Capítulo 17

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A veces, Mo Ran pensaba que su madre adoraba mucho más a Chu Wanning que a él mismo, pero lejos de desagradarle, le gustaba saber eso, porque incluso él mismo adoraba a Chu Wanning tanto que lo veía como lo más bonito en todo el universo.

En su corazón, era la persona más etérea que jamás existiría. Tenía un rostro precioso, una forma de ser demasiado admirable si se lo preguntaban, y sus sentimientos siempre eran genuinos, sus prioridades eran las demás personas a veces olvidándose completamente de sí mismo, lo que le desagradaba, pero admiraba también.

Si tan solo Chu Wanning se mirase con sus propios ojos y se diese cuenta de lo especial que era, quizá tendría una mejor opinión de sí mismo.

Lo había invitado a comer sin siquiera la insistencia de su madre. Simplemente quería pasar tiempo con él así que allí estaban, disfrutando de la comida de Duan Yihan con un ambiente mucho más agradable que las primeras tres veces que comenzaron a fingir ser novios.

Habían llegado al punto en el que incluso ellos dos olvidaban que solo habían sido amigos en el pasado y actualmente todavía había algo que los separaba.

Mo Ran ni siquiera tenía idea de lo que había orillado a su no novio a dejarlo de lado, pero no quería pensar en eso mientras Chu Wanning le permitiera acercarse a él.

Incluso quizá podrían olvidarse de esa actuación y comenzar a salir.

Pero aún cuando Mo Ran era una persona tan segura de sí misma, todavía dudaba de si Chu Wanning sentía algo por su persona, porque este joven era demasiado complejo de entender, además era excelente regulando sus expresiones, así que quizá no sentía nada, simplemente se había estado dejando llevar, y saberlo le dolería demasiado.

Desde hace mucho tiempo se había enamorado de esta persona, y si bien, en un principio no entendió que se trataba de un amor profundo, inocente, pero también travieso; dulce, pero también ardiente, intenso, tierno, inquebrantable, desde siempre supo que Chu Wanning era una persona indispensable en su vida al grado en el que jamás podría olvidar el sentimiento de calidez que se producía en su pecho cuando lo miraba sonreír.

Por eso la mayoría de las veces se comportaba un poco bobo, quería hacerlo feliz, quería molestarlo y enfadarlo hasta que riera.

A veces quería hacerlo llorar de placer. Eso siempre lo tuvo en cuenta.

Pero ese era otro tema. Apenas y se atrevía a besarlo sin tocar de más por miedo a que Chu Wanning sintiera que se estaba aprovechando de su situación actual.

Cuando terminaron de comer y se dirigieron a la habitación de Mo Ran, este no pudo evitar besarlo de vez en cuando, admitiendo que le gustaba mucho la suavidad de sus labios y lo agradable que era tocar sus manos.

De sus labios solo podían salir palabras de cariño, halagos que a Chu Wanning le hacían sentir especial, haciendo que se preguntara si esto era parte del tácito acuerdo de fingir ser novios, o eran acciones y palabras que le nacían genuinamente a Mo Ran hacer y decir.

Solo pudieron separar sus labios después de que Duan Yihan tocara la puerta incluso si estaba medio abierta, para dejar una bandeja con algunos bocadillos dulces y té helado.

Ambos agradecieron un poco nervioso por casi ser descubiertos en esa situación. A pesar de que fueron besos sueperficiales, de repente jadeaban por falta de aire y fácilmente podían ser malinterpretados.

Claro que, Mo Ran era un desvergonzado, sin embargo, jamás faltaría al respeto el hogar de su madre porque además esta le había pedido que no hiciera nada de esas cosas en su habitación, y debido a que Duan Yihan siempre le dio la confianza de llevar a quien quisiese a casa, Mo Ran jamás hizo nada indebido, ni siquiera cuando tenía su casa a su disposición.

Mientras comían algunas golosinas, Mo Ran se dio cuenta de que su contrario tocaba mucho sus labios. Se encontraban rojizos e hinchados, más lejos de sentir culpa, una sonrisa orgullosa se formó en su rostro.

—¿Te arden los labios? —cuestionó evitando expulsar una risa por ello.

—No —mintió el mayor, dejando de tocarse al ser descubierto—. Tenía comezón. Me llenaste de pulgas.

Mo Ran soltó una carcajada por ese comentario. Cuando Chu Wanning bromeaba, se sentía mucho más contento.

—Es para que nadie se te acerque —coqueteó levantando las cejas de arriba hacia abajo, acercando su rostro al de Chu Wanning que colocó su mano en la cara contraria para alejarla mientras sonreía.

—Tonto —dijo de forma cariñosa.

—Sí —asintió con la cabeza dejando un beso en la palma de la mano contraria, alejándose posterior a ello.

Mientras Mo Ran comía con una evidente felicidad, de repente Chu Wanning dejó la taza donde bebió hace un par de segundos armándose de valor para lo que diría a continuación.

—Hum. ¿Has pensado en cuándo terminar esto? —cuestionó sin atreverse a mirar a su contrario.

Aunque querían quedarse de ese modo, todavía no hablaban con sinceridad sobre sus sentimientos, y ambos temían que no fuesen correspondidos.

—No —respondió el más alto después de un tiempo de silencio incómodo.

—Oh, uh. Deberíamos de hablar sobre eso.

—No tengo ganas de hablar sobre eso —admitió Mo Ran arrugando la nariz.

Aunque parecía estar haciendo un pequeño berrinche, en realidad se sintió muy triste con esa pregunta.

—Bien, podemos hablarlo después —dijo en voz bajita, sabiendo que esta persona se encontraba de mal humor.

El moreno no respondió a eso, simplemente siguió comiendo con un estado de ánimo evidentemente decaído, incluso cuando sabía que en algún punto tendrían que llegar a ese inevitable final.

—Cuando demos fin a esto, si tú quieres, solo si tú lo quieres, podemos seguir siendo amigos —comentó Mo Ran un gran rato después.

Noviazgo fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora