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"Ash".
Mientras Coy murmuraba en voz baja, Ashley también susurró con voz cerrada.
"...... Hola, Coy".
Poco después, tosió. Coy le observó darse la vuelta y mirar los bocadillos. No podía creer la repentina situación. Era la primera vez que lo veía después de las vacaciones. Su corazón latía rápidamente.
Coy no dejó de mirar a Ashley hasta que se acercó a la caja. Ashley, que puso algunos bocadillos en el mostrador, finalmente abrió la boca.
"Es el Día de la Independencia. ¿No vas a descansar?"
"¿Eh? Sí".
Contestó Coy, con un código de barras apresurado.
"No nos juntamos a comer en días como este".
"......Hmmm."
Ashley soltó sus palabras de forma imprecisa. Coy sacó el vinilo y metió los bocadillos en él.
"¿Y tú? ¿Tus padres no han venido?"
Ante la pregunta de Coy, Ashley sacó la tarjeta y se la entregó.
"No nos juntamos a comer en días como este".
Cuando le devolvió lo que había dicho, Coy se echó a reír. Le dijo con una sonrisa a Ashley, que hizo una pausa.
"Tú y yo tenemos algo en común".
Ashley lo miró sin decir una palabra. No pretendía bromear. En realidad es más bien una farsa. No estaba claro si estaba siendo sarcástico con él mismo o con Coy.
Pero Coy sonrió alegremente y miró a Ashley con unos ojos brillantes e inquebrantables. Estaba tan feliz que no sabía qué hacer. Por alguna razón, Ashley se dio la vuelta con un sobre en cuanto recibió la tarjeta.
"¡Oh, Ash, espera! ¡Espera un momento!"
Mientras intentaba entrar en el coche aparcado, Coy, que salió corriendo de la tienda, gritó. Cuando Ashley se detuvo, vino corriendo a toda prisa y le tendió algo.
"Este".
"......¿Qué es esto?"
Al preguntarle, en lugar de aceptar lo que Coy le ofrecía, dijo emocionado.
"Es un recuerdo del Día de la Independencia, así que quédatelo".
Vamos, date prisa y Ashley se vio obligado a aceptarlo. Cuando miró la muñeca rosa de aspecto extraño sin decir una palabra, Coy preguntó en voz más alta.
"¿No es bonita?"
"......."
Ashley bajó la mirada un rato y volvió a mirar la muñeca. Por mucho que lo mirara, era un muñeco muy feo. Encima, tenía una mirada de mala leche. Te lo daré gratis.
Pero Ashley no podía soportar ser honesto. La expresión de Coy cuando se mira a sí mismo es tan.......
Parece feliz.
"Riendo".
Cuando vi la cara, no pude evitar reírme. Coy parpadeó desconcertado al ver que Ashley estallaba en carcajadas. Al mismo tiempo, sus mejillas seguían sonrojadas, sus ojos brillaban y su boca estaba muy abierta.
"Sí, es bonito".
Ashley se sobresaltó después de hablar. Afortunadamente, no tuvo que recoger sus palabras. Lo dijo primero con una brillante sonrisa, que hizo que Coy entrecerrara los ojos.