Trato

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 Años atrás

 En una habitación se encontraba una jovencita, esta estaba dando vueltas de un lugar a otro; hasta que observó a la otra persona entrar en la habitación "– Trajiste lo que te pedí? –" habló la joven discípula.

Aquella persona reciente era una hermosa mujer, su ropa estaban hechas con las mejores telas que existían al igual que la joven discípula. Aquella mujer habló "– Si, pero ya sabes lo que tienes que hacer –" dijo la mujer "– deshazte de esa cosa de una vez, nadie tiene un heredero y tu menos lo tendrás–"

Después de aquello, le entregó un pequeño frasco plateado a la joven. La joven discípula lo tomó y solo observó el pequeño frasco en su mano; su otra mano bajó hacia su vientre dando pequeños toquecitos con su dedo.

– A-Luo... mi A-Luo ya no es la persona de la que me enamoré hace años... – Una mirada de profunda tristeza y decepción se mostró en el rostro de la joven.

"–Tengo que despedirme de mi maestro–" fue lo único que dijo la discípula antes de marcharse de aquella habitación.

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– Sentado en aquel rincón de la cama, sin que la luz de la ventana lo diera, estaba Shen Jiu. Tan agotado, sus ojos estaban vacíos al igual que su corazón, realmente volvía a sentir ese sentimiento que pensó que jamás lo iba a traer de vuelta; su corazón dolía al pensar que su bebé ya no seguía con vida. Este apretó fuertemente de las raíces de sus cabellos jalándolo con fuerza por el odio que tenía en sí mismo, por a ver sido tan inútil y no haber podido proteger por lo menos a su bebé.

Odiaba ser una mala persona, odiaba sentirse mal y no poder llorar al haber perdido a su bebé.

Tan miserable

Ni una lagrima podía salir de él 

Que lamentable se veía, al llorarle a una pequeña bestia que de todas formas se iba a morir.

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En aquella habitación lujosa y grande; sus paredes forrados por un tapiz de colores dorados metálicos, pegados en estos diamantes de todo tipo de tamaños; dentro de esa habitación cualquier persona pensaría que debía de haber alguien importante y de hecho si, dentro de esta vivía el gran Lord Demonio que ahora tenía una pequeña molestia.

Adentro de esta se encontraba Luo Binghe, echado en su gran cama, con algunas de sus esposas, sus brazos abrazaban las caderas de estas, algunas de sus esposas le daban algunos masajes y otra frotándole su sien. 

Al frente de la cama, en el suelo se encontraba aquel bebé que estaba echado, llorando en el gran tapete "–¡CALLENLO DE UNA VEZ, ANTES QUE YO LO MATE! –"gritó Luo Binghe. Su expresión tranquila cambió a una completamente aterradora.

Los sirvientes solo asintieron, una sirvienta se acercó temerosa dirigiéndose hacia el bebé, cargándolo, esta habló "–Señor...–". Luo Binghe estalló, diciendo "–¡¿Que mierda quieres?!–". La mujer mayor miró al bebé que estaba en sus brazos, esta miró extrañada y luego habló "–Al parecer el bebé tiene hambre...–". Luo Binghe bufó para luego contestar "– tsk, denle de comer cualquier cosa q encuentren, pero sácalo de mi vista –" contestó ya irritado. "–entendido...–" fue lo único que dijo aquella mujer mayor para luego marcharse de la habitación, cargando al bebé en sus brazos.

En aquella ventana se encontraba aquel maestro; este estaba sentado al lado de la ventana, observando la imaginable naturaleza de ahí; sus prendas verdes largas caían estando regados un poco por el suelo al igual que su largo cabello que caía en su espalda como una tinta. 

Aunque solamente haya pasado algunos días, algo dentro de él le hacía creer que tenía una pequeña posibilidad que su bebé seguía con vida. Esta pequeña esperanza lo hacía tener un poco de fuerza. Observando a los pajaritos que iban de un lugar a otro, como si bailaran todos al ritmo del compás.

Preguntándose, ¿Qué porque su vida tenía que ser completamente una mierda?, ¿Por qué no puede proteger a las personas, sin evitar dañarlas en el proceso? ¿Por qué no pudo sostener, proteger a esa cosa considerada como hijo? , ¿Por qué se siente mal de ya no tenerlo en sus brazos, de mirarlo, de acariciarlo, de cuidarlo? , ¿Por qué siente que algo falta ahora? , ¿Por qué volver a recordar todo sobre su pasado? ¿Por qué no puede llorar por su pérdida? 

Con una mirada triste y sus ojos sin ese brillo, Shen Jiu dijo " – lo siento... gasté tantas mis lágrimas en el pasado que ahora se han agotado y ya no queda nada para ti... –"

Dentro de estos días aquel maestro se notaba decaído, con algunas ojeras; su aspecto era algo lamentable, ya no estaba esos hermosos colores vivos en él, ahora parecía algo sombrío todo.

– Que jodidamente asqueroso te vez – dijo Luo Binghe. Este se acomodó mejor en aquella cama; sus palabras se dirigían con un tono de burla hacia su maestro. 

Pero este fue completamente ignorado; la ira crecía dentro de él, al observar como aquel maestro simplemente se marchaba hacia el baño como si nada, su cuerpo lleno de manchas rojas combinadas con moretones, aquel maestro se alejaba cómo si su cuerpo hubiera estado en perfectas condiciones después de haber sido follado toda la noche.

Shen Jiu entró al baño, y se dispuso a lavarse de una vez, pero fue sujetado fuertemente de la nuca; este se sorprendió pero rápidamente su expresión cambió, enarcó sus cejas y mostró una expresión de molestia y desagrado hacia aquella bestia. 

"– Porque Shizun se encuentra decaído, ¿no me diga que se encariñó con su bebé? –" Unas carcajadas salían de Luo Binghe, mientras que este sujetaba fuertemente a su maestro.

"– No pensé que Shizun tuviera un buen corazón como para hacerle un pequeño luto a esa basura –" habló Luo Binghe, su expresión cambió a una fingida inocencia. 

"– ¿Qué es lo que quieres?! Si quieres sexo pues ya lo tienes siempre –"habló Shen Jiu. Este mostraba una expresión de asco hacia aquella bestia.

"– Hmm ¿Qué es lo que quiero? –" contestó Luo Binghe "– Quiero hacerte un trato –" Una sonrisa traviesa se formó en aquel rostro.

Shen Jiu solo ignoró aquella propuesta; este rodó los ojos con gran desprecio hacia aquel ex discípulo.

Luo Binghe se acercó más a su maestro, este habló "– Lamentablemente esa cosa sigue viva así que... si lo quieres de vuelta... tendrás que hacer unas cuantas cosas –"

La expresión de Shen Jiu cambió por completo a una de incredulidad, este habló rápidamente "– ¿Qué cosas? –" 

Luo Binghe observó a su maestro, su sonrisa siniestra crecía de oreja a oreja al ver que ya lo tenía en la palma de su mano "– Algo que a Shizun y a mí nos encanta demasiado –"

"– Eh? –" Dijo Shen Jiu, este seguía atónito.

"– Hacer que Shizun me dé todo el derecho de su cuerpo. Pero si quiere hacerlo muchas veces no me responsabilizo si queda otra vez embarazado– " Los ojos rubí Brillaban con tanta intensidad, esperando por una respuesta.

La mínima posibilidad de poder ver a su bebé otra vez, hizo que aquel sentimiento cálido creciera en el pecho de Shen Jiu. Como una madre haría sin importar qué haya pasado, siempre elegiría el bien para sus hijos. Shen Jiu podía observar otra vez a su bebé recostado en su pecho tomando su comida, mientras que este acariciaba su pequeña cabecita con tanta dulzura, una leve sonrisa se había formado en esos bellos labios rosados, al solo imaginar tenerlo de vuelta. 

"–Esta bien... –" fue lo único que dijo aquel maestro.

El rostro de Luo Binghe se volvió sombrío, mostrando aquella sonrisa siniestra; este se acercó más y más a su maestro. 

La única primavera brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora