Los Descendientes de la Mafia

9. Ava Sufre un Accidente

Narradora:

Todos los chicos ya estaban listos, sólo faltaban las chicas. Los chicos se preguntaban porque las chicas se tardaban para arreglarse, hasta que de repente escucharon sus voces en el pasillo, bajaron las escaleras, excepto a Ava.

Ella se tardó un poquito más que las demás, pero en cuanto bajó, Claudio y Oliver se quedaron embobados mirándola. Claudio pensó inmediatamente y se acercó a la escalera para ayudarla a bajar. 

Claudio: – Le extiende la mano para ayudarla a bajar. –

Ava: – Acepta su mano y termina de bajar las escaleras con su ayuda. – Gracias. – Sonríe.

Claudio: – Le sonríe y la mira. – Estás bellísima. –

Ava: – Gracias. – Se sonroja y mira para otro lado.

Eddy: – Ya vámonos tortolitos, pueden seguir derramando miel en la camioneta. – Ríe.

Ava: – Lo mira mal, le da un zape en la cabeza con su mascada y todos salen de la mansión.

Todos los chicos se subieron a las camionetas, ya que David y África Rubio Ruíz se fueron primero.

Al llegar a la fiesta, todos se bajan. La gente del pueblo se acercó a saludar a Ava, ya que estaban y aún siguen estando agradecidos con ella por haberlos salvado de una mala situación en la que se encontraban.

Todos ahí en el pueblo quieren a Ava Ruíz, su patrona, como ellos la llaman, ya que todos ellos trabajan para Ava. Esto no le agradó para nada a Marisol, ya que pensaba que por eso su "mejor amiga" era creída que se comía al mundo de una sola rebanada.

Sin embargo, había un rostro que les había enviado escalofríos a todos. ¿A quién le pertenecía ese rostro? Si, ese rostro que había paralizado a todos le pertenecía a Citalli Von.

Su mirada intimidante y sus ojos verdes se les hacía familiar. Además, su cabello corto y lacio de color morado hacía que la mirada que ellos conocían resaltará más. 

Después de saludar a Ava y ahora a Citalli y Sienna, todos se sentaron en una mesa a cenar. Después de su cena, todos los chicos se levantaron a bailar a la pista de baile, menos Claudio y Ava, ya que se quedaron en la mesa platicando.

Claudio: – Veo que eres más de pueblo que de ciudad, lo cual me hace suponer que no sabes bailar salsa ni nada de eso. – Mira a Ava.

Ava: – Ríe al escucharlo. – No porque sea de pueblo, no quiere decir que no sepa bailar. – Lo mira.

Claudio: – Sonríe – ¿Qué sabes bailar? – La mira.

Ava: –De todo, yo sé bailar un poco de todo, pero lo que más me gusta es la danza árabe, tengo un equipo de baile árabe con Citalli, Sienna, Valentina, Natalia, Marisol y otras chicas quiénes también son hijas de los socios de mis padres, sólo que hoy no tengo ganas de bailar, prefiero tomar un vaso de agua de Jamaica. – Mira a Claudio.

Claudio: – Voy por él. – Se levanta de su asiento.

Ava: – Está bien, gracias. – Sonríe. 

Mesa de Eddy, Nico, Oliver, Valentina y Natalia:

Eddy: – Al parecer yo no soy el único que se paralizó al ver a Citalli. – En shock.

Nico: – Yo también me paralicé en cuanto la vi después de que todos llegaron antier. – Lo mira.