Los Colores de Alissa y Casper

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Alissa

Enloquecí cuando Casper me mencionó que la televisión había aceptado su proyecto y que iban a empezar a trabajar en él tan pronto como pudieran.

—no pudiste haber elegido un mejor lugar que este para darme esa magnífica noticia— le doy un beso. —¿quieres bailar conmigo?

Él sonríe y nos levantamos del pasto para bailar sin importarnos que la gente del parque nos observara.

—tú eres mi corazón. Me haces muy bien— me susurra. —me devuelves a la vida cada 5 segundos.

—Casper— lo veo enamorada. —te amo tanto— lo abrazo y seguimos bailando.

—cómo me gustaría vivir así y no tener que despertar a la horrible realidad que nos depara.

—mudamos nuestro corazón mientras y eso hay que disfrutarlo— le sonrío.

Terminamos de bailar y luego cada uno va a su casa.

Entré mientras tarareaba la canción que bailé con el amor de mi vida.

—hija— mi madre me recibe y le doy un abrazo. —te ves muy feliz.

—es que soy feliz— tomo sus manos. —¿te puedo ayudar en algo?

—hay alguien aquí que quiere verte— me lleva a la cocina y ahí estaba Yannick.

Se me borra la sonrisa al verlo.

—hey, Alissa— se acerca. —perdón por venir así. Creí que podías ayudarme a estudiar un poco sobre hematología.

—¿qué quieres saber?— me cruzo de brazos. —hay muchas clases en Internet que puedes repasar.

—hija, por favor. Pueden ir al jardín si lo desean— mamá nos da un vaso con limonada a cada uno y no me queda más que llevarlo fuera.

—me gustaría saber sobre las talasemias.

Levanto una ceja y lo veo con seriedad.
—¿te estás burlando de mí?

—en lo absoluto. Es solo que tú eres la única persona que conozco que sepa tanto del tema.

—también deberías saber. Eres doctor.

—pero no tuve una buena rotación de hematología.

Bufé y me senté.

—ya no quiero que sigamos molestos. Éramos mejores amigos, ¿qué ocurrió?

—¿qué ocurrió? ¡Eres un sinvergüenza!— golpeo mi rodilla. —me echaste de cabeza con mi papá y por tu culpa me separaron de Casper por tanto tiempo.

—pero ahora están juntos. ¿Qué más puede pasar?

—el colmo sería que intentes matarlo porque envidias el hecho de que esté con él y no contigo.

—no te voy a negar que sí me molesta que estés con él— nos ponemos de pie al mismo tiempo y quedamos a la misma altura. —¿por qué él? Solo era tu paciente, ni siquiera lo conoces bien.

—creo que al que nunca conocí bien fue al que se decía llamar mi mejor amigo. Casper es un chico sencillo y transparente, no está lleno de ego y prepotencia como tú.

—¿qué estas diciendo? Sabes bien que tu padre nunca va a aprobar eso y sigues adelante. ¿Por qué eres tan obstinada?

—¡porque amo a Casper!— lo veo fijamente a los ojos. —nunca voy a dejar de hacerlo, ni aunque me maten— paso a su lado. —y no habrá nadie que me impida no quererlo— entro a la casa y voy a mi habitación para pensar un poco.