Faltaban dos días para la fiesta de Murong Lian y odiaba que su primo hubiese mencionado en el grupo de la familia que tenía pareja y que esperaba conocer a esa persona en su fiesta el fin de semana.
Chu Wanning realmente se quería morir.
Estaba en el medio de un colapso cuando su madre entró con ojos emocionados preguntando quién era su novio, y Chu Wanning solo pidió un momento de paz y tranquilidad diciendo que en otra ocasión podía llevarlo a casa y presentarlo debido a que apenas había iniciado algo con su novio.
Evasión tras evasión, el viernes llegó y la fiesta se acercó aún más, así que Chu Wanning ni siquiera podía atender a la clase, ni se dio cuenta cuando el profesor de matemáticas le pidió que resolviera el problema que había anotado en el pizarrón sino hasta la segunda vez que este le llamó.
Por primera vez no sabía cómo resolverlo cuando siempre fue un alumno ejemplar.
Lo que Chu Wanning no esperó es que su mejor amigo de la infancia, la persona a la que veía en todo momento, que admiraba, y que le gustaba en secreto, levantara su mano diciendo lo difícil que era y que pensaba que requería una explicación más ese tema, salvando al estudiante número uno de tener qué responder, pues el profesor suspiró con desesperación volviendo a explicar el procedimiento que había mencionado unos minutos atrás con el problema en cuestión.
Chu Wanning se sintió aliviado por ello, incluso si sabía que Mo Ran no lo había hecho para ayudarlo. Así sucedía muy a menudo en el medio de algún problema, o cuando no entendía algún tema.
Entonces, ese momento en el que se encontraba entre la espada y la pared, siendo rescatado por el moreno, le hizo pensar en algo.
Si utilizaba como excusa pagarle a una persona para que fingiera ser su pareja, entonces tendría resuelta la mentira que le dijo a Murong Lian. Al final, no estaba pidiendo un favor, sino más bien comprando el tiempo de una persona que se hiciera pasar por su novio, no perdía nada si le proponía ese trato a Mo Ran, que era la persona que encajaba más perfectamente en las descripciones que había dicho.
El inconveniente era que no se hablaban hace tanto tiempo y fue por su propia culpa; y no solo eso, también estaba el hecho de que sus familias se conocían perfectamente bien, además, sabían que se habían dejado de hablar hace mucho tiempo.
El resto de la clase estuvo a nada de arrancar mechones de su cabello en un vano intento por calmar su ansiedad, sin embargo, el problema ahora era que no tenía tiempo.
Chu Wanning corrió a la salida cinco minutos después de que la campana sonó y notó que el salón se encontraba completamente vacío.
Tenía la esperanza de que Mo Ran hubiese olvidado su rompimiento de hace tres años y no lo odiara por haberle dejado de hablar, así que sin pensarlo mucho, alcanzó a su ex mejor amigo caminando con una bolita de compañeros de clase por la calle.
Carraspeó, con todo el nerviosismo del mundo, apretó su mochila y alzó la voz un poco, alzando la barbilla de forma altanera como si no sintiera nervios en absoluto.
-¡Mo Ran! -llamó.
Cuando el mencionado dio media vuelta, su expresión le hizo sentir mucho más nervioso, porque lo miraba estupefacto por haber sido buscado precisamente por esta persona, incluso sus amigos cuchichearon entre ellos mencionando que quizá Chu Wanning le gritaría molesto por alguna situación escolar, a pesar de que fue solo una vez en la que explotó en la escuela hace unos años con un compañero. Para su desgracia desde entonces todos evitaban hablar con él en caso de que se acercarse a alguien.
Chu Wanning ignoró cada comentario observando a Mo Ran que todavía parecía confundido.
-¿Si...?
-Quiero hablar contigo sobre algo -soltó alzando más la barbilla, dando a entender que se sentía seguro de sí mismo incluso cuando quería echarse a correr y actuar como si jamás lo hubiera llamado.
-Pueden adelantarse, nos vemos el lunes -sonrió el moreno inclinando la cabeza ligeramente hacia sus amigos, mientras caminaba hacia Chu Wanning demasiado serio para el gusto de este último, aún si sabía que tampoco podía esperar que fuese igual de gentil que en antaño.
Inconsciente, el mayor dio un paso hacia atrás sintiéndose intimidado, y no porque sintiera miedo hacia Mo Ran, sino porque se sentía muy extraño volver a hablar con esta persona.
-¿Qué sucede? -pidió saber con un tono un poco seco-. Si es por preguntar al profesor el tema de hoy, no quise incomodarte -levantó los hombros pensando que quizá a Chu Wanning le había molestado que tomara protagonismo cuando tenía qué responder.
-No es eso -aclaró tosiendo, mientras sacaba un par de billetes de su bolsillo, por lo que Mo Ran le miró aún más extrañado-. Quiero proponerte algo...
Mo Ran permaneció callado escuchando atentamente a su contrario.
-Cometí el error de decirle a mi primo que salía con alguien... Y, y tú cumples con las características que mencioné que mi pareja tenía -inició explicando.
Quiso sonar natural, como si ese tipo de cosas sucedieran muy a menudo, como si su error al decirle esa mentira a Murong Lian fuese como llegar a un lugar cinco segundos tarde.
-Así que... Quería pedirte que fingieras ser mi novio, te pagaré por ello.
La mirada estupefacta de Mo Ran le hizo sentir irritado y tímido en partes iguales, sin decir nada, solo observándolo con la boca abierta como si de repente le hubieran crecido tentáculos y alas.
-¡No tengo mucho en este momento, solo lo que me dieron el día de hoy pero tengo ahorros! -exclamó Chu Wanning-. ¡Y tampoco es obligatorio, deja de verme así! -pidió pensando en si era una buena idea salir corriendo en ese momento.
No era que quisiera negarse, pero que de repente después de tres años, la persona más cerrada, seria, estricta y rígida que conocía te confesara que mintió diciendo que tenía novio, y no solo eso, sino proponiendo a cambio de dinero que te hicieras pasar por ese novio cuando claramente te odiaba, para él fue demasiado y todavía lo estaba procesando.
-Está bien, solo di que no y ya, no tienes qué seguir actuando así-rodó los ojos guardando sus billetes.
-No dije que no... Solo es demasiado repentino -respondió después de recomponerse, acariciando su cuello con nerviosismo, ni siquiera entendía la razón de ello.
Quizá porque cuando eran niños Chu Wanning le gustaba y desde entonces solo Shi Mei podía competir con el gusto que sintió alguna vez por esta persona. Era una lástima que Shi Mei se hubiese mudado hace unos meses y por ende tuviese que cambiar de escuela.
-Pero, ¿Estás seguro que yo soy la mejor opción...?
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Noviazgo fingido
FanficTodo inició por una mentira a su primo en un arrebato de impulsividad. Siendo impulsivo también se atrevió a pedirle a su ex mejor amigo de la infancia que fingiera ser su novio. Lo que llevó a ambos a tener que fingir que seguían saliendo durante...