capítulo 5: ¿consecuencias?

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Adán

No sé qué es lo que pasará después de esto, lo único que sé es que no quiero que termine, ahora estoy seguro al decir que amo a mi hermano, no sé desde cuando comenzaron estos sentimientos hacia él, pero no quiero dejarlo nunca.

Al despertar por la mañana decido ir a ducharme, al sentir el agua fría tocar mi piel recuerdo a Kim hace tan solo unas horas, un ligero sonrojo sube a mis mejillas no no no, no debo que pensar en eso si no quiero tener un problema con mi "amiguito".

Al salir de la ducha me dirijo al cuarto donde aún está mi hermano dormido, me acerco a él antes que todo y le doy un tierno beso en los labios lo cual hizo que se despertara, comencé a ponerme el uniforme, miraba de reojo cada acción que hacía... algo no anda bien.

- ¿Qué pasa Kim? -le miro su rostro, parecía algo preocupado.

-No... No me puedo levantar -su mirada reflejaba la preocupación que sentía-. ¿Qué me pasa Adán?

-Pues supongo que fue por lo de... anoche -mi rostro se puso de nuevo sonrojado al decir esto.

- ¿Haa? Idiota mira lo que has provocado me has dejado inválido -hizo un pequeño puchero, ante su acción río un poco-. ¿Qué es tan gracioso?

-Espera un momento.

-Si como puedo pararme y correr -dijo sarcástico.

Le sonrío y me dirijo hacia donde guardan los medicamentos, tomé un analgésico y un vaso de agua, me dirijo de nuevo hacia mi habitación. -Tómalo, se te quitará pronto -cogió el vaso con sus pequeñas manos y se tomó la pastilla-, pero antes tienes que ducharte.

- ¿Cómo piensas que voy a levantarme? -pongo mi mano en mi barbilla en señal de que pienso, lo cargo y me dirijo al baño- ¡¿Qué, qué haces?!

- ¿No es claro te llevo al baño? o ¿quieres que te ayude a bañarte también? -lo dejo en el baño sentado en la tina.

- ¡No, sal de aquí pervertido! -obedezco y salgo con una tonta sonrisa en mi rostro.

Al ir caminando hacia la escuela lo ayudaba un poco, ya que él no quería que lo llevara cargando, en estos momentos solo podía tomar su mano.

Al entrar al instituto el idiota del amigo de mi hermano lo esperaba, al verme su expresión cambió por una de odio, yo por supuesto no le iba a responder con una sonrisa, solo lo miré con disgusto.

- ¡¡¡Kim!!! -corrió hacia él.

- ¿Qué pasa?

-Te esperaba, vamos al salón juntos -no puedo creer lo falso que es este tipo, Kim por otro lado asintió a su invitación.

-Nos vemos luego Adán -hizo un ademán, soltó mi mano y se marchó con él.

El mirar cómo se alejaba con él y no poder hacer nada me encabronaba, quería ir a golpear aquel falso amigo de Kim, pero no lo podía hacer ya que nunca me lo perdonaría, solo podía dejar que los celos, la furia, la ira y el odio se apoderaran de mi.

Mi lindo y pequeño hermano (#Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora