Ahora Nuestra Escuela... [Nayeon]

6. SOMOS...✨️

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— y ¿quién te gusta DaeSu?

— por favor no lo hagan hablar — se quejó WooJin.

— su hermana — Susurró SuHyeok apuntando al chico a su lado.

— ¿HaRi? ¿La arquera?

— ¿¡Tu hermana es HaRi la arquera!? — de un momento a otro Kyoko ganó la atención de todos y cada uno de los mayores — lo... siento. ¿es en serio?

— ¿por qué mentiría con eso?

— bueno... te sorprendería la de gente que lo hacía, cuando íbamos a ver las prácticas del equipo de tiro con arco — cada vez la velocidad del discurso iba aumentando — no es por desvalorizar tu posición, si se le puede decir así, aunque ¿quién no querría ser hermano de HaRi, es asombrosa, centrada, hermos-

— ya entendimos — la frenó HyoRyung entre suaves risas.

— ¿cuál es tu apellido? — soltó Kyoko de inmediato.

— Jang.

— ¿hace cuánto vives aquí?

— ¿toda la vida?

— ¿cuántos años tienes?

— dieciséis.

— si, dices la verdad.

— ¿Cómo sabes tanto de HaRi? — cuestionó JoonYoung.

— en realidad la única pregunta de la que sabía la respuesta era el apellido, las otras fueron para ponerlo nervioso — aquel comentario hizo reír tanto a GyeongSu como a SuHyeok.

— serías una buena detective — bromeó WooJin.

— Na, no es lo mío.

— pero, ya que hiciste tantas preguntas ¿no te molestara responder algunas? — JiMin se veía bastante más seria que el resto del grupo, cosa que por primera vez puso algo nerviosa a la más joven — tu... ¿Por qué defiendes tanto a Nayeon?

Kyoko bajó la cabeza comenzando a jugar con sus dedos y pensando en mil y un maneras de contar lo que sentía por esa chica de ojos pequeños y dulce perfume, pero a la vez tenía un gran temor del como reaccionen.

— Mis padres... eran muy fiesteros, no me mal interpreten, siempre buscaban algún momento en el día para darme toda su atención pero... para celebrar el cumpleaños de mi madre el año pasado, el plan que tenían era salir de fiesta cada noche por una semana pero...

El miércoles no llegaron a casa.

Una vecina fue la que me contó lo que ocurrió. Le dije a Nayeon mi situación y su madre me dejó quedarme en uno de sus departamentos mientras pague el alquiler. Así que conseguí trabajo en una cafetería, pero cuando no era suficiente — la pequeña volteó hacia su mochila con algo de pesar — comencé a vender medicina de forma ilegal.