Indirect Kiss

1.4K 198 13
                                    

Seishu recordaba que en su juventud ver a Shinichiro fumar mientras reparaba alguna motocicleta era una de sus imágenes favoritas, digna de guardarla en su memoria y seguir recordándola hasta ahora.

Luego, le seguían las imágenes en las que llegaban los demás superiores a conversar y él no podía evitar admirar lo geniales que eran todos, tan fuertes y entusiastas, eran su generación dorada de los Black Dragons, siempre lo serían en su corazón.

El olor a tabaco que ahora sentía revivía todos aquellos recuerdos que amaba.

La noche era fría y ambos estaban recostados sobre la barandilla del balcón de aquel lujoso hotel tras la reciente reunión de la Toman.

Koko parloteaba con enojo mientras de vez en cuando daba caladas al cigarrillo entre sus dedos, en un intento fallido de que la nicotina calmase su estrés.

Seishu solo lo miraba de reojo, sin problema alguno en respirar el humo tóxico que los labios de Koko exhalaban.

— Estoy seguro de la policía terminará metiendo su nariz en nuestros asuntos más de lo que imaginamos. — Chasqueó la lengua. — Cuando llegaron a registrar la empresa en todo momento intentaron sacarle información a los empleados o a mi.

— Y los de la Toman son tan idiotas que seguramente se les filtraría algo en una situación así, esos bastardos son unos malagradecidos. — Agregó Inupi un poco molesto también, pero menos que hace unas horas atrás cuando estaba dispuesto a pelear contra Pah y Smiley .

Kokonoi suspiró ruidosamente, cansado de tanto pensar.

— Para sumar a mis desgracias de hoy no me gustó nada este cigarro. — Rió sin mucha gracia, solo en un intento de alivianar la situación. — Debí haber pedido un habano mejor, ya sabes, esos de Cuba.

— ¿Son tan buenos? — Seishu alzó una ceja genuinamente curioso. — Nunca he fumado así que no tengo idea.

— ¿Oh? ¿Rozando los 30 años y todavía tan inocente Inupi? — Koko sonrió de lado.

— ¿Qué tiene que ver ser inocente con fumar? — Frunció el ceño.

— Absolutamente nada, solo me gusta molestarte. — El pelinegro sacó la lengua y tendió su mano hacia el contrario. — Pero si quieres probar aquí está tu oportunidad.

Inupi alzó una ceja mirándolo escéptico.

— Vamos, no voy a reírme si toses.

— Sí, claro. — Contestó el rubio con sarcasmo.

Aún así acercó su fina mano hacia las de Koko que tendían el cigarro con gracia y lo sujetó entre sus propios dedos. Lo miró de reojo antes de llevarse el objeto a la boca.

Hajime estudió con precisión todos sus movimientos, ya que en realidad la visión de Inupi fumando era bastante más atractiva de lo que alguna vez imaginó. El corto cabello rubio un poco agitado por la brisa nocturna, la piel clara apenas iluminada con los destellos de las luces presentes en las calle y sus labios envueltos alrededor del cigarrillo inhalando el tabaco. Su mano moviéndose con elegancia y más naturalidad de la que pensaría para alejar la sustancia de sí.

A continuación, el humo deslizándose cálido a través de su boca ante los ojos oscuros e hipnotizados.

Darse cuenta de que el mismo cigarrillo había estado antes en su propia boca lo hizo sonrojarse un poco.

— ¿Y? — Dijo al salir un poco de su trance.

— Ni bien, ni mal. — Inupi se encogió de hombros. — Pensé que sería mejor considerando que la mayoría de ustedes fuman a todas horas.

— Yo pensé que ibas a toser, estaba preparado para reírme. — Obvio no, ni siquiera había tenido tiempo de pensar en ello.

— No es tan difícil viéndolos fumar a ustedes. — Respondió con calma. — Aunque dijiste que no ibas a reírte.

— No prometí nada. — Jugueteó Koko.

— Debí imaginarlo, pero te salió mal.

Ni tan mal, considerando que la idea de acercarse al rubio y sentir el sabor a nicotina directamente de sus labios empezaba a ser sumamente tentadora.

— Bueno, de todas formas esta marca no resultó ser tan buena, quizá deberías probar otros sabores. — Carraspeó el pelinegro.

— Supongo. — Contestó Inupi entregándole de nuevo el cigarrillo.

Koko lo recibió y dió nuevamente una calada.

En un arranque de valor súbito se acercó al chico con la sutileza de un felino y pegó sus labios en un improvisado beso. Afortunadamente el rubio entreabrió su boca de la impresión y el tibio humo viajó entre ambos.

Apenas un segundos, pero más que suficiente para mermar un poco el creciente deseo de Hajime.

— Así no sabe tan mal. — Sonrió cerca del rostro contrario.

— No, para nada. — Susurró apenas Inupi bajando la mirada hacia los labios ajenos.

Quizá podrían terminarlo así.

...

Indirect kiss pero terminó siendo un kiss completo, qué cosas no? skjhf

Love Test - [Kokonui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora