Danielle le Blond.
—¿Se ha ido? —le pregunto desconcertado a Fiorella por la información que me está dando.
—Sí, ya te lo dije.
—Pero ¿Por qué no espero, por que no vino a mi antes?
—Sus padres son muy estrictos Danielle. Quisieron llevársela de una vez que llegaron. Pero estará aquí en menos de tres días. Eso fue lo que me dejo como recado para ti. Yo debo irme con la abuela hoy.
Asiento con un sabor amargo por la falta de comunicación de Angelique. Supuse que este día llegaría, lo que no sabía era sería tan rápido.
Tres días... solo tres días. ¿Qué tal si no volvía? Es imposible que un pensamiento como ese no pase por mi mente.
Camino a casa a paso lento, hoy el sol ha estado más intenso que cualquier otro día.
Al llegar a casa unos brazos delgados y larguiruchos me reciben con entusiasmo. Tía Khaitlyn.
Mi tía es menor que mi madre, pero su parecido es muy notorio. Sin embargo la belleza de mi madre se había apagado cuando mi padre y murió, y la que quedaba la absorbió para dársela a mi hermana Daniella. Su felicidad y belleza están escondida, así como cuando el sol se esconde detrás de una nube.
—¡Tía! — la salude con el mismo entusiasmo—¿Qué haces aquí?
—¿No puedo venir a visitarlos? —alzó un ceja juguetonamente. —Tengo horas aquí esperando por ti.
Me lleva a mi recamara, donde hablaríamos un poco más en privado. Mi madre no sabía nada de lo ahorros de los dos.
—Sé que he estado ausente por un tiempo, pero tenía que tener a la fiera bajo control ¿sabes? Pero, he ahorrado lo suficiente todo este tiempo como para que se vayan a vivir conmigo. También para Daniella. Para ti tengo otros planes.
—¿Vivir contigo? — me asombro— También he ahorrado.
—Bien. Pues utiliza los tuyos para tus estudios, yo me encargo de Daniella y tu mama.
—No. Daniella es la prioridad ahora. Es mejor tener todo lo ahorrado posible para su operación tía.
—Lo se cariño. Pero no te preocupes ya tengo todo planificado. Así que prepárate.
—Prepararme ¿para qué?
—Para conocer personas importantes. Necesitas una recomendación para que entres en la universidad, la mejor de todas Danielle. Pero debes venir conmigo a la cuidad.
—¿Qué? —pregunte estupefacto. Mi vida se estaba arreglando y no me había percatado de ello.
—Nos iremos mañana. Cuando te digo que tengo todo solucionado es porque así es.
No puede ser que haya trabajado tan arduo para nada.
—Sin embargo no puedo aceptarlo. Ahorre para Daniella.
—Hagamos algo, tomo la mitad de esos ahorros y los invierto en ella, lo demás es para ti ¿vale?
—Vale.
La tarde paso volando. Mi tía me tuvo de aquí para allá comprando trajes y zapatos nuevos, para mi presentación con los de la alta clase, según ella.
Daniella no dejaba de parlotear estaba tan contenta de ir a la cuidad, igual que mama. No la había visto sonreír tanto en todo este tiempo.
No esperaría que Angelique viniera a mí, como siempre. Esta vez seria yo quien iría ella.
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El Gigoló Francés
RomansaPensaba que era cómodamente felíz, con un buen esposo, un hermoso hogar y un buen estatus. Pero ese pensamiento se desvaneció cuando conocí al Gigoló Francés. Quien me llevó por el camino de la tentación, ahora yo me pregunto ¿tendrá este salida?