Love Test - [Kokonui]

Pet Names & Future

Antes que todo quiero decir: LO SIENTO MUCHO DE VERDAD MEREZCO SUS PEORES INSULTOS (pero no me los digan porque lloro skhf) 

Jamás olvidé que estaba publicando esto, pero pasaron muchas cosas en mi vida y en este último tiempo no me he sentido muy bien psicológicamente hablando así que no tenía ánimos de escribir, pero dejar de hacerlo me hace sentir peor así que aquí estoy(? Definitivamente no quería dejar esto sin terminar porque mis niños Inupi y Koko se merecen que yo me esfuerce <3 Así que además de este capítulo voy a subir otros 2 más y con eso damos este flufftober (que se extendió hasta mayo, que rápido pasa el tiempo la ptm) por finalizado.

Sin más les dejo leer en paz <3

...

— ¿Qué haces mirando televisión? ¿Ya terminaste tu tarea? — Seishu llegó a la sala de estar y miró al niño que estaba desparramado sobre el sofá.

— Koko dijo que iba a ayudarme a hacerla después.

El rubio frunció el ceño.

— Papá dijo que iba a ayudarte. — Corrigió. — ¿Qué es eso de llamarlo así?

— Tú le dices Koko.

— Porque ambos somos mayores y podemos tratarnos de esa forma, tú debes ser respetuoso.

El pequeño hizo una mueca y pataleó un poco. Justo en aquel momento Hajime entró al lugar con una ceja alzada.

— ¿Además en qué momento acepté ayudar con tus tareas? — El pelinegro había escuchado toda la conversación, pero esperaba el momento correcto para intervenir. — Encima de irrespetuoso pasamos a las mentiras, no me gusta nada hacia dónde va esto.

— ¡No estoy mintiendo! ¡Me ayudarías de todas formas!

— No significa que puedas usar eso como excusa cuando te estoy preguntando algo tan simple como si haz hecho tu tarea. — Seishu se mantenía sereno.

El niño infló sus mejillas y mantuvo el ceño fruncido por un rato antes de ponerse se pie e irse corriendo.

— ¡¿Daisuke a dónde vas?!

Koko estaba dispuesto a ir tras él de inmediato, pero la mano de Inupi se posó sobre su hombro deteniéndolo.

— Tranquilo, dejémoslo unos minutos solo para que se calme y así nosotros también pensamos mejor en cómo conversar con él.

El pelinegro suspiró, llevándose una mano hacia al cabello corto para moverlo hacia atrás en un gesto nervioso.

— No me gusta que esté mintiendo, mucho menos por algo tan pequeño.

— A mí tampoco y debemos corregirlo, pero hay que hacerlo bien o si no continuará haciéndolo, es importante que no pierda su confianza en nosotros.

— Seguro lo aprendió de esos niños con los que se junta en la escuela.

— Quizás. — Seishu asintió lentamente. — Sin embargo no podemos controlar como los demás padres crían a sus hijos así que solo nos queda hacer bien nuestro trabajo. Y tampoco es como si nosotros hubiéramos sido tan buenos cuando éramos niños, Koko.

El contrario lo miró fijamente antes de suavizar sus facciones, acercándose hasta él para apoyar sus frentes con cuidado y cerrando sus ojos negros en busca de relajación.

— Está creciendo muy rápido.

Seishu esbozó una sonrisa mientras llevaba su manos a los brazos de su pareja para acariciarlos.

— No puedo negar eso.

— Y cada año se hace más difícil cuidarlo.

— En realidad muchas cosas se nos van a pasar de largo sin que nos demos cuenta. — El gesto alegre de Seishu esta vez reflejó un tinte melancólico. — Supongo que es parte de nuestra experiencia y la suya. Yo mismo he estado en el reformatorio así que no soy precisamente un ejemplo a seguir y tarde o temprano lo sabrá.