Enamorado de un demonio

Capítulo 24: Reencuentro II

- Te estaba buscando y le seguí el rastro a Bogum.

Casi no preste atención a las palabras de Jungkook porque mi miraba bajo al suelo y no podía creer lo que estaba viendo, mis ojos no daban crédito, la escena me destrozó. A los pies de Jungkook estaba el cuerpo inmóvil y ensangrentado de Bogum y sobre el sofá en el que había estado sentado hace unas horas estaba el cuerpo absolutamente pálido sin vida de Lisa, pero ella no tenía ni una gota de sangre solo estaba quieta y por supuesto muerta.

A una distancia prudente se encontraba Hoseok de pie cerca de Jungkook. Toda la escena me causaba escalofríos. Volví mi mirada hasta Bogum y noté que su cuello estaba desgarrado; El único culpable podía ser... Jungkook. Corrí hasta Bogum y me puse de rodillas sobre el suelo junto a su cuerpo muerto.

Apoyé mi cabeza en su pecho y no me importo que su camisa estuviera manchada de sangre. Tres segundos más tarde me solté a llorar. Mi llanto era fuerte y mis lágrimas mojaron todo el pecho de Bogum, sentí todas las miradas puestas de mí.

- ¡Jungkook, asesinaste a Bogum! -, grité entre sollozos -. ¿Por qué Jungkook? Tú sabías que no tengo a nadie más. Ya no tengo nada ni a nadie, estoy solo.

De pronto sentí la cercanía del cuerpo de Jungkook que me levantó del suelo tomándome como pudo con sus manos hasta que estuve de pie frente a él. Vi su rostro adolorido y sufrido, su mirada me transmitía que algo lo estaba lastimando, algo lo estaba matando y desgarrando, parecía que sufría incluso más que yo. Sentí sus brazos rodearme segundos más tarde. Me apretaba con fuerza en un abrazo cálido.

- Jungkook... -, sollocé y hablé entre dientes -. ¿Por qué me hiciste esto?

- Perdóname -, sonó su voz llena de dolor -. Deja de llorar, te lo ruego.

Me lo pidió si de eso dependiera su vida, aunque su voz era firme me transmitía sufrimiento. Yo estaba entre sus brazos sin saber qué hacer, solo quería llorar.

- ¿Ahora qué voy a hacer yo solo? Si me mandan con mis tíos a Australia nunca te lo voy a perdonar Jungkook.

- Lindo. No llores más, te lo estoy suplicando. Perdóname por favor. Yo no sabía lo importante que era él para ti. Pero te pido que dejes de llorar porque me estás destruyendo.

Era cierto. Yo veía el dolor en sus ojos, yo quería dejar de llorar desesperadamente cuando vi a Jungkook en ese estado, él parecía sufrir más que yo, me lo estaba rogando, me suplicó que yo dejara de llorar, pero yo no podía hacerlo, tenía demasiadas cosas en la cabeza.

Sentí rencor hacia él por haber asesinado a Bogum, sentía dolor por su perdida y aquel terrible miedo de volver a estar solo me acechaba, y además me sentía terriblemente culpable por el estado de Jungkook, sentía como que si ahora era yo quien le estaba haciendo mucho daño, hacerle daño me ponía todavía peor, lo único que hacía era llorar y llorar como loco, pero sabía que debía detenerme si no quería ver a Jungkook a punto de un colapso.

- Pero, Jungkook, no puedo -, me refería a que no podía parar de llorar.

Luego él dejó de abrazarme para tomar mi rostro con sus dos manos y me miró fijamente. No pude con eso, lo vi devastado.

- Te lo pido, no llores más, no sabes cómo me siento, me duele verte llorar, me duele mucho, me está matando te lo juro.

Un brillo cristalino humedecía sus ojos, era como si Jungkook estuviera a punto de llorar. Fue horrible sentirse culpable de que él estuviera así. Verlo tan desperado me dolía tanto y me hacía sentir culpable que con todo el dolor del mundo y con un nudo increíble en la garganta intenté parar de llorar para no verle de más de aquel modo. Lo intenté con desespero, contuve el llanto, pero las lágrimas no dejaban de chorrearse solas. Jungkook solo seguía mirándome del mismo modo con sus suaves manos tocando mi rostro.

- Perdóname - susurró Jungkook.

Todos nos miraban perplejos, todos posaban sus ojos en Jungkook y en mí. Yo asentí con la cabeza. Aproximadamente unos seis minutos después contuve las lágrimas como pude. No soporté ver un segundo más a Jungkook tan adolorido.

Increíblemente, todos estaban enmudecidos, la sorpresa en la cara de todos era notable. Jungkook continuaba mirándome a los ojos con gran alivio, cuando vio que yo paraba las lágrimas, estaba tan cerca de mí que podía oler su aroma y de cerca lo veía incluso más perfecto.

- Cada lágrima que él llore serán puñaladas para su corazón. Cada gota de sangre que él derrame será su destrucción -, se escuchó decir en voz baja a Jeongguk -. Es la maldición, Jungkook, ¿tú lo amas? ¿Estás enamorado de él? -, Jeongguk miro a Jungkook con los ojos entrecerrados, no contestó ni dijo nada.

- ¿Qué es lo que está sucediendo? -, gruño Namjoon, hablando por primera vez desde que llegamos a aquel lugar.

- Namjoon, no lo mates -, le dijo Jeongguk -. Él es mi hermano, también es mortal.

- Pero es un demonio -, argumentó Namjoon, la confusión me invadió.

- Tengo que llevarme el alma del chico antes de que su espíritu se escape -, dijo Hoseok -. Yo casi había olvidado que seguía allí.

- ¡No! -, dije volviendo a arrodillarme a un lado de Bogum y cuidándome de no llorar.

- ¿No hay algo que pueda hacer? -, masculló Jeongguk -. Quizás pueda curarlo, yo puedo...

- Ya está muerto - interrumpió la voz de Hoseok -. Ya no hay nada que hacer.

- ¿Y ella...? -, pregunté refiriéndome a Lisa que seguía sin sobre el sofá.

- Pregúntale a tu Jungkook -, me contestó.