Un tan maravilloso día y aquí estoy encerrado en una Salon de conferencias con un montón de viejos aburridos y solteronas urgidas.
En nuestra próxima mudanza no interpretaré tan bien mi papel, prefiero que los vecinos crean que vivo del cuento a sentirme tan obligado a esto, me gusta enseñar, lo que odio son las reuniones sin sentido.
-Creo que eso sería todo- dijo el rector y comencé a recoger mis cosas -Gracias por venir en su descanso- me despedí y dirigí al estacionamiento.
Aparte de habernos hecho venir a todos los profesores de cada facultad para escuchar una interminable conferencia sobre el respeto hacia los alumnos y lo importante de no involucrarnos emocionalmente con ellos, no nos dieron si quiera un refrigerio a parte de agua o al menos un receso entre charlas.
En este momento deseaba una buena comida, un baño caliente y acostarme a dormir con Hana a mi lado, pensando en ella, ¿ya habrá vuelto?
Espero se haya divertido, me parece que volver a Korea le ha ayudado bastante, hizo amigos casi inmediatamente y por primera vez tiene una cita.
-Profesor Kim- No otra vez, por favor.
-Profesora Park- mujer alta, bella e intelectual de unos 35, perfecta en todo sentido, a menos que conozcas su lado intenso.
-Me preguntaba, cómo es nuestro día libre, podemos tomar un café e intercambiar ideas de enseñanza.- se exactamente que quiere intercambiar conmigo Park.
-Disculpe, pero en verdad debo irme- No me agrada lo intensa que es, por los años he descubierto lo mucho que perjudican las personas como ella.
-No tomará mucho.- insistencia es su segundo nombre, ¿o quizás intensa?
-Mi esposa me espera- eso, inventate una esposa falsa.
-No sabía que era casado- técnicamente lo soy, así que no es mentira.
-Lo soy, si me disculpa- me despedí a secas y me adentré al coche, espero evitarme futuras invitaciones si la información de mi matrimonio sale a la luz.
La verdad es que no quería estar cerca de esta, ademas debía ir a comprar la comida de Tan.
Cuando llegué al centro comercial me dirigí especialmente al centro veterinario que se encuentra en este, es la primera vez que tenemos un perro en todo el tiempo que vivimos juntos, habíamos tenido caballos, ovejas, vacas y cabras, pero no como mascotas.
Pero cuando vi por primera vez al pequeño no pude solo dejarlo donde estaba, estaba mojado y sucio, en la calle y sin rastros de tener un dueño.
Estaba tan enfermo así que lo traje aquí y cuidaron de él por varios días, luego me lo entregaron, sano y juguetón, Hana se empeñaba a hacerme creer que no le agradaba la idea de él con nosotros, pero muchas veces la he descubierto vigilando su sueño, o colocando en su plato en secreto una de las galletas que guardo para premios, lo mima en secretamente.
A pesar de que he tratado de mantener mi día lo más ocupado que podía, no dejo de pensar en el día anterior.
Y debía si o si borrar ese recuerdo de mi mente.
-¿Como está el pequeño YeonTan?- preguntó la chica que solía atenderme.
-Muy bien, está creciendo muy rápido
-Me alegra- me tendió la comida, al parecer recordaba cual llevaba.
-Me gustaría también algunas galletas y un juguete.
Luego de una entretenida conversación y con todo empacado me dirigí a la casa, para esta hora Hana ya debía haber llegado, pensé en llamarla para preguntarle por su cita pero luego desistí, me lo contará cuando llegue.
Cuando vi como de bien se entendió con Jeon me dio la espina de que ella le gustaba, se veía un buen chico, quizás el indicado para ayudarle a florecer, ahora que lo pienso quizás confundió lo nuestro, y ahora más que nunca creo que debería experimentar lo que es una verdadera relación amorosa.
Cuando hube llegado y antes de adentrarme por el subterráneo que me llevaría al estacionamiento del edificio pude divisar cómo esta se bajaba de una moto, detuve el auto y me quede observándolos por puro chisme.
Se veían muy bien juntos, además de que hablaban cómodamente, sin duda soy buen cupido.
Luego me lo agradecerá.
Lo siguiente que vi me dejó literalmente perplejo.
La había besado.
Una extraña sensación vino a mi, supuse que por la impresión al ver esto, a pesar de que sabía que habían salido en plan cita no me esperaba que se aproximaran tanto, mucho menos verlos besaré.
Es muy rápido, van muy rápido, deberían llevar esto con más calma.
Cuando la vi separarse y salir corriendo me quedé un poco más, este se colocó el casco con una sonrisa en su rostro y se marchó luego de verla adentrarse.
El sentimiento de angustia no se iba.
Cuando salí de la sorpresa que me generó ver tal acto noté que mis nudillos se apretaban sobre el volante con demasiada fuerza, mi piel estaba tersa y blanca en toda mi mano.
Ni siquiera recordaba haberme besado la noche anterior y ahora se deja besar por el.
No debería pensar en esto.
Está mal.
Lamento lo perdida, y perdone lo poquito 💜
..
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En Las Sombras
Fanfiction¿Una dote masculina? Compraron el silencio de mi familia más bien. Saga Paranormal Primer libro Gritó Lobo Segundo libro En Las Sombras