Capítulo 23

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Mientras caminaban de regreso, Mo Ran se encontraba siendo cauteloso con su contrario, analizando la expresión de este, buscando un indicio de celos, de enfado, incluso de tristeza.

Los había, claramente, sin embargo, Chu Wanning se esforzaba por no demostrarlo y estaba bastante acostumbrado a fingir que no sucedía nada y esconder lo que su corazón sentía.

—¿Por qué regresaste tan pronto? —cuestionó el más bajo en un tono suave—. Hace mucho tiempo que no veías a Shi Mei.

El moreno solo levantó los hombros restándole importancia.

—Siempre regresamos juntos, así que cuando te fuiste sentí que sería grosero de mi parte quedarme mucho tiempo con Shi Mei.

—Entiendo perfectamente bien si quieres quedarte —refutó bajando la mirada más de lo que de por sí la tenía.

Mo Ran frunció el ceño un poco por esa respuesta, negando con la cabeza.

—Siempre he preferido estar contigo, así que espero que no te hagas ideas erróneas, además si hubiese querido seguir hablando con Shi Mei, te lo habría comentado.

Hubo un rato de silencio entre ambos porque Chu Wanning no supo qué responder ante ese comentario. Aunque le hizo sentir importante, sentía que podía acaparar demasiado la atención de su amigo, lo que menos quería sabiendo lo extrovertido y genial que era. Sería un desperdicio que gastara tanto tiempo de su vida con su propia persona, cuando no tenía mucho qué ofrecer.

—¿No hay esperanza de que Shi Mei vuelva a la escuela? —cuestionó Chu Wanning un poco nervioso por el silencio abrumador entre ambos. De verdad le provocaba ansiedad cuando esta persona se comportaba de ese modo.

—No lo sé —admitió el más alto—. No hablamos mucho, solo me invitó a salir este domingo, pero será tu cumpleaños así que evidentemente rechazaría, y no planeamos un nuevo encuentro —respondió como si fuese un tema de poca relevancia.

Aunque estimaba bastante a Shi Mei e incluso tuvieron algo que ver cuando todavía estudiaban juntos, ya no había mucho interés, principalmente porque quería demostrarle a su no novio que era al único al que quería.

—¿Por qué no sales con él? Mi cumpleaños no es tan importante —sin embargo, respondió en seguida el más bajo.

Fue evidente cómo el rostro de Mo Ran se desfiguró, pareciendo bastante gris por ese comentario, así que Chu Wanning decidió dejar de hablar.

Aunque era muy obvia la razón por la que se había enojado Mo Ran, Chu Wanning tenía una autoestima tan baja, que creyó que quizá habría querido aceptar salir con Shi Mei, pero su cumpleaños era una carga de responsabilidad que no lo dejó haber aceptado.

—Nos vemos el domingo —murmuró el más alto, incluso si no fue tan suave como usualmente lo era.

—De acuerdo.

Mo Ran no le regaló ni una sonrisa. Se sentía molesto por la imaginación tan pesimista de su contrario, pensando que todas las personas eran mucho más importantes que él, así que en cuanto llegaron a su punto usual de separación, simplemente giró levemente sin obsequiar una segunda mirada al más bajo. Por su parte, Chu Wanning solo observó la espalda de Mo Ran por un par de segundos hasta que desapareció de su campo visual, así que regresó a casa con una maraña mental digna de sí mismo.

Durante el tiempo que le dedicaba a sus deberes escolares, fue casi una odisea para sí mismo lograr concentrarse, porque su mente divagaba en si sería adecuado persuadir a Mo Ran para que saliese con Shi Mei incluso si ansiaba que el primero asistiera a su pequeña reunión.

No fue hasta la noche del sábado que de forma impulsiva tomó su teléfono y envió un mensaje a Mo Ran.

Chu Wanning:
Esta noche me resfrié, puede que mañana no me encuentre disponible, no es necesario que vengas.

Inmediatamente después, sin querer parecer tan frío, volvió a enviar un mensaje.

Chu Wanning:
Descansa bien, ten un lindo sueño.

Rara vez enviaba ese tipo de mensajes, pero después de desinvitar a Mo Ran sintió que era lo mínimo que podía haber hecho, incluso si sentía que, si bien, este hombre era tan servicial, amable y gentil con su persona, quizá y hasta habría agradecido evitar tener qué asistir a su casa al día siguiente.

Le dejaba el camino libre a Shi Mei porque sentía que Shi Mei era un mejor partido para alguien tan increíble y maravilloso como Mo Ran. Shi Mei tenía mucho más que aportar que su pobre y patética persona.

Se recostó en cama apagando el teléfono porque no quería leer de manera pronta el mensaje de su no novio, intentando dormir mientras daba vueltas a la cama imaginándose escenarios románticos entre su ex mejor amigo y ese chico gentil de bonitos ojos albaricoque.

A la mañana siguiente lo primero que lo recibió fue su padre preocupado tomando su temperatura y revisado que se sintiera bien y su madre haciendo compañía a un lado del hombre, lo que lo confundió un poco al principio, hasta que Chu Xun le confesó que temprano, su esposa había recibido un mensaje de Duan Yihan por parte de Mo Ran preguntando por su salud.

No había podido decirle a su papá sobre su mentirita piadosa a su ex mejor amigo porque se quedó un momento procesando hasta dónde había llegado la preocupación de Mo Ran, lo que le hizo sentir muy culpable.

Peor aún cuando Chu Mei Lin dijo que respondió a Mo Ran comentándole que se encontraba bien para que no se preocupara.

Se sintió ansioso y tímido, incluso queriendo evitar su teléfono a toda costa.

Habría querido pasar el resto del día encerrado en su habitación, sin embargo, debido a que era su día especial, su madre había cocinado diligentemente desde temprano, así que tuvo que bajar a comer con sus padres, y durante la hora de la comida habían asistido sus tíos y primos, así que incluso intentó aparentar normalidad cuando la ausencia de Mo Ran le hacía falta y era muy evidente.

Al final había sido desición suya, así que no quiso pensar mucho en eso, concentrándose en agradecer cada felicitación, y regalo recibido por su familia.

No fue hasta la noche que se atrevió a encender su teléfono, recibiendo un par de notificaciones de felicitaciones que provenían de algunos compañeros de clase, incluso había una felicitación de Shi Mei.

Por el contrario, se centró principalmente en los mensajes de Mo Ran.

Mo Ran:
Mejórate pronto entonces, de todos modos iré a visitarte mañana para darte tu obsequio y felicitarte 💕

El primer mensaje le hizo sentir muy culpable, incluso sintió su pecho arder y sus ojos escocieron.

Mo Ran:
Buen día, Novio~ feliz cumpleaños, quería ser de los primeros en decírtelo~

El último mensaje provocó más ansiedad y tristeza en su corazón, ni siquiera sabía qué responder ante ello.

Mo Ran:
¿Sabes? Si no querías que fuera, solo tenías qué decirlo.

Noviazgo fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora