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Se acercaba septiembre, pero el tiempo seguía siendo caluroso. El sol abrasador, que se elevaba en lo alto, desde primera hora de la mañana, ya hacía daño a sus ojos.
Coy iba a la escuela en bicicleta, como siempre. En el pasado, no soportaba la depresión cada vez que volvía a la escuela después de las vacaciones. Aunque fuera a la escuela, no había nada divertido, y lo único que hacía era tratar de evitar a la pandilla de Nelson, que lo acosaba, y trasladar las clases solo ante la indiferencia de todos.
Pero ahora era diferente.
"¡Hola, Coy!"
"¡Hola, Sarah!"
El estudiante que tomó la misma clase fingió conocerlo primero. Coy también le saludó cordialmente. Era inimaginable en el pasado.
Dejaron la bicicleta en el lugar designado y se saludaron unas cuantas veces más mientras buscaban la taquilla. Coy es diferente de antes. Era mucho más confiado, mucho más natural. Por supuesto, todo fue gracias a Ashley.
Estaba organizando su taquilla y había un ambiente ruidoso en un lado. Coy, que giró la cabeza por reflejo, no tardó en recordar una brillante sonrisa. Ashley estaba caminando con otros chicos del equipo de hockey sobre hielo.
Los niños ruidosos, la mirada entusiasta hacia ellos y el ambiente relajado del equipo eran los mismos que antes de las vacaciones. Pero Coy era diferente. No los evitaba ni se escondía en un rincón y se entretenía con la envidia como antes. Sólo cerraba la puerta de la taquilla y buscaba un momento para saludar.
Hubo un estallido de risas sobre quién estaba bromeando. Ashley, que estaba riendo a la vez, giró de repente la cabeza. Luego, poco después, sus ojos se encontraron con los de Coy, y éste levantó disimuladamente una mano y la estrechó. Los ojos de Ashley se entornaron y su sonrisa se hizo más grande. Coy también sonrió de frente y luego se dio la vuelta primero.
Estaba caminando hacia el edificio donde tomaría su primera clase, y después de un rato, escuchó pasos corriendo desde atrás.
"¡Coy!"
"¡Vaya!"
De repente, le arrebató el hombro y Coy dejó de gritar. Cuando levanté la vista, también era Ashley. Sujetando sus hombros con sus gruesos brazos, Ashley frotó el pelo desgreñado de Coy con su mano izquierda.
"¡No lo hagas! No lo hagas!"
Gritó Coy con urgencia, pero Ashley sólo se rió.
"Es porque vas a ir solo".
Coy se dio por aludido ante su leve crítica.
"Nos encontraremos en el aula de todos modos, ya que estamos en la misma clase... y parecías feliz con tus amigos".
Quiso ocultar sus verdaderos sentimientos, pero lo dejó pasar. Por un momento, Ashley hizo un sonido significativo a Coy, que estaba avergonzado, y lo explicó de forma trivial.
"Lo decía porque voy a empezar a entrenar de nuevo".
Bueno, no podrá hablar con él sobre eso.
Por desgracia, no pueden hacer nada. Coy estuvo de acuerdo, pero pronto se preocupó por otra cosa.
"Es pesado, suéltalo".
Ashley seguía caminando con un brazo alrededor del hombro de Coy. Mientras refunfuñaba deliberadamente, Ashley sonrió y respondió.
