Capítulo 14

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Habían pasado doce años, cómo esperaban, Obito no volvió a presentarse, esperaban que apareciera todavía en unos años, según las fuentes de Jiraiya, Akatsuki estaba reclutando ninjas y dinero para su organización, el sannin había tratado de contactar a sus alumnos de la Lluvia, pero había sido imposible, era tarde para ellos, estaban muy adentro de la organización, habían cometido demasiados crímenes.

Los chicos ahora tenían diecinueve años, las cosas habían cambiado bastante del futuro que había contado Naruto, pero lo primordial existía, habían logrado salvar al clan Uchiha, a muchos aldeanos y shinobis del ataque de kyubi, a los padres del pequeño Namikaze, lograron evitar el secuestro masivo de niños por parte de Danzo, en estos últimos años, Minato le había regalado un sello al clan Uchiha para proteger sus ojos, fue el mismo que colocó en los pequeños Shisui e Itachi, fue en total secreto, no querían que el mundo supiera que se protegían como los Hyugas, eran soberbios, les molestaba mostrar debilidad, este año, se llevaría a cabo la invasión de Orochimaru.

Los pequeños pertenecientes al equipo uno, habían viajado por tres años con el sannin de los sapos, se habían dedicado a entrenar, ambos Uchihas habían evolucionado su Sharingan al Mangekyou Sharingan, por consecuencia buscaron a Tsunade para que les hiciera un transplante y obtuvieran el Mangekyou Sharingan Eterno, Jiraiya autorizado por Minato, contó toda la historia del pequeño Naruto a la rubia, prometió volver para la final de los exámenes chunin a la aldea, de inmediato Tsunade y Naruto congeniaron perfectamente, más cuando se enteró de la suerte del pequeño para las apuestas, duraron tres días en la ciudad de Tanzaku apostando para cubrir todas las deudas de la Senju, desde ese momento se convirtió en la abuela del menor.

Los Uchihas entrenaron hasta dominar correctamente sus Susanoos, el pequeño Itachi desapareció un día alterando a sus compañeros, cuando apareció ya contaba con el espejo de Yata y la espada Totsuka, les contó que una voz lo había llamado a una cueva en lo profundo del bosque, había entrado en una barrera, por tal motivo no podían sentir su chakra, dentro de la cueva encontró una bola de fuego que tocó en un trance sin pensar, absorbió esos instrumentos. Shisui todo el camino de regreso a su destino, estuvo molestando a su primo para que se las enseñara hasta que lo logró, estaba fantaseado, él tenía que encontrar algo así también, esperaba algún día ser llamado por una voz extraña.

El pequeño rubio por fin había alcanzado su poder original, sus amigos y el sannin se sorprendieron con el modo sabio, la transformación con chakra de Kurama, pero lo que los volvió locos fue verlo entrar en el modo Rikodou, Naruto comenzó a volar y lanzar sus gudoudamas, transformandolas en barras negras, las movía a gran velocidad, generó sus rasenshuriken con chakra de los bijus logrando contactar con el chakra de los bijus que tenía en su interior. Cuando terminó de verificar que su poder estaba intacto, bajó al suelo para darse cuenta que el sannin y los chicos estaban de piedra, los tres escucharon un simple- he terminado ¿verdad que soy increíble? ttebayo - todo el camino de regreso lo veían como un dios, aún no asimilaban lo que habían visto.

Dos años antes de su regreso, el sannin y Shisui se fueron a una casa de chicas a divertir en uno de los pueblos que recorrieron en su viaje, porque el mayor de los Uchihas salió todo un casanova, le encantaba ir de juerga con el anciano a divertirse. Shisui estaba consciente de la relación que habían llevado su primo y su amigo, estaba contento por ellos, pero al parecer nadie más sabía, sentía que el sannin se daba una idea, pero no había visto nada para confirmar, no presionaba para que ambos fueran a su tiempo.

Flashback

Chicos nos vemos después, el pervertido me llevará a divertir- Shisui tenía veinte años en ese momento, según él tenía que conocer todos los peces en el mar para decidirse al final por uno y no quedarse con las ganas de más, tanto Itachi como Naruto les divertía su actitud despreocupada, pero no congeniaban en ese pensamiento.

Restaurando el pasado (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora