Capítulo 17: Misterios IV

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- ¿Y qué hay sobre...? ¿Aquellos que nacen siendo mortales? -, me impulse a preguntar.

- No lo sé, no he escuchado nada con respecto a eso.

- ¡Bien! -, exclamé -. Continuemos con la lectura, los vampiros también son interesantes.

Intenté disimular mi vago interés específico en los demonios y me concentré en la lectura que por cierto cada vez se me hacía mucho más fácil y estaba empezando aprender nuevas cosas.

Por otra parte, Bogum cada vez empezaba a obtener más dinero, Namjoon me confesó que Bogum estaba haciendo negocios sucios con personas peligrosas, negocios basados en robos grandes y pequeños e incluso secuestrando personas, si esto venía de parte de Bogum si lo creía, él había estado años intentando obligarme a robar para comprar comida en nuestros días de más miseria y yo siempre me rehusé, viéndose obligado a robar con sus propias manos y lo hacía cada vez que podía.

Ese fue el segundo día entero que pase junto a Namjoon, esa noche él se quedó en casa de su abuelo y Bogum y yo en un hotel. Mientras Bogum dormía aquella madrugada, yo no podía conciliar el sueño, por lo tanto, me escape de la cama y rebusque entre los libros que me presto Namjoon para encontrar información sobre demonios y esas cosas, me acerqué a la ventana para así poder aprovechar la luz de la luna, ahora que podía leer con menos dificultad sería más fácil encontrar algo por mi propia cuenta.

Revisé entre el estilo, pero lo único que solía encontrar eran novelas románticas y libros de historias griegas o europeas, nada alusivo a demonios o algo similar.

Al amanecer yo seguía despierto leyendo, lidiando con mi temor de volver a soñar con Jungkook, con el cansancio de mi cuerpo. Bogum seguía durmiendo en la cama cuando escuché que tocaba la puerta, fui abrir la puerta y del otro lado se encontraba Namjoon con una pequeña maleta en sus manos.

- Hola -, me saludó, - he venido a traerte esto.

Él extendió su mano para darme aquella pequeña maleta.

- Esto... ¿Qué es?

- Es ropa que he comprado para ti y un par de zapatos.

- Namjoon, no tenías que molestarte -, dije sorprendido y extremadamente feliz.

- No fue una molestia, en serio.

- Gracias... Realmente te lo agradezco -, le di un abrazo amistoso.

- No fue nada, en serio - correspondió al abrazo - Tengo que irme ahora, pero te veo luego, ¿está bien?

- De acuerdo -, le lancé una sonrisa llena de gratitud y él me la devolvió.

- Adiós Taehyung.

El caos se desató minutos después cuando Bogum despertó y me vio con nuevos jeans y calzado con Converse negros recién comprados. Mientras yo me sentía realmente feliz, Bogum me gritaba.

- ¿Por qué demonios el infeliz de Namjoon te trae ropa? -, me gritó, presa del enojo -, él no tiene por qué hacer eso, tú no te mereces ropa nueva ni bonita y en tal caso soy yo quien debería dártela no un maldito al que le pago para que te dé clases.

- Namjoon es un caballero y él si me trata bien, no como tú, Bogum -, susurré mirando al suelo.

- ¡Ja! -, canturreo -. Seguramente crees que el niñito prematuro ese te quiere o algo así; La única razón por la cual te trata bien es porque yo le pago para que le tenga paciencia a un salvaje como tú. A ti nadie te quiere ni te va a querer nunca, nadie quiere a un niño de la calle como tú, ¿lo entiendes? El único que te puede amar soy yo, ¿entiendes o tengo que repetirlo? -, fruncí el ceño y lo miré con odio -. No me odies, bonito -, me sonrió con malicia -. No me odies por amarte.

Se acercó hasta mí y me tomó por la cintura a la fuerza, intente empujarlo, pero solo conseguí que se enojara.

- A mí nadie me rechaza, lindo -, me beso a la fuerza.

Me resistí, todavía más a sus besos, empujándolo por el pecho para qué se alejará. Bogum al notar mi rechazo se molestó, su mirada se notaba más furiosa, y sus pupilas se dilataron. Temí en cuanto lo vi enrojecer por efecto del enojo, me cogió por los hombros y me sacudió con fuerza, supe que estaba comenzando a perder los estribos y probablemente me golpearía.

Le miré con los ojos entrecerrados conteniéndome de lloriquear como un bebé, no iba a permitirme llorar otra vez por un tipo como Bogum.

Firme como una piedra observé a Bogum alzar su puño para golpearme, sin embargo, antes de que el golpe pudiera impactarme me solté de su agarre y corrí hasta la puerta, ojeé en dirección a Bogum y gire la manilla de la puerta, sin dudar un segundo me fui caminando deprisa a través del pasillo hasta el ascensor, pero supe que tardaría demasiado en llegar y que Bogum aprovecharía y me atraparía.

Decidí lanzarme a correr escaleras abajo hasta que llegue al vestíbulo del hotel, Bogum no me lastimaría en un lugar atestado de personas por todos lados de esta manera me sentí seguro. Reconocí a Namjoon él seguía aún en las instalaciones del hotel, estaba sentado en un amplio sofá con una taza de café en sus manos que humeaba. Lo primero que hice por impulso fue acercarme hasta él.

- ¿Qué haces aquí aún? -, le pregunte alterado temiendo que en cualquier momento apareciera Bogum desde algún rincón del hotel. Namjoon alzó las cejas mostrándome que ni se esperaba verme aparecerme de un momento a otro.

- Me quedé por un café -, me contestó Namjoon después de que casi escupe su trago al verme.

- Namjoon, debo confesarte algo - me contempló intrigado -, Bogum está furioso y temo que me golpeé, él lo hace siempre - él no pareció sorprenderse.

En ese momento el elevador se abrió y tras sus puertas apareció Bogum atemorizante. Nos miró fijamente y fue acercándose con pasos relajados para disimular su rabia, casi intenté esconderme tras las espaldas de Namjoon, pero supe que no iba a funcionar.

- Buenos días, joven Kim -, dijo para disimular su rabieta, su carácter de perro y su mal humor.

- Buenos días -, respondió Namjoon con cortesía.

Enamorado de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora