Restaurando el pasado (Itanaru)

Capítulo 2

-¿Te encuentras bien?- el pequeño rubio negó con calma - di… le a la abue… la Tsu… nade… que Ku… rama… dijo… que … ten…- respiraba con dificultad, salía sangre de sus labios - ten… go todos los… orga… nos des… tru… - el pequeño cerró los ojos con debilidad. Minato abrió sus ojos con miedo, si estaba en lo correcto era su hijo, venía del futuro, lo cargó de inmediato - Hokage-sama, todo indica que es mi hijo ¿podría ayudarme? está bastante grave- el anciano y el sannin se sorprendieron demasiado al escuchar que la rubia Tsunade era llamada abuela, entendieron que era de otra época, la sannin se encontraba fuera de la aldea en ese momento - bien, llevémoslo al hospital, mandaré por mi esposa para atenderlo de inmediato -los tres corrieron - Kushina, vamos acompáñame - la pelirroja asintió, bajó la barrera, vio miedo en los ojos de su esposo.

-¿Qué sucedió ttebane?- el rubio mordió su labio - todo indica que este chico es del futuro - la pelirroja vio al niño en sus brazos, abrió los ojos con sorpresa - es … igual… a ti Mina-kun - el rubio asintió -¿es nuestro hijo?- la mujer preguntó con miedo al verlo tan herido, el rubio confirmó- pude sentir nuestros chakras mezclados y el del Kyubi - Minato corría con más velocidad - por eso es que estoy seguro que es nuestro hijo, pero si el zorro está dentro de él- la mujer cerró sus ojos con miedo, tomó el chaleco de su pareja con su mano apretándolo para sentirse segura - no permitiré que mueras cariño - la Uzumaki sonrió con más tranquilidad.

Entraron al hospital, trás de ellos llegó la esposa de Hiruzen quien los llevó al quirófano particular del Hokage, el Sandaime ordenó cerrar la zona, formó un perímetro con anbus de confianza, entre ellos llegó un Kakashi adolecente, hace unos meses había muerto su compañera Rin, seguía de luto por sus amigos.

La pareja Namikaze, el sannin y el Sandaime estaban fuera del quirófano - si es tu hijo, ¿qué haremos Minato? no existe un jutsu para viajar en el tiempo y regresarlo - el rubio negó - no lo sé, necesitamos hablar con él y saber qué sucedió, mencionó que habían sellado a una tal Kaguya, si tuvimos que recurrir al sellado, quiere decir que era poderosa y había pocas probabilidades de detenerla- el pasillo estaba en silencio.

Siguieron discutiendo por horas hasta que una muy cansada Biwako salió del quirófano suspirando audiblemente - Hiruzen, si no fuera por el chakra rojo, ese niño estaría muerto, tenía la mayor parte de sus huesos rotos en trozos pequeños, sus órganos estaban destrozados, fue como si lo hubieran aplastado y estirado demasiadas veces, no tenía piel en algunos puntos, en verdad es un milagro que esté con vida, el chakra rojo está terminando de curarlo, en unos minutos pueden pasar a verlo, despertó hace una media hora mientras lo curaba, sólo me veía con cuidado- Kushina comenzó a llorar con miedo en los brazos de su marido, asintieron, los cuatro entraron al lugar.

El pequeño abrió ligeramente sus ojos dejando ver esas dos gemas gigantes. Cuando abrió los ojos bien, los vió a todos vivos, se espantó- ¿qué qué de… monios? maldito Madara, también los revivió a ustedes con el Edo-tensei ¿papá qué pasó?, estábamos sellando a la vieja bruja y y y  - el pequeño abrió sus ojos con miedo- ¿por qué no parecen revividos?- giró su cabeza aún mareado tratando de ordenar sus pensamientos, al hacerlo vio al gigante.

-Ero-sennin - comenzó a llorar con tristeza - jiji, creí que no volvería a verlos, pervertido me has hecho mucha falta - el pequeño lloraba con sentimiento viendo al sannin y al Sandaime - cuando Nagato te asesinó quería destruirlo, lo quería matar, te juro que quería matarlo -

El sannin abrió los ojos con miedo - ¿Nagato? pero él está…- jiji - los adultos veían con sorpresa al niño, cuando el pequeño vio a su madre, sus ojos crecieron- ¿ma… má?  - el pequeño trató de levantarse desesperado sin éxito alguno tratando de alcanzar a la pelirroja -estoy muerto ¿verdad? - el pequeño se tapó la cara con miedo- ¿kurama? ¿Kuramaaaa? estamos muertos, perdóname, te prometí liberar a tus hermanos, te lo prometí- el zorro por dentro lo envolvía con sus colas -no te preocupes cachorro, cumpliste tu promesa, antes de irnos fuimos liberados, cachorro, creo que estamos en el pasado, después hablamos con calma, ahora sal o te tomarán por loco- el pequeño abrió sus ojos con sorpresa, confirmó -el Kurama dentro de Kushina veía todo con sorpresa, escuchó lo que dijo el pequeño.