Los Descendientes de la Mafia

29. Confesión de Amor

Después de irse de la habitación de Ava y las Princesas de la Mafia, los chicos empezaron a caminar en el pasillo. Claudio le pidió a Ava acompañarlo a otro lugar para hablar en privado, a lo cual al principio Ava se negó, debido a la presencia de Minerva y del otro chico, quiénes se paralizaron al ver el rostro de Citalli y temía que ellos le informarán a su rey que ella estaba charlando con otro chico que no fuera él.

Eddy, Valentina, Oliver, Citalli, Sienna, Nico y Natalia Acosta la animaron a que aceptará en hablar con Claudio y también le dijeron que se iban a hacer cargo de los pájaros en el alambre, a lo cual Ava les agradeció y fue ahí cuando accedió en hablar con Claudio.

Claudio llevó a Ava al jardín de Like, el cual ella empezó a admirar, pues no había tenido la oportunidad de conocerlo, ya que no podía asistir a clases cuando tuvo su accidente. Claudio por su parte meditaba lo que le iba a decir a la Descendiente de la Mafia, ya que estaba empezando a sentir algo por ella desde la primera vez en que la vio, su belleza le estaba robando el corazón, al igual que su fría personalidad y su manera de llevar el negocio. 

Claudio: – Ava. – Llamó su atención.

Ava: – Si, Claudio dime. – Voltea a verlo.

Claudio: – ¿Nunca has te has enamorado de alguien? – Le pregunta. 

Ava: – No, nunca en mi vida. – Lo mira seria. – sabes que el Rey de la Mafia es mi pretendiente no deseado, yo nunca le corresponderé a sus sentimientos, aunque me ofreciera el mundo entero. – murmura.

Ava: – Además, yo no soy de las que demuestran sus sentimientos ni ser vulnerable. – Lo mira. – no me gusta demostrar mis sentimientos ni vulnerabilidad, sólo cuando estoy sola o con mis hermanos, en especial León. – Él es como yo, no nos gusta demostrar nuestros sentimientos ni vulnerabilidad, sólo cuando estamos solos o con el resto de nuestra familia, pero con las demás personas, somos fríos y despiadados, lo cual le sacamos a mi papá. – sonríe.

 Claudio: – Pues anoche demostraste que eres despiadada. – Le recuerda. – usaste todas tus balas en ese idiota. – dice con odio.

Ava: – Se lo merecía por herir a mi hermana. – Dice fría. – porque, aunque Emi sea una Guerrero, ella sigue siendo mi hermana. – Además, sentía ganas de vengar a mi otra mitad, Natalia, esos perros la vendieron a un prostíbulo. – murmura con coraje.

Hubo un silencio por un momento hasta que Claudio volvió a hablar. 

Claudio: – Bueno, ahora iré directamente al grano. – La mira.

Ava: – Sólo lo mira. –

Claudio: – Ava, yo......... estoy. – La mira y se rasca la nuca. – estoy............... enamorado......... de ti. – confiesa sus sentimientos por ella. 

Al escuchar su confesión, Ava se quedó paralizada, pero cuando recuperó su movilidad se fue corriendo. Claudio se fue detrás de ella, alcanzándola en el campo de fútbol, envolviéndola entre sus brazos con suavidad, causando que ella forcejará con él, queriendo soltarse. Aunque en el fondo de su frío corazón, si quería estar así con el argentino, pero sus temores por la pesadilla que tuvo anoche se hicieron presentes. 

Ava: – ¡¡Suéltame!! – Forcejeaba.

Claudio: – ¿Que te pasa Ava? – Pregunta sin entender porque ella reaccionó como lo hizo – ¿Porque cuando te confieso mi amor sales huyendo? – la mira directamente a los ojos.

Ava: – Empieza a llorar y se tira en el césped. – Claudio, yo también......... yo también siento lo mismo por ti ............ pero lo nuestro ......... no puede ser. – dice llorando.