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"Está hecho".
"... Sí".
Coy tosió rápidamente porque temía que le temblara la voz.
"Gracias".
"Sí".
Ashley, que respondía con sencillez, llevaba esta vez sus zapatillas de patinaje. Coy preguntó mientras le veía terminar el trabajo rápidamente, a diferencia de cuando ató su cuerda con cuidado.
"¿Cuándo empezaste a patinar?"
Respondió Ashley, saliendo primero al enlace.
"Bueno, ¿a los cuatro años?"
"¿Qué?"
Cuando salió la voz sobresaltada, Ashley ya había llegado a esa edad. Coy se sentó en el banco y observó a Ashley incansablemente en el hielo. Recorrió el ancho enlace a modo de prueba y pronto volvió a su posición original y se colocó frente a Coy.
"Vamos, entremos".
Ashley le tendió la mano. Tras respirar profundamente, Coy se armó de valor y se puso en pie. Ashley rápidamente agarró el brazo que se tambaleó por un momento.
"Bueno, gracias".
"De nada".
Ashley, que hablaba con ligereza, tomó las manos de Coy y dio un paso atrás. Siguiendo su ejemplo, Coy avanzó lentamente paso a paso. Y por fin llegó el momento de pisar el hielo con las dos piernas.
"¡Argh!"
"¡Coy!"
Con un grito, Coy se hundió. Todo su cuerpo estaba pegado al hielo, pero afortunadamente, sus manos estaban a salvo. Fue gracias a que Ashley se aferró.
"Coy, está bien. Ahora, te sujetaré. Despacio..."
Ashley se agachó para ayudarle a levantarse poco a poco. Coy trató de levantarse con sus propias fuerzas, pero su cuerpo no le seguía como pensaba. Cada vez que intentaba pisar el eslabón, la cuchilla resbalaba y las piernas bajaban, y las cuchillas del patín que apenas se levantaban solían caer de lado.
Después de repetirlo un par de veces, Coy perdió completamente la confianza.
¿Cómo se supone que va a bailar llevando esto?
¿Puede entrar así en el equipo de animadoras? Entonces, ¿cuál es tu puntuación para sus actividades especiales? Si no se cumple la puntuación, el examen de acceso a la universidad se acabará. Por mucho dinero que tuviera, era diferente estar frustrado por ser pobre y luchar que no poder hacerlo por no tener la capacidad. ¿Estará frustrado sin ni siquiera pisar el umbral de la universidad?
Incluso con la ayuda de Ashley, no podía mantenerse bien de pie sobre el hielo y no paraba de caerse, así que todo parecía estar muy lejos. Su rostro se fue endureciendo poco a poco mientras estaba perdido. Fue entonces.
"Coy, Coy, Coy".
Ashley llamó su nombre uno tras otro. como para recomponerse Dijo con calma, mirando a la cara de Coy, que rápidamente entró en pánico.
"Está bien, relájate. Te ayudaré, puedo hacerlo".
Ashley lo dijo suavemente, pero Coy rápidamente se puso a llorar y negó con la cabeza.
"No puedo..."
Se sintió frustrado por su tonta apariencia e incluso derramó lágrimas por sí mismo. Tal vez porque tenía a un Ashley amigable frente a él, sus emociones parecían llenarse más rápido. Sin razón alguna, palabras llenas de injusticia fluyeron de su boca mientras recordaba todo lo ocurrido en el pasado.
