a la pandilla de los black dragons, pero que pasaría si este nunca vuelve, si el líder de los black dragons decide quedarse a él pequeño y cuidarlo. Una nueva v...