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Me sentía muy feliz y nerviosa. Pero todo se derrumbó al ver a mi papá en la sala.

-¿qué horas son estas de llegar?- me pregunta muy molesto.

-perdón, perdí la noción del tiempo- veo mi reloj y me doy cuenta que es casi media noche.

-¿Dónde estabas y por qué no respondiste las llamadas?

-en casa de Sandrine- trato de parecer segura. -tranquilo, ya estoy aquí.

-tú no estuviste en casa de Sandrine porque ella no pinta y traes la ropa llena de pinturas.

-fuimos al teatro en donde están pintando un nuevo mural.

-¿Ah sí?- se levanta y me rodea. -¿y Sandrine te tomó de la cintura?

Me pongo roja. -es que estaba a punto de caerme y como nos dieron permiso de poner un poco de pintura también se manchó las manos.

-¿de cuando a acá tu amiga te toma de la cintura?

-te digo que me iba a caer- me desespero. -¿por qué me cuestionas tanto?

-porque sé que el único hombre que conoces y que pinta es Casper. ¿No habrá sido él con quien estuviste en el teatro?- su mirada me intimida.

-Claro que no. ¿Por qué lo dudas?

-porque tengo pruebas, Alissa- me muestra la foto donde nos estábamos besando con las manos llenas de pintura.

-esto no es cierto- digo con preocupación. -¿quién te la mandó?

-eso no importa. Quiero que me digas en este momento qué es lo que tienen Casper y tú.

-nada- camino a la cocina. -somos amigos- me sigue hasta que me toma del brazo y hace que lo vea fijamente.

-no me mientas si no quieres que le pase nada.

-te equivocas papá. Yo no voy a permitir que me hagas lo mismo que le hiciste a Dominique. No es justo- me suelto. -lo que haga o deje de hacer con mi vida es mi problema y tienes que aceptarlo.

-¿qué pasa? - mi mamá se aparece en la cocina.

-pasa que tu hija enloqueció- dice él furioso. -¿sabes qué? Nos vio la cara de estúpidos. Ella y el niño moribundo de Casper son novios, ¿qué te parece?

-¿es cierto eso? - mamá me mira. -¿nos usaste para tenerlo más cerca?

-por supuesto que no, yo lo hice porque me preocupaba mucho- camino y veo la pared. -yo no pensé que esto fuera a pasar y no los usé, eso que quede claro.

-no parece, Alissa. ¿Por qué él? - mi madre me toma de los hombros.

-porque él es único, ¿es que ustedes no se enamoraron genuinamente? ¿Hay algo que hayan hecho sin que el dinero influyera? - me alejo de ella.

-no es el dinero lo que nos preocupa. Es lo que dirán los demás de nuestro círculo social. ¿Si entiendes quién eres, verdad?

-eres hija del mejor médico y empresario de toda Francia, mi vida. Tienes que buscar a alguien que esté a tu altura- mamá vuelve a tomar mi hombro.

-¡me importa muy poco quién soy o quienes son ustedes! ¡Dejen que haga mi vida y que sea feliz!- me doy la media vuelta.

-¡tú no puedes ser feliz con ese muchacho porque se va a morir!- gritó papá y eso bastó para que se me hiciera chico el corazón. -estar a su lado es una constante de hospitalizaciones y traslados a urgencias. ¿Te das cuenta de lo que implica?

-no me importa- los veo con los ojos llenos de lágrimas. -yo lo amo y quiero que se sienta feliz por el tiempo que le quede de vida. No me importa lo que piensen los demás.

Los Colores de Alissa y CasperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora