Capítulo 24

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Había enviado una disculpa desde el día de su cumpleaños, pero durante el resto del sábado y todo el domingo, Mo Ran ni siquiera había visto su mensaje. Había pensado en volver a escribirle, más podría parecer urgido y hasta irritante, así que solo miraba su chat con su ex mejor amigo cada cinco minutos.

Al final del día, las publicaciones de Mo Ran dejaron de aparecerle, porque este lo había bloqueado.

En seguida quiso llamarlo, en caso de que solo lo hubiera bloqueado en redes sociales, sin embargo, tampoco pudo entrar la llamada. Ni siquiera tenía idea ahora de cómo iba a enfrentarse a él el lunes por la mañana.

~

En cuanto ingresó en el aula, dejó todos sus útiles escolares de la primera hora sobre su mesa de trabajo, regresando a la entrada y buscando entre los alumnos que iban llegando, al joven de amables ojos oscuros y sonrisa encantadora.

Tuvo que esperar bastante tiempo, ya casi todos los alumnos se habían situado en sus lugares correspondientes, así que no fue hasta que faltaban cinco minutos antes de que su profesor comenzara a dar clases que pudo visualizar a Mo Ran entrando en la escuela, con una expresión aburrida, incluso hasta un poco soñolienta, bastante malhumorado. Caminaba con pereza guardando sus manos en sus bolsillos.

Se levantó de su asiento sin querer dejar las cosas mal nuevamente. Apenas se habían reconciliado como para volver a separarse por un malentendido. Si Mo Ran supiese sus intenciones quizá podría perdonarlo y dejarlo seguir conviviendo con él.

Podían terminar de una vez por todas la farza de mantener una relación y ser amigos... Había decidido que prefería permanecer de ese modo a saber que este joven lo odiaba o que estaba molesto con él. Era su responsabilidad dejar en claro lo sucedido, así que por esa razón decidió que no era momento de ser orgulloso ni dejar como si nada esa relación como lo haría usualmente con cualquier persona.

Al encontrarse frente a frente con Mo Ran, este se detuvo por un momento observándolo, y no tardó mucho tiempo en apartar la mirada caminando como si no fuese nadie.

—Mo Ran —llamó Chu Wanning caminando más cerca hacia el mencionado, quien pareció ignorarlo mientras extraía un objeto de su mochila.

—Mo Ran —volvió a llamar el más bajo, siendo ignorado olímpicamente.

El aludido se giró levemente, tomando una mano de Chu Wanning, colocando una pequeña caja envuelta con papel escarlata, y un moño dorado encima.

No dijo nada más, solo volvió a caminar hacia su aula, aumentando la velocidad de su caminata, dejando a Chu Wanning por un momento confundido por el obsequio que acababa de recibir.

~

Ni por la mañana, ni a la hora del descanso consiguió entablar conversación con Mo Ran porque lo ignoraba y lo evitaba como si fuese un fantasma.

Admitía que le irritaba la actitud que este adolescente había tomado, en lugar de hablar las cosas, pero no tenía derecho a decirlo ni reclamarlo porque alguna vez lo hizo. Incluso pensó que quizá era una forma de vengarse de él, lo cual sabía que era absurdo porque Mo Ran no era esa clase de persona.

Por otra parte, en el caso del más alto, era muy evidente su molestia, porque en cuanto compartían miradas, este fruncía el ceño apartando su mirada con velocidad.

No tenía muchas esperanzas de hablar con Mo Ran durante la finalización del día, y sin embargo, sorprendentemente, este le esperó fuera de la institución cuando había tomado sus pertenencias muy rápidamente y había salido muy rápidamente, fue por esa razón que Chu Wanning creyó que debería esperar hasta el día siguiente para volver a intentar hablar con su no novio.

Pensó que quizá solo estaba bromeando actuar molesto, sin embargo, no fue así en absoluto, porque una vez que conectaron miradas por milésima vez en el día, esta persona seguía gesticulando expresiones enfadadas en su bello rostro.

—Le dije a mi madre que terminamos. Me da igual lo que le digas a tu familia, total, no le di explicaciones a mamá.

Aquello lo tomó por sorpresa, quedándose pasmado por largos minutos, procesando el comentario de este joven.

—Mo Ran, yo...

—No tenemos nada más por hablar —interrumpió dándose la vuelta.

Aunque no eran novios de verdad, Chu Wanning sintió como si realmente hubieran terminado.

Mordió su labio inferior con fuerza negándose rotundamente a soltar una sola lágrima de sus ojos fénix, apretó las corresa de su mochila con fuerza y regresó a casa.

Realmente, pensaba que el enfado de Mo Ran era demasiado exagerado, y después golpeaba su propia mejilla porque la primera vez que terminaron su amistad, él también había actuado como un niño pequeño sin razonamiento alguno, incluso pensó que quizá podría merecer ese tipo de tratos después de años ignorando y tratando con indiferencia a su ex amigo cuando lo había extrañado demasiado durante mucho tiempo.

Quizá seguir los mismos pasos que Mo Ran sería buena idea, después de todo, duró mucho tiempo queriendo buscar la razón de su alejamiento, y este joven se merecía lo mismo, así que incluso si se sentía tan desanimado, decidió que era mejor no desistir.

A ese punto entendía muy bien lo que sintió Mo Ran en ese entonces, sintiéndose muy culpable por ello.

En ambas ocasiones había sido solamente su culpa que haya terminado su amistad, en ambas ocasiones quien lastimó al otro fue él mismo.

En las dos ocasiones, Mo Ran siempre tuvo buenas intenciones y lo trató con sinceridad mientras él solo seguía reprimiéndose, pensando que lo que hacía era lo mejor, lo más correcto.

Chu Wanning todavía no se daba cuenta de ello, pero mientras se subestimaba a sí mismo, también subestimaba los propios sentimientos de Mo Ran, lo que lo lastimaba porque era como si no confiara en él, así que en realidad ese era su enojo.

Que Chu Wanning tomara decisiones sin saber lo que pensaba de ello, cuando se esforzaba tanto en demostrarle que él era el único en su corazón.

Noviazgo fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora