Los Descendientes de la Mafia

15. Confesión de Amor

Mansión Rubio:

Todos se encontraban dormidos después de una larga y alocada noche. Citalli, Sienna, Oliver, Eddy y Nico habían regresado a la casa grande después de haber descubierto que el accidente de Ava fue provocado. Ellos dedujeron que tal vez que sus familias y amigos han de estar durmiendo, por lo que optaron en irse a descansar ellos también. Ya después les contarán a los demás lo que descubrieron.  

¿Pero? Había alguien quién no podía pegar el sueño por más que lo intentaba sin éxito alguno. Lo único que hacía era dar vueltas y vueltas en la cama hasta que se cansó de hacerlo y decidió levantarse de la cama, se despoja de su pijama, reemplazándola con algo de ropa y se sale de la habitación sin dejar que nadie lo viera. 

Esa persona era Claudio. Él, sin saberlo compartía algo en común con el misterioso Rey de la Mafia, pues ambos se encontraban atraídos por Ava Ruíz. Esa era la razón por la cual Claudio se había puesto celoso en la mañana cuando Ava y Oliver se abrazaron y ahora se encontraba mal por haberla encontrado malherida durante la fiesta del pueblo.

Claudio ya ha encontrado la respuesta a su pregunta que ha estado rondando en su mente desde la mañana.

Claudio Meyer se ha enamorado de Ava Ruíz.

Sin dejar que nadie lo viera, Claudio tomó una de las camionetas y se fue al hospital del pueblo. Al llegar ahí, Claudio encuentra a los padres de Ava descansando en el sillón en la sala de espera. Aprovechando que estaban dormidos, Claudio se metió a terapia intensiva y convenció lo mejor que pudo a la enfermera quién lo había descubierto para que le permitiera ver a Ava. 

Claudio entra a la habitación de Ava quién se encontraba dormida, vestido con la bata azul, guantes, gorra y cubrebocas. Él le deja una flor en el buró que se encontraba enseguida de la cama de la peliazulada y se sienta en la cama junto a Ava, quitándose la mascarilla, pues iba a dedicarle unas palabras.

Claudio: – Ava, ya ganaste la primera batalla. – La miraba con ojos tristes. – ahora tienes que seguir siendo fuerte y ganar la guerra, tienes que salir victoriosa de esto para que sepas algo por favor. – respira profundo. – eres tan bella. –

Lo que quiero que sepas es que estoy enamorado de ti, te amó Ava Ruíz. – no podría vivir sin ti. – por favor no me dejes, no te des por vencida, ni hoy, ni nunca. – dice triste y se acerca a Ava para besarla en la frente y después se va de la habitación. 

Al día siguiente, en el Castillo del Rey:

Natalia se encontraba un poco fatigada por la noche que tuvo con el ser misterioso que la sacó del prostíbulo. Él por su parte se levantó de la cama y se vistió y antes de salir de su habitación, le plantó un beso en la frente a Natalia y al salir de su habitación, ordenó que le dieran un desayuno que le ayudará a recuperar sus fuerzas. 

XX: – ¿Hiciste lo que te pedí? – Mira a Edison en lo que entraron al despacho.

Edison: – Si, la mercancía que les robamos a los Guerrero se encuentra en las bodegas. – Sonríe.

XX: – Perfecto. – Sonríe con maldad. 

Edison: – Cambiando de tema. – Lo mira. – ¿Sabes algo de Ava? –

XX: – No, no sé nada de ella. – Dice serio.

Edison: – Ella es fuerte alteza. – Lo mira. – seguro ha de haber pasado bien la noche. –

XX: – Eso esperó Edison, eso esperó. – Lo mira. – porque si Ava muere, juró que no me detendré hasta no haber vengado su muerte. – Perseguiré a los malditos Guerrero hasta matarlos, uno a uno. –