Capítulo 18

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De inmediato, Chu Wanning asintió con la cabeza queriendo evitar que su contrario siguiera con esa expresión dolida en su rostro, incluso sintiéndose muy culpable, ¡Pero nunca fue su intención! Simplemente quería preveer, sin querer ir a ciegas con esta preciosa farsa.

—Si a ti tampoco te molesta, sí, quiero volver a ser tu amigo.

Mo Ran frunció el ceño. ¿Por qué le molestaría si fue él quien mencionó que quería restaurar su amistad?

—Oh. Hay algo que he querido preguntar este tiempo y lamento no haberlo hecho antes.

—¿Qué cosa?

Chu Wanning suspiró con un poco de miedo, y aunque la respuesta era obvia ahora que convivía más con el moreno, todavía quería reafirmarlo.

—Antes de pedirte que me ayudaras, ¿Tenías a una persona especial?

Quizá le gustaba alguien y ahora que se encontraban fingiendo ser pareja, había arruinado su intento de conquistar a otra persona.

—Si tuviese a una persona especial, no habría podido ayudarte —contestó Mo Ran—. No hay nadie más.

Quiso sentirse feliz por reafirmar sus sospechas, sin embargo, todavía había un deje de culpa en su corazón.

—¿Había alguien que te gustara?

Mo Ran negó con la cabeza haciendo suspirar con alivio a Chu Wanning.

—Ni siquiera he tenido algo serio con alguien —admitió—. Estuve a punto de intentarlo, más no se dio nada con Shi Mei —fue honesto—, desde que se mudó, no hemos conversado mucho y el gusto que sentí se desvaneció.

Chu Wanning se sintió molesto de repente al escuchar ese nombre. Siempre pensó que a su contrario le gustaba Shi Mei cuando ingresó a la misma escuela que ellos porque se llevaban bastante bien, casi tan bien como ellos dos siendo mejores amigos, así que saber que sí tuvieron algo especial le hizo sentir unos celos irremediables, en especial recordando cierta escena que seguía muy fresca en su memoria y que le impedía sentirse importante aunque fuese solo un poco para Mo Ran.

—¿Ya no te gusta? —preguntó con cuidado de no sonar molesto.

Mo Ran negó con la cabeza.

—Siempre me ha parecido agradable y es fácil llevarse bien con él, en algún momento me llamó la atención, más no era algo demasiado serio —murmuró.

En todo ese momento no se atrevieron a observar sus rostros de manera directa, y Chu Wanning se sentía mal por eso.

—¿Y tú, Chu Wanning? ¿Tienes o tuviste a una persona especial?

Hubo un silencio prolongado mientras se preguntó si sería buena o mala idea ser sincero con esta persona.

Al final sus inseguridades lo hicieron optar por el silencio y negó con la cabeza, lo que de algún modo le hizo feliz a Mo Ran porque eso significaba que podía buscar la manera de enamorar a su contrario.

—¿Nunca te ha atraído alguien por lo menos?

—No. Nunca.

A diferencia de Mo Ran, Chu Wanning se sentía desanimado porque Shi Mei era mucho más atractivo, mucho más divertido, mucho más amable, y mucho más cercano a Mo Ran, así que se sentía bastante acomplejado en ese momento.

—Mo Ran, si Shi Mei volviese a nuestra escuela, ¿Saldrías con él?

—No. Ya no me gusta tanto, ni siquiera me gustaba demasiado. Ya te lo he dicho. A lo mucho que podríamos llegar siempre, es a ser buenos amigos. De ahí, más nada.

De algún modo, se sintió regañado por la forma en la que su contrario le contestó, y eso se debía al mal humor de Mo Ran, que aunque usualmente sabía cómo mantenerlo a raya, la forma de pensar de Chu Wanning muchas veces lo molestaba porque fácilmente ambos se malentendían.

—En realidad, hacían bonita pareja —susurró el más bajo pensando en cuando solían pasar tiempo juntos.

Siempre se encontraban riendo, la forma en la que Mo Ran lo miraba, con un gran cariño de algún modo la envidiaba. Cada vez que le cuidaba recordaba lo que había perdido, y hasta en algunas ocasiones, mientras salía de la escuela pudo observar cómo se besaban con ternura.

Ahora que había probado los besos y las caricias de Mo Ran, difícilmente podría olvidarlo. De por sí el simple hecho de verlo ya era inolvidable para él, no sabía cómo podría superar su enamoramiento cuando dieran por finalizado el teatro de fingir que eran novios.

—No importa. Eso está en el pasado —levantó los hombros quitándole importancia—. Ya que estamos en el pasado, quiero preguntarte algo también.

A Chu Wanning no le gustaba cuando Mo Ran actuaba con seriedad, incluso prefería que se molestara y alzara la voz a escucharlo con esa frialdad que expresaba cuando estaba enfadado.

Para empeorar la situación, sabía lo que esta persona le preguntaría cuando mencionó el pasado.

Se sentía un poco ansioso por la pregunta de esa pregunta. Quería haberla evitado a toda costa, porque quizá así Mo Ran olvidaría todos sus defectos y no se arrepentiría de volver a ser amigos.

—¿Si...? —pidió saber, con su tono de voz un poco tembloroso, más Mo Ran solo pareció dejar pasar la forma en la que pidió que prosiguiera, incluso ignoró que su contrario se encontraba moviendo su pierna insistentemente en un acto de ansiedad puro, apretando las manos en un intento por disipar los nervios que sentía.

—Hace tres años, ¿Por qué me dejaste de hablar de repente?

Aunque no quería hablar de ese tema, quizá hacerlo en ese momento, solo haría que las cosas entre ellos mejoraran en lugar de seguir como si nada, además después de este tiempo con Mo Ran se convenció de que incluso si recordaba lo frustrante que era tener a una persona como él en tu círculo social más cercano, esta persona se merecía una explicación.

Noviazgo fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora