Capítulo 4

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-Tengo sueño.

-Tienes clases y llegarás tarde si no te levantas ahora- uno no puede ni dormir tranquila.

-Es tu culpa

-¿Desde cuando es mi culpa que te quedarás viendo películas?

-Desde que me invitaste, ¡tu me invitaste!

-Levanta ese lindo cuerpecito de la cama o tendré que llevarte yo a la universidad y sabrán que vives con un viejo.- eso fue suficiente para ponerme de pie.

Me adentré al baño de mi cuarto y me di una rápida ducha, me coloqué una camiseta aún con el pelo mojado y salí hasta la cocina, el olor no me había dejado en paz.

-Tengo hambre.

-Siempre tienes hambre, siéntate- asentí como niña pequeña.

-También quiero huevos

-Te tengo muy consentida.

Cuando el desayuno estuvo listo se sentó frente a mi a comer, reía cuando me veía llevarme un bocado demasiado grande a la boca y luego se concentraba en su plato.

En más de una ocasión se me quedaba fijo mirando y luego desviaba la mirada cuando era sorprendido, pero eso es muy común en el.

-Me voy a cambiar, hoy llegaré tarde me quedaré en la biblioteca haciendo la tarea que dejaste.- asintió.

Me cambié de ropa y pasé un cepillo por mi cabello, este ya estaba seco. Cuando estuve lista salí con mis cosas despidiéndome con una sonrisa de mi compañero de piso.

Las calles de Seúl estaban bastante frías, pero no quise devolverme a tomar un abrigo porque eso me retrasaría más, así que prefería pasar un poco de frío, además de que solo será hasta llegar.

Me adentré en el bus y tomé asiento, cuando estuve frente a mi parada me bajé y caminé las cuadras que debía hasta que me vi frente a la universidad.

Hoy tenía clase de pintura en mi primera hora, estaba muy nerviosa pero también muy emocionada, me sentía expectante ante todo, era como niña pequeña con una pila de juguetes.

Cuando me adentré al aula en que me correspondía la clase pude apreciar todo, las pinturas, los lienzos embarrados de estas, los lienzos limpios, alumnos hablando, mesas con utensilios, todo era hermoso ante mis ojos.

La clase del día anterior fue solo teoría y la habíamos tenido en un aula diferente, esta me gustaba más.

-Buenos días clase- dijo la maestra cuando acabé de tomar asiento. -Hoy comenzaremos inmediatamente con la acción, tenemos un modelo para pintar, como se que para algunos este es su primer año no habrán presiones, no deben dibujarlo a cuerpo completo o hacer una imitación perfecta de su rostro, con dibujar una parte que le llame la atención del cuerpo o del rostro del modelo dense por servidos, luego evaluaremos el sentimiento que proyecta lo que pintaron.

Asentimos en espera de que tan mencionado modelo hiciera presencia, mi vista fue a la puerta de entrada cuando hube organizado mis utensilios.

Mi compañero de mesa entraba por esta envuelto en una bata blanca, sonidos de exclamación femenina se escucharon en toda la sala.

Este se despojó de la prenda que envolvía su cuerpo, y tomó asiento en el taburete que se encontraba en medio.

Su rostro era varonil, cuello hueso, cuerpo lleno de músculos, piernas anchas y fuertes, todo de él era una obra de arte.

Mi garganta se encontró seca y mis manos temblaban, ¿que parte podría elegir para pintar?

Ojos hermosos, pero seria muy difícil hacerlos.

Su cuerpo está descartado, no podría quedarme mirándolo descaradamente por más de 10 minutos.

Quizás esos finos y rojos labios que muerde cada tanto.

Tomé el lápiz y comencé a trazar las líneas como nos había explicado la profesora en la clase anterior, definí el tamaño que quería para la pintura y luego reforcé las líneas que debía y borre las que sobraban.

Tomé el pincel comencé a trazar con él y a dar color, coloqué el tono que más se asemejaba a su tono natural, dibujé con el lápiz un poco de piel y coloqué ese hermoso lunar que se encuentra justo bajo su labio inferior, ese que no para de morder.

-Excelente trabajo Kim- dijo la profesora pasando su mano por mi hombro para luego continuar con sus vueltas.

Miré mi pintura, sus dientes se encontraban mordiendo sutilmente la carne de su labio inferior dejando a la vista el sexy lunar que se encontraba debajo. No era igual a él pero se le parecía mucho, si me ponen a elegir claramente elegiría mirarlo a él.

La clase acabó y este se marchó dedicándome una rápida mirada antes de irse, sonreí en modo de saludo.

El día fue bastante movido y productivo, había aprendido sobre la preparación de una base para esculturas y sobre mezclas de colores, en mis clases de fotografía se nos llevó a los jardines a tomar fotos de los alrededores.

Según nos dijo nuestro profesor a principio de la carrera debíamos aprender de todo, pintura, fotografía, escultura, artes escénicas, danza, cualquier tipo de arte que nos lleve a saber en qué nos especializaremos a mediados de carrera.

-¿Esperaste mucho?- preguntó cuando se él sentó frente a mí. Mi compañero había llegado a la biblioteca para comenzar con el trabajo.

-No, no te preocupes- asintió -Estuve investigando sobre varios temas de los que podríamos tomar parte para nuestra exposición, traje algunos libros por si quieres que te muestre.- asintió.

Comencé a explicarle lo que había investigado y cuando elegimos el tema en sí pusimos manos a la obra.

Cuando la biblioteca cerró decidimos irnos a un café que se encontraba frente a la universidad, tomamos un receso para comer algo y luego regresamos al trabajo.

Debíamos terminar todo el mismo día, ya que mi compañero se encontraba a mediados de su carrera y estaba aún más apurado entre clases, según me dijo estudia Artes Escénicas especialmente Danza.

Este me dictaba lo investigado mientras yo escribía en la computadora y así ganábamos más tiempo.

Cuando el trabajo estuvo listo suspiré tratando así de que el cansancio se fuera de mi cuerpo.

Miré la hora en mi teléfono y noté un mensaje en él.

Compañero de piso
Te esperare frente a la universidad para que no tengas que regresar sola.

¿Aún me esperas?

Si, ven cuando termines no tienes que apurarte.

-Ya debo irme, imprimiré esto en mi casa y mañana lo entregaremos.

-¿Te irás sola?, puedo acompañarte a tu casa.

-Descuida, alguien vino por mi, Gracias de todas formas.

Tomé mis cosas y salí de la cafetería, el auto de Taehyung se encontraba justo en frente en la acera contraria, crucé la calle y me adentré en este siendo recibida por un exquisito olor a pizza.

-Mueres de hambre, lo se. ¿Que clase de profesores hacen que sus estudiantes se queden hasta tarde haciendo trabajos?- dijo mientras pasaba la caja hasta mis piernas.

-Uno muy malo- bromeé -Gracias por la comida- abrí la caja y llevé un pedazo a mi boca, delicioso.

-No tienes que estar tan tarde en la calle, si quieres lo puedes invitar a la casa.

-Eso no es una opción, imagínate que te vea y tenga que decirle "oh, ¿no sabias?, el profesor es mi esposo".

-Puedo irme por unas horas o encerrarme en mi cuarto, no tiene porque verme.

-Descuida no me quedaré hasta tarde en las calles, y si lo hago puedo llamarte para que me recojas ¿verdad?- removí mis pestañas coquetamente.

-Claro que si, anda come, no quiero que adelgaces.


...

En Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora