Capítulo treinta y seis.

448 64 11
                                    

Cool About It - boygenius

━━━━⬤─────── 02:29
⇆ ◁ || ▷ ↺

—¿Qué...?—me pregunta en voz baja, casi con cautela o miedo de no haber escuchado bien.

—Si... Si la banda de verdad no llegara a funcionar...—comienzo a decir— Ya he hablado con mi mamá, dice que cuando inicie la universidad va a comprarme un departamento cerca de ahí, para tener mi espacio y eso. Mis tías también quieren ayudarme, y planeo seguir trabajando y estudiando... Podríamos... No sé, vivir juntas, hacer dinero juntas... Tal vez hasta puedes estudiar en el recinto de música de aquí, porque sé que es lo que realmente amas.

Por un segundo, vuelvo a ver ese brillo en su cara. Esa esperanza, por un momento, sé que lo considera seriamente. Que lo imagina y le gusta lo que ve.

Y, entonces, el brillo muere.

—Michelle, la matrícula de ese lugar sale a un ojo de la cara. —niega con la cabeza, como queriendo convencerse a sí misma de que no funcionaria en vez de a mi.

—Pues una beca. —doy pelea a su pesimismo.

—Mis notas dan asco.

—Tendrás que estudiar mucho para el examen, si, pero puedo ayudarte con eso. Ambas sabemos que eres perfectamente capaz de pasar.

—¿Y si no?—pregunta, medio a la defensiva.

—¿Y si sí?—insisto. Ella se queda callada un segundo. Creo que piensa en cómo darme la contraria.

—Mi hermana...

—Puede venir con nosotras incluso, ya resolveremos cómo, podemos aportarnos para sus gastos. ¿Dices que tu padre le paga a tu tía por la pensión, ¿no? Que nos lo pague a nosotras y arreglado.

—No puedo dejar sola a mi madre. —me lanzó otra excusa.

—La visitaremos. O podemos escoger un lugar cerca de tu casa.

—¡No tengo el dinero para rentar un departamento contigo, Michelle!—me dice, ahora enfadada. Al ver que doy un respingo, se aclara la garganta y vuelve a un tono de voz normal, pero aún tenso—Apenas tengo para vivir y comprarme comida a mi, ¿crees que con el mísero sueldo del bar puedo aportar para vivir con alguien más? ¿Con dos personas más?

Me quedo callada durante un momento antes de hablar:

—¿Y quién te está pidiendo dinero?—digo casi en un susurro frustrado.

Robin me mira con las cejas levantadas y los ojos desorbitados. Luego, me frunce el ceño.

—No te voy a dejar mantenerme.

—Robin...

—No. Ni en un millón de años. No necesito que lo hagas.

—Solo sería al inicio. Luego si quieres puedes buscar trabajo.

—Ni voy a dejar que te encargues de mi hermana. No, Michelle. —me cortó, ignorandome.

—Pero...

—No.

Aprieto mis labios en una fina línea.

—¿Cual es la verdadera razón?

—¿De qué hablas?—me miró como si estuviera harta de mi, y el corazón se me estrujó.

—Te estoy dando mil soluciones y tu me pones mil excusas. Incluso si no es conmigo, ¿por qué no... Te gusta pensar en un futuro?

Amores fugaces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora