Capítulo 5: Mi alma le pertenece

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- ¿No sabes leer? -, me miro con extrema sorpresa.

- Estoy aprendiendo -, me defendí.

- Interesante.

El auto se detuvo en las instalaciones de aquel Cabaret, Jungkook sé bajó del auto para posterior abrirme la puerta para que yo bajara también.

- No quiero entrar a ese lugar -, dije con miedo.

- ¿Quieres que entre a ver yo solo? -, me preguntó Jungkook.

- No quiero estar solo.

- ¿Qué quieres hacer? ¿Esperamos aquí? Si Bogum viene a buscarte estaremos aquí, si está allá adentro algún día tendrá que salir y nos verá ¿te parece? ¿Estás de acuerdo?

- Sí -, le dije.

Jungkook y yo nos recostamos en su auto, él cruzó sus brazos sobre su pecho y apoyo uno de sus pies sobre una de las ruedas del auto mientras su otro pie reposaba en el suelo. Su pose se acercaba a la perfección.

- ¿Tú de dónde eres? -, me pregunto Jungkook interesado, el sol radiante se reflejaba en su perfecta piel.

- Soy de Australia, pero desde que mis padres murieron Bogum me ha llevado a conocer todo el mundo.

- ¿Qué edad tienes? -, continuaba con su interrogatorio.

- Diecisiete -, contesté.

- Veintidós -, me dijo él.

- Mmm, me lo imaginé -, me dio la impresión de que Jungkook estaba diciendo aquello para él mismo.

Yo estaba a su lado recostado en el auto, estábamos muy cerca, sin embargo, no nos tocábamos, él no me miraba, pero yo si ponía atención a cada movimiento que él hacía. Yo solía confiar ciegamente en muchas personas siempre, y aunque había algo en Jungkook que me aterraba eso no quitaba el hecho de que confiara en él.

Me había preguntado un montón de cosas sobre mí, yo le respondí sin dudar y ni siquiera me moleste en preguntar nada sobre su vida, ni siquiera me interesaba saberlo, lo único que parecía saber sobre aquel chico es que se llamaba Jeon Jungkook, que al parecer tenía fama de peligroso y que era increíblemente apuesto y con eso me bastaba.

- ¿Por qué me ves tanto? -, dijo Jungkook al darse cuenta de que yo no apartaba la mirada de él, apenado baje la mirada al suelo mientras me quedaba mirando mis pies descalzos apoyados sobre el asfalto caliente. Él me miró y colocó su cuerpo justo enfrente al mío, mi cabeza llegaba justo a la altura de su barbilla, él hundió su cara en mi cuello, como si quisiera morderme, pero en su lugar aspiró aire profundamente.

- Hules bien -, dijo Jungkook intentando no tocarme, no obstante, el aire de su respiración en mi cuello fue casi tan potente como si estuviera tomándome. Mi corazón palpitaba con rapidez, estaba sintiéndome realmente extraño, era como si mi cuerpo se debilitará y mis piernas se tambalearan.

- Jungkook, aléjate, es incómodo -, él volvió a aspirar mi aroma natural, respirando profundamente.

Se apartó lentamente y de pronto escuché el audible sonido de una respiración agitada en mis oídos, supe que no era de Jungkook, me atemoricé nuevamente cuando supe que eran ellos, otra vez ellos, mi única perdición.

"Tu alma le pertenece ahora" me dijo aquella voz maligna y escalofriante. Solo yo podía escucharlas, salte de miedo, cerré mis ojos con fuerza intentando pensar en algo que alejara las horribles voces de mi cabeza.

Enamorado de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora