21. Un Pasado Oscuro

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Ixtapaluca, México, Casa grande.

Citalli y Sienna se encontraban en la habitación de la princesa de cabello morado. Ambas estaban sorprendidas que Natalia se encontraba en su hogar, bajo el amparo de su hermano.

Admitían que si les daba gusto que la melliza de su mejor amiga se haya librado de la prisión en la que siempre vivió desde que fue robada. ¿Pero, porque la rescató precisamente su hermano? ¿Por qué no fue alguien más?

Sienna: – ¿En qué piensas hermanita? – Le pregunta a su hermana mayor.

 Citalli: – En lo que dijeron los chicos. – Responde a la pregunta de la Princesa menor de la Mafia. – que nuestro hermano haya rescatado a Natalia, que se la haya llevado a nuestro hogar para ampararla. – sacada de onda.

Sienna: – A mí también me sorprende que nuestro hermano haya rescato a Nat y tomado bajo su amparo. – Murmura. – nosotras conocemos muy bien a nuestro hermanito y sabemos que no ampara a nadie, ni siquiera a una mosca. – mira a Citalli.

Citalli: – Sé lo que quieres decir Si. – Mira a su hermanita. – te refieres a que nuestro hermano no toma a nadie bajo su amparo a cualquier persona, ni menos a las chicas que vienen de ese lugar tan horrible donde estuvo Natalia, aunque no tengan la culpa de haber parado ahí. – dice seria.

Sienna: – Se queda pensativa. –

Citalli: – ¿En qué piensas? – Le pregunta a Sienna con curiosidad. 

Sienna: – Yo estoy consciente que nuestro hermano detesta a las chicas que se encuentran en esos lugares, aunque las pobres no hayan tenido la culpa de haber parado ahí como acabas de decir Tali. – Mira a su hermana. –

Pero ambas estamos conscientes que nuestro hermano siempre ha estado enamorado de Ava. – murmura, imaginándose porque su hermano pudo haber rescatado a la melliza de su mejor amiga.

Citalli: – Es verdad, nuestro hermano siempre ha amado a Ava. – Confirma lo que dijo su hermana menor. – quizás tengas razón Si, quizás por eso, él se compadeció de Natalia y por eso la sacó del prostíbulo en el que los malditos Guerrero la metieron desde que era una bebé, se la llevó a nuestro castillo y tomándola bajo su amparo. – empieza a intuir lo mismo que Sienna. 

Sienna: – Pero ni siquiera con ese gesto, nuestro hermanito tendrá el amor de nuestra amiga. – Se encoge de hombros. – ¿Ya ves? Ava habla pestes de él. – dice con una risita.

Citalli: – Ya lo sé. – Ríe. – Ava tiene ese aspecto sobre nuestro hermano y no lo podemos cambiar, pero es que también nuestro hermanito mete la pata en ese sentido. – dice con una risita.

Sienna: – Es verdad, tu gemelito a veces mete la patita. – Mira a su hermana. – por eso Ava tiene ese concepto de él. – dice con una risita. 

En ese momento tocan la puerta.

Citalli: –¿Quién? – Pregunta del otro lado de la habitación. 

Oliver: – Soy yo Tali. – Responde del otro lado de la puerta. – ¿Puedo pasar? – pregunta con curiosidad.

Citalli: – Pasa Olí. – Dice con una sonrisa del otro lado de la habitación.

Oliver: – Entra a la habitación de su hermanastra, pero no entra solo, ya que Eddy, Valentina, Nico y Natalia Acosta entraron con él. –

Citalli: – Supongo porque están aquí. – Mira a su hermanastro y a los chicos.

Eddy: – Pues supones bien princesa. – La mira. – mi hermana, cuñado, Oliver y mi novia estamos sorprendidos por lo que hizo tu hermano. –

Los Descendientes de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora