-Cambia esa cara niña consentida, solo será una semana.- hablaba mientras terminaba de acomodar mi ropa en la maleta.Esta estaba en el umbral de la puerta mirándome con ojos expectantes, debía si o si ir a Daegu. Luego de haber llamado a quien posiblemente lograría ayudarnos a saber el porque de todo esto, decidí viajar.
Informe en la universidad y prepare todo para irme al día siguiente, no tenía caso retrasarlo más. Sin embargo el saber que dejaría a Hana sola en casa esos días me hacía sentir mal, más aún sabiendo de sus pesadillas las cuales son más comunes y recurrentes que las mías.
También está el hecho que tuve que cancelar los planes que yo mismo había creado con ella para acampar el fin de semana.
Sabía que la extrañaría, pero también sabía que era indispensable hacer ese viaje.
Me acerqué a ella luego de dejar la maleta en la entrada y me senté en el sofá con ella a lado mientras era abrazada por mi.
-Come bien, no cenes dulces, duerme temprano, no andes hasta tarde por favor, te dejé la tarjeta de crédito para que pidas taxis, no uses el autobús estos días ¿si?- asistió y sonrió -¿Porque ríes?
-Pareces mi papá- golpeé su frente
-Enfócate, has las tareas- sonrió ante mi broma. -Te llamaré todo lo seguido que pueda y si estás en clases te mandaré mensajes.
Estaba preocupado por dejarla aquí sola, siempre pasaba, por eso muchas veces cuando debíamos cambiar de identidad esperaba junto con ella para marcharnos ambos a la vez, algunos casos como fue el hecho de regresar a Korea traspasó mi deseo y me vi en la obligación de venir antes.
Aún así la llamaba seguido y agilicé todo lo más rápido que pude para que esta viniera a mi. A nuestra nueva vida.
La abracé por cuarta vez antes de irme y me dirigí al aeropuerto, se supone que luego de llegar a Daegu debe tomar varios vehículos que me lleven al remoto lugar donde se encuentra.
También estaba en mí esa incertidumbre por no saber que tanto había avanzado la situación de Hana con su compañero de clases, los había separado en cuanto a la realización de trabajos y aunque a veces creía que jugué sucio con mi ventaja esos pensamientos abandonan rápidamente mi mente. Por otro lado esta no hablaba o mencionaba algo, y como él plan que tenía para acercarme a ella en la acampada se vino a bajo, estoy a punto de volver a Seúl solo para comprobar que estos dos no tengan otro acercamiento.
El avión aterriza y por la hora al de llegada me veo en la obligación de hospedarme en un hotel para así poder partir a la mañana siguiente.
Dejó mi maleta en algún lugar de la habitación y me despojo de mis zapatos mientras sacó de mis bolsillos el celular.
Lo enciendo encontrando 4 llamadas y 2 mensajes de Hana, preguntaba si había llegado en el primero de ellos y en el segundo pedía que la llamara sin importar la hora.
Pensé en no hacerlo y dejarla descansar, pero también pensé en que lo más probable es que no haya dormido esperando hablarme.
Quería verla
Sentirla
Me quite la camisa y pantalón y me metí a la cama.
Llame por cámara cosa que inmediatamente me cuestioné, intenté cerrar la llamada pero esta ya la había tomado.
Estaba en mi cuarto, porque a pesar de que estaba casi en penumbras podía notar el ancho espaldar de madera y no el delicado y fino que posee su cama.
-Hola Mon amour - quería escucharla.
-Tae- eso me hizo sonreír
-Estás en mi cama
-No quería estar sola- posaba el teléfono sobre la almohada mientras se encontraba metida entre las sábanas gruesas. Es tan friolenta.
-Yo no estoy ahí- ¿como es que estaba acompañada?
-Pero Tan si- sonreí -No quiso ir conmigo así que tuve que venir aquí, espero que no te moleste.
-No lo hace, duerme ahí estos días, puedes usar mi ropa- agregué, se que le gusta.
-¿Como estuvo tu vuelo al lugar misterioso del que no me hablaste?
-Todo en orden, te extraño- las palabras se habían escapado de mi garganta con tal rapidez que me fue imposible retenerlas.
-Bobo, te fuiste hace unas horas- bostezó
-Si tienes sueño puedo llamarte mañana- negó -¿Y si duermes y yo te miro desde aquí?¿que cenaste?- pregunté al no ver intención en ella de responder.
-Sopa y carne, estaba deliciosa
-¿Algún dulce?- sonrió, sabía que lo haría
Se veía tan bonita y delicada, sus suaves facciones adornaban cada lugar al que iba y sus hermosos ojos brillaban a pesar de la oscuridad, hermosa.
Se revolvía en la cama buscando comodidad y yo solo me dedicaba a observar lo linda y tierna que es.
¿Como puede alguien dañar a un Ángel?
Esa pregunta me atormentaba por años, lo creía poco capaz de hacer algo así que cuando supe por su propia boca que si fue el, sentí que yo mismo lo había hecho, que no podía confiar en nadie, ni siquiera en mi.
Que no conocemos a alguien tan bien como creemos hacerlo y que el mundo está lleno de monstruos.
Continuamos hablando sobre trivialidades hasta que esta se quedó dormida frente al teléfono, la admiré un rato más y luego imité su acción.
Mañana temprano debía emprender camino.
Tendremos actualizaciones más seguidas en esta belleza, pronto se esclarecerán algunos puntos y conoceremos algunos misterios, me gustaría leer teorías. 💋
..
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En Las Sombras
Fanfiction¿Una dote masculina? Compraron el silencio de mi familia más bien. Saga Paranormal Primer libro Gritó Lobo Segundo libro En Las Sombras